34 años tuvieron que pasar para que la justicia guatemalteca decidiera dar inicio al juicio por la masacre en la quema de la Embajada de España hecho ocurrido el 31 de enero de 1980.

 

 

Con presencia de familiares y amigos de quienes fueron masacrados en la quema de la sede diplomática, representantes de organizaciones de derechos humanos, de mujeres, indígenas y campesinas así como de organismos internacionales, dio inicio el juicio dirigido por la juez Jeanette Valdez  del Tribunal B de Mayor Riesgo; el juicio se desarrolla en la Sala de vistas de la Corte Suprema de Justicia.

 

Dentro del público que escucha el desarrollo del juicio se encuentra sentado al lado de su familia y con una mirada atenta José Alfredo Yos quien expresó:  “No lo conocí, tenía año y medio cuando lo asesinaron”, al referirse a su padre Juan José Yos uno de las 37 víctimas que murieron quemados aquel 31 de enero. “Exijo justicia ya que han pasado 34 años  sin que los responsables materiales e intelectuales de la muerte no solo de mi  padre sino de todos los que fallecieron sean castigados”, refirió José Alfredo Yos.

 

Foto: familiares y amigos de quienes fallecieron en la quema de la Embajada de España se hicieron presentes a la Sala de Vistas

 

Al lado de José Alfredo Yos se encuentra Rafael González Yos hermano del fallecido  Juan José Yos. González Yos dijo que es un proceso importante porque han pasado ya 34 años de impunidad ya que  los responsables de la masacre no han sido enjuiciados. Asimismo dijo que su hermano formaba parte de la dirigencia del Comité de Unidad Campesina de ese entonces quienes denunciaron las violaciones que vivían las familias en la región del Quiche.

 

“Esperamos que se haga justicia porque no puede ser posible que se deje impune dicha masacre en donde quedaron muchos niños y niñas en la orfandad y mujeres viudas que tuvieron que luchar para mantener y criar a sus hijos e hijas”, finalizó González Yos.

 

Dentro del público que se dio cita hoy a la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia se encontraba Sebastian López hermano de  Mateo López Calvo quien también falleció en la quema de la Embajada de España. “Mi hermano luchó por todas las violaciones a los derechos humanos que cometía el ejército en el Departamento de El Quiché…”,”…queremos justicia porque fueron seres humanos los que fueron quemados y todos estos años ha sido muy doloroso para toda la familia”, indicó Sebastián López.

 

Al recordar aquellos años Sebastian López expresó que en los años 80 la situación en que vivían las familias indígenas y campesinas del departamento de El Quiche (situado en la región noroccidental de Guatemala a 164 kilómetros de la ciudad capital); además indicó que existían muchas violaciones a los derechos de hombres y mujeres por eso los dirigentes indígenas  y campesinos decidieron llegar a la capital para denunciar las violaciones de las que eran víctimas por las acciones cometidas por ejército de Guatemala durante el gobierno dirigido por Romeo Lucas García.

 

La Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú querellante adhesivo al momento de dar su testimonio dijo: “Quiero que las 37 personas que no tienen la oportunidad de hablar hoy, quiero que cierren su capitulo incluyendo a mi padre Vicente Menchú; quiero que descansen en paz, que ellos descansen en paz para que nosotros los hijos, los nietos, los padres y  las madres de ellos también descansemos en paz. Yo solamente quiero justicia justa, quiero nada más que la verdad legitima y la verdad legitima es mi verdad legítima…”. Declaró la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú.

 

Premio Nobel de la Paz actúa como querellante adhesivo en el juicio

 

María Canil lideresa Maya Quiche delegada política de la CLOC Vía Campesina dijo que el inicio del juicio por la masacre en la quema de la Embajada de España es una esperanza para las familias que por muchos años han exigido justicia; asimismo indicó que para el pueblo quiche es importante reconocer la valentía de hombres y mujeres  que le han antecedido por ello en el primer día del juicio asistió una delegación de lideresas de la región.

 

El único acusado en el juicio por la quema de la embajada de España es Pedro García Arredondo exjefe del Comando seis de la extinta Policía Nacional. Quien se abstuvo a declarar al momento que la juez le cedió  la palabra.

 

El Ministerio Público (MP) sindica a García Arredondo de los delitos de asesinato, asesinato en grado de tentativa y delitos contra los deberes de humanidad.

 

Antecedentes:

 

Las violaciones de las cuales eran víctimas las familias del noroccidente del país por parte del ejército de Guatemala durante el gobierno de Romeo Lucas García, motivo a líderes indígenas y campesinos de la región viajar a la ciudad capital para denunciar y hacerse escuchar. A las denuncias de los líderes quiches se unieron pobladores, obreros, cristianos, y dirigentes estudiantiles.

 

El 31 de enero del año 1980 llegaron a las instalaciones de la embajada de España  para solicitar de forma pacífica la intervención de la sede diplomática de lo que estaba sucediendo en el noroccidente del país.

 

Las fuerzas de seguridad irrumpieron en la sede de la embajada prendiendo fuego a la sede diplomática dejando un saldo de 37 fallecidos, entre ellos el cónsul español Jaime Ruiz del Árbol, el exvicepresidente de Guatemala Eduardo Cáceres Lehnhoff, el excanciller guatemalteco Adolfo Molina, líderes campesinos, líderes estudiantiles y cristianos. Se salvaron, con graves quemaduras, el Embajador de España y el campesino indígena Gregorio Yujá Xona, que fue secuestrado esa misma noche del hospital donde convalecía de sus heridas, y luego fue torturado y asesinado. El cuerpo de Yujá Xona fue luego arrojado frente a la rectoría de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

 

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