Ley Monsanto derogada 3 septiembre 2014
Guatemala: Primera victoria del pueblo
Introducción
El jueves 26 de junio el Congreso de la República de Guatemala aprobó el decreto ley 19-2014 , la "Ley Monsanto" para la Protección de Obtenciones Vegetales que en el marco del Tratado de libre comercio (TLC) garantiza los derechos de propiedad intelectual sobre la vida. Bajo pretexto que los campesinos no han patentado sus semillas ancestrales esta ley permitía a empresas como Monsanto patentar abusivamente las semillas campesinas apropiarselas y monopolizarlas, lo que supone la desaparición del campesinado guatemalteco, la desaparición de la producción local de alimentos, el hambre y la militarización. Ante este escenario, las comunidades indígenas y campesinas y toda aquella persona informada y conciente en Guatemala manifestaron su oposición de múltiples maneras por lo que los diputados se vieron obligados a aceptar su “error” y, el día 4 de septiembre el Congreso de la República derogó de urgencia nacional la Ley para la Protección de Obtención de Vegetales en su totalidad. Esto muestra claramente como, cuando los objetivos son claros y el pueblo se une se constituye una fuerza capaz de hacer valer sus derechos. Este sin embargo, no ha sido más que un primer paso, Monsanto es una gran corporación transnacional, con mucho dinero, que tratará sin duda de seguir imponientodose en el país, comprando políticos, vendiendo sus productos manipulados geneticamente, sus agrotoxicos y monopolizando nuestras semillas criollas. Ya alguien dijo que se podría hacer pasar la ley introduciendo sus artículos en otras leyes o, como hasta ahora, simplemente pagando fuertes sumas de dinero a los gobiernos y otras entidades y personas (como las universidades y los investigadores) para que sigan promocionando y vendiendo sus productos. Para evitarlo hay una necesidad urgente de rescatar las semillas criollas, crear una red financiera y tecnica de apoyo a los campesinos agroecológicos y a los investigadores que tratan de rescatar las semillas y tecnologías ancestrales, y una red de consumidores reflexivos y responsables, en vías de la construcción de una nueva sociedad solidaria sin explotación de los seres humanos, sin destrución de la naturaleza, sin hambre, sin militarismo y sin guerras.
La Ley Monsanto era una nueva forma de colonización y un nuevo pillaje de nuestras riquezas, efectuada con la complicidad del gobierno actual. Ya que, son los campesinos guatemaltecos los que durante miles de años han descubierto, investigado, conservado y desarrollado semillas alimentos, medicinas y otros productos vegetales, que generosamente han puesto a disposición de la humanidad en tanto patrimonio universal. Los campesinos no tienen necesidad de ninguna patente ni de ningúna ley para la protección de Obtenciones Vegetales pues las semillas criollas son su patrimonio histórico, así como el de todos los guatemaltecos, lo que está intimamente ligado a nuestra identidad, como derecho inherente y fundamental a nuestra dignidad de seres humanos. Si se han firmado acuerdos en ese sentido en UPOV y TLC esto es la muestra de que dichos acuerdos están hechos en función de los intereses de las grandes transnacionales.
¿Qué es Monsanto?
Monsanto forma parte de un pequeño grupo de 147 grandes corporaciones trasnacionales, principalmente financieras y minero-extractivas, que controlan la economía global a nivel planetario. El pequeño grupo está estrechamente interconectado a través de las juntas directivas corporativas que constituyen una red de poder... se interconectan financiera y politicamente a través de vínculos directos en las juntas directivas de las 70 mayores corporaciones multinacionales, organizaciones políticas, grupos mediáticos y otras instituciones académicas o no lucrativas. El modelo de conexiones corporativas se replica en múltiples juntas directivas, por ejemplo, grupos o partidos políticos, grandes medios de información y gobiernos, controlando así extensos recursos globales. Este engranaje de relaciones se repite a través de corporaciones interconectadas con la clase corporativa transnacional, dando por resultado una red altamente concentrada y poderosa de individuos que comparten el interés común de preservar la dominación de elite.
A primera vista Monsanto parece ser una transnacional americana especializada en biotecnologías agrícolas, una de las más poderosas compañías que producen semillas modificadas geneticamente y el mayor comerciante de semillas en el mundo que produce y vende también agroquímicos y controla la cadena alimentaria a nivel planetario. En realidad, Monsanto es un ejemplo claro de la forma en la que, después de la segunda guerra mundial, el sistema socio-económico mundial se organizó en grandes monopolios que dominaban el sistema y, gracias a los políticas neoliberales impuestas desde los años 80 finalmente se transformó en un sistema socioeconómico dominado globalmente por el poder de las grandes corporaciones transnacionales que actualmente dominan al mundo y subordinan los Estados-Nación, gobiernos y partidos políticos a sus intereses.
Por otra parte, cabe mencionar que que las campañas que promocionan los productos Monsanto tienen información falsa ya que no solamente no revelan la verdadera naturaleza de esos productos sino que la empresa ha llegado a despedir a muchos científicos y estudiosos que querían difundir la verdadera informacion.
Historia
Monsanto fue fundada en St. Louis, Missouri, en 1901, por el químico-farmaceutico John Francis Queeny, casado con Olga Mendes Monsanto. Su suegro era Emmanuel Mendes de Monsanto, un rico financiero. Desde el inicio tuvo vinculos con los Rothschild, la familia banquera asentada en Inglaterra y con Coca Cola. En 1940 colaboró con el ejercito americano en el proyecto Manhata que tenía como objetivo la construcción de la bomba atomica. En los años 40 Monsanto fue también un gran productor de plasticos comme el polystyrène y fibras sinteticas. Fue la primera empresa que produjo los LED los PCB, el aspartame y la homona bovina de crecimiento. En 1945, con los mismos gazes que durante la guerra habían servido para matar gente empieza la producción de herbicidas e insecticidas y en 1955 la de abono a base de petróleo. Durante los años 60-70 produjo el agente naranja que arrasó con los cultivos y con la población de Vietnam durante la guerra y desde siempre está estrechamente ligada a la industria militar apoyando, por ejemplo actualmente, la masacre de Israel contra el pueblo Palestino. Durante la década de 1970 Monsanto fundó su división Agricultural Chemicals, para producir herbicidas, y uno en particular: RoundUp (glifosato). Como la propaganda de Monsanto es que puede erradicar "las malezas" un día para el otro, los agricultores lo adoptaron de inmediato. La utilización de este químico aumentó cuando Monsanto introdujo las semillas "RoundUp Ready" (resistentes al glifosato), lo que permitió saturar el campo con herbicidas sin matar los cultivos (transgénicos) y tuvo fuertes impactos en los ecosistemas degradandolos y destruyéndolos
La empresa inicial ha ido evolucionando hasta convertirse en una gran transnacional que forma parte del pequeño número de corporaciones que controlan la mayor parte de la producción de fertilizantes, agroquímicos, pesticidas, agro-industrias y al mercado de alimentos mundial. “El objetivo de Monsanto es hacer que todos los campesinos y agricultores del planeta dependan completamente de sus semillas modificadas genéticamente, e incluso de sus semillas exterminadoras, pues son fértiles tan sólo una vez. Así, los agricultores se ven obligados a comprarle a Monsanto año tras año nuevas semillas, garantizando de este modo un monopolio absoluto... Esto ya ha venido sucediendo en la mayoría de las regiones de la India, en donde miles de campesinos han sido forzados a abandonar el oficio de agricultor, lo que a su vez ha acarreado pavorosas consecuencias con el suicidio de muchos de ellos (Claudia von Werlhof, 2001). Lo que busca Monsanto es
imponer un monopolio total al imponer una prohibición general de las semillas y tecnologías autoctonas, obligando a los campesinos a desechar sus semillas criollas, para utilizar exclusivamente las semillas y productos Monsanto.
Monsanto, transnacional que controla el 80 por ciento de la biotecnología que se aplica en el mundo se ha adueñado de la producción mundial de semillas transgenicas y agrotoxicos . Sus políticas imperialistas dejan de lado la etica, la moral y la responsabilidad social con el único fin de hacer dinero y acumular capitales y poder político, sin respetar ni tomar en cuenta la salud e integridad de los ecosistemas ni de las personas, de manera que las fuentes de vida que son la tierra, el agua y las semillas se han convertido en fuentes de muerte que envenenan y enferman a la población.
Impactos
Las consecuencias son múltiples a nivel mundial, no solamente se degradan los ecosistemas y la salud de las personas que pierden su capacidad de consumir productos locales, frescos, baratos y de buena calidad y son inducidas a consumir productos chatarra, sino que los países pierden completamente su soberanía alimentaria, su identidad y cultura. Los campesinos no tienen más la capacidad de producir alimentos localmente, pierden la capacidad de regenerar sus semillas y el control sobre sus medios de producción: tierra, agua, conocimientos, tecnología, así como su capacidad de reproducirlos. Pasan a depender completamente de Monsanto que domina los conocimientos y la tecnología y les vende todo el paquete: semillas, agrotoxicos especificos para esas semillas, etc., desposeyéndolos de sus conocimientos y tecnologías ancestrales y haciendoles creer que son personas ignorantes y atrasadas que no saben cultivar científicamente. Los agrotoxicos matan microrganismos benéficos del suelo esterilizando la tierra y creando dependencia, ya que para que sean eficientes cada vez se necesita una cantidad mayor y son muy caros.
Por otra parte, los seres humanos consumen fuertes dosis de estas sustancias químicas peligrosas, mientras los alimentos carecen del soporte vital de los nutrientes y vitaminas, minerales y antioxidantes presentes en los alimentos orgánicos. El resultado de esta maniobra corporativa es una epidemia de problemas de salud, como lo demuestran las crecientes tasas de enfermedades: Más cáncer, enfermedades del corazón, diabetes y Alzheimer. ¿La solución propuesta? Más productos químicos, esta vez con forma de medicamentos, fabricados por la industria farmacéutica, felizmente suministrados por amigos y socios de Monsanto, e incluso de corporaciones creadas por Monsanto como Pharmacia (Pfizer). En lugar de frutos sanos, verduras, granos y animales alimentados con hierba natural, las granjas industriales producen comida chatarra de ingeniería genética para ocasionar enfermedades cardíacas derrame cerebral, diabetes y cáncer, etc.
Al desaparecer la producción local del pequeño productor al que se expulsa de sus tierras, las grandes empresas producen industrialmente en fincas de grandes dimensiones orientada hacia la exportación de alimentos caros o biogas o hacia el consumo de las elites nacionales e internacionales. Gran parte de la población no tiene acceso a la tierra ni a los alimentos y sufre hambre o malnutrición, mientras que los que tienen acceso a la alimentación están obligados a comer comida chatarra, perjudicial a la salud y de mala calidad.
Toda esta situación, junto con la minería, las hidroelectricas que expulsan a las poblaciones de sus tierra y tratan de defender sus territorios es la causa del militarismo y totalitarismo de la sociedad guatemalteca que con el pretexto de la seguridad y la lucha contra el narcotrafico, en realidad lo que busca es controlar y aniquilar a la población que protesta contra el nuevo colonialismo impuesto por las grandes corporaciones transnacionales con la complicidad de la elite, del gobierno y de todos aquellos que pasivamente no hacen nada para impedirlo.
Alternativa
Existen todas las condiciones necesarias para producir la cantidad suficiente de alimentos y alimentar convenientemente a toda la población guatemalteca. La implementación generalizada de cultivos sembrados según las tecnologías ancestrales, en el marco de una Economía solidaria global (producción ecológica de semillas e insumos, producción agrícola, transformación, intercambio, consumo y tratamiento ecologico de la basura), podrían asegurar a cada persona en el país la satisfacción sostenible (es decir sin degradar los ecosistemas ni la salud de las personas) de sus necesidades alimentarias. A pesar de ello, bajo la pantalla del Estado soberano e independiente y de la democracia burguesa seguimos siendo colonia de los grandes poderes internacionales. Ellos dominan nuestras mentes y nuestras actitudes y comportamientos, haciendo perder tiempo y dinero de gran parte de la población en miles de actividades superficiales en vez de defender nuestros intereses fundamentales y el futuro de jóvenes y niños.
La única alternativa posible es salir del marco lógico del capitalismo, de la democracia burguesa y sus instituciones para fortalecer todas las iniciativas que creen y consoliden el poder y la economía el pueblo, la autonomía comunitaria y la seguridad alimentaria tratando de articular todas estas iniciativas en redes que se unan en torno de un proyecto político de cambio social integral y radical. Campesinos, indígenas, estudiantes, mujeres, trabajadores en general, jóvenes y menos jóvenes deberán imaginar, definir y construir los nuevos caminos por los que alcanzarán la soberanía alimentaria del país, la capacidad de consumir productos locales, frescos y de buena calidad nutritiva y de cuidarse con plantas medicinales sin caer et en circulo mercantíl de la medicina actual. Para lograrlo será necesario que una gran parte de la población guatemalteca, en alianza con la población afectada de otros países de América Latina (Argentina,
Brasil, Paraguay están siendo fuertemente afectados) crée y consolide una fuerte solidaridad con las comunidades campesinas y rechace los productos que contienen transgénicos, como la maseca, los cornflakes, las semillas, etc., aunque se los regalen.
Conclusiones
El destino de la humanidad y de la biodiversidad sobre la tierra depende del fin que tengan las multiples guerras que se están llevando a cabo en el planeta. Las guerras militares del siglo XXI en las que se utilizan las armas más sofisticadas del imperio de las corporaciones para bombardear y masacrar a poblaciones enteras, incluyéndo niños, mujeres, jóvenes y ancianos. Pero, también las guerras silenciosas con las que se pretende acabar con los últimos vestigios de humanidad y de naturaleza que existen todavía. Durante milenios, las clases dominantes han ido superponiendo su sistema de dominación a la organización comunitaria, a la solidaridad y a los conocimientos, tecnologías y tradiciones de las comunidades libres y autosuficientes para imponer una explotación, destrucción y muerte que aseguren su poder a nivel nacional e internacional. Es en este proceso que Monsanto, la transnacional agroalimentaria más poderosa del mundo, pero también, la multinacional que apoya guerras como la de Israel contra Palestina, produce venenos asesinos para la guerra y para la agricultura e incluso medicinas que envenenan, intoxican y causan cancer está haciendo pasar en diferentes países, tales como Guatemala, leyes que aseguran su monopolio sobre las semillas, ya que tiene el dinero y el poder suficiente como para patentar las semillas criollas lo que provocaría su desaparición así como la desaparición del campesinado. El pueblo de Guatemala ha dado el primer paso para que el Congreso de la Republica derogue la ley pero tiene que quedar vigilante, no bajar la guardía y manifestar su rechazo a Monsanto y empresas similares con sus actos cotidianos. Que esta experiencia nos sirva para reflexionar y seguir adelante, no sólo es Monsanto y las grandes corporaciones transnacionales las que están en juego sino todo el sistema imperialista que subordina a Guatemala a sus intereses.
Guatemala no está sola, la “Ley Monsanto” forma parte de un plan estrategico a nivel planetario en el que la guerra militar se extiende a la guerra alimentaria, es decir, a la exterminación y degradación de nuestros alimentos, a la desaparición del campesinado y de cada uno de nosotros en tanto que individuos dignos y libres para convertirnos en consumidores de productos chatarra, en borregos incapaces de espiritu critico y robots. Lo que desafortunadamente, tenemos que admitirlo, son ya una gran parte de la población mundial. Las leyes y acuerdos sirven a intereses ajenos a los intereses de la población, es hora de que sea el pueblo el que hagan sus propias leyes y reglamentos y haga respetar sus intereses.
Naoemi Klein afirma que solo la fuerza de la gente puede acabar con la masacre en Gaza y Palestina. En la misma forma, el imperio de las grandes corporaciones transnacionales unidas en un sistema neocolonial en el que la industria de la guerra, el envenenamiento por medicamentos y el control de las semillas están estrechamente interrelacionados sólo podrá ser vencido en la medida en la que la fuerza de la gente y de las comunidades, unidas y organizadas crezca y trabaje en construir una sociedad que no esté basada en la explotación, la destrucción y la muerte. Las dos luchas, acabar con la guerra y las masacres y defender nuestras semillas criollas contra Monsanto forman parte las dos de una lucha global contra el sistema que busca dominar el mundo.
FELICITAMOS AL PUEBLO DE GUATEMALA POR SU VICTORIA Y LO LLAMAMOS A NO BAJAR LA GUARDÍA.
LLAMAMOS A TODAS LAS ORGANIZACIONES CAMPESINAS E INDÍGENAS Y A TODAS LAS PERSONAS HONESTAS DEL PAIS A LA ELABORACIÓN Y SOSTEN DE UNA ESTRATEGÍA NACIONAL DE RESCATE DE LAS SEMILLAS CRIOLLAS, CONOCIMIENTOS Y TECNOLOGÍAS ANCESTRALES PARA APOYAR A LOS CAMPESINOS QUE VALIENTEMENTE LAS SIGUEN CONSERVANDO Y REPRODUCIENDO
NO AL COLONIALISMO IMPUESTO POR LAS CORPORACIONES TRANSNACIONALES COMO MONSANTO
NO AL DESPOJO DE LOS CAMPESINOS DE SUS TIERRAS
NO A LOS ALIMENTOS OBTENIDOS POR MANIPULACIÓN GENÉTICA
NO AL CONSUMO DE ALIMENTOS TRANSGENICOS
NO A FERTILIZANTES Y PESTICIDAS-VENENOS
NO A LAS PATENTES SOBRE LA VIDA
NO A LA LIBERACION DE SEMILLAS MODIFICADAS GENETICAMENTE
APOYO DE TODOS LOS GUATEMALTECOS A LOS CAMPESINOS AGROECOLOGICOS
RESCATE Y MULTIPLICACIÓN DE LAS SEMILLAS CRIOLLAS
RESCATE DE PLANTAS MEDICINALES Y MEDICINA NATURAL
RESCATE DE LOS CONOCIMIENTOS Y TECNOLOGIAS ANCESTRALES
RESCATE DE LOS ALIMENTOS TRADICIONALES
RESCATE DE NUESTRA INDEPENDENCIA
RESCATE DE NUESTRA IDENTIDAD Y DIGNIDAD COMO PERSONAS.
ASOCIACIÓN SOLIDARIA DE ACCIÓN Y PROPUESTA DE PETEN (ASAPP)