Elecciones presidenciales en Colombia: El cambio que impulsa el proceso de paz
Desde la Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA y su capítulo en Colombia, felicitamos al pueblo colombiano por hacer de estas elecciones presidenciales un hito histórico en el hermano país. Son múltiples los hechos que marcan esta jornada electoral, acontecimientos que tienen como principal causa el proceso de paz impulsado por las insurgencias de las FARC y el ELN y millones de colombianos y colombianas que han trabajado por décadas por la solución política al conflicto social y armado. Haciendo de estos comicios los más tranquilos en la historia del país, así como los de mayor participación (53%) después de finalizado el Frente Nacional en 1974.
Es un momento esperanzador para el pueblo colombiano, puesto que, por primera vez en la historia de la nación, los candidatos que representan fuerzas democráticas y la necesidad de defender y construir la paz, lograron el 50,2% de los votos (9’840.130), dando un gran golpe a las maquinarias corruptas y los partidos tradicionales. Es también un mensaje de soberanía y paz territorial ante la reciente admisión de Colombia a la OCDE y la OTAN, contraponiendo el proyecto popular de la vida al proyecto neoliberal de la muerte y la militarización.
Sin embargo, sabemos que la definición para segunda vuelta no es una simple suma de los votos de Fajardo y De La Calle a la Colombia Humana de Gustavo Petro y Ángela María Robledo, pues una parte de la diversidad del electorado que apoyó a estos dos candidatos se sitúa en el espectro del mal llamado centro, donde ha calado el discurso del “castrochavismo” y el “populismo” impuesto por los medios de comunicación en contubernio con la ultraderecha personificada en Iván Duque, representante del uribismo y toda su maquinaria paramilitar y mafiosa.
Ante este panorama, el reto que tenemos los movimientos sociales y sectores populares colombianos y latinoamericanos, es redoblar esfuerzos para lograr la unidad de las fuerzas democráticas consolidando una convergencia que permita por primera vez en la historia reciente del país, un gobierno democrático de y para las mayorías desposeídas y excluidas de Colombia.
Sabemos que las diferencias son múltiples pero no insalvables, siendo una oportunidad para aprender a construir desde la diversidad que nos constituye, poniendo por encima el bien de la patria y entendiendo la responsabilidad histórica que tenemos en este momento político que se nos presenta como posibilidad para romper con 200 años de gobiernos oligárquicos que han desangrado a nuestro pueblo, obligándonos a una guerra a la que no deseamos volver.
Desde los movimientos y organizaciones que integramos el ALBA en Colombia, ponemos a disposición nuestro compromiso y trabajo entusiasta por lograr el próximo 17 de junio, el triunfo de la Colombia Humana por que soñamos con una Colombia en paz para la vida, el bienestar, la justicia social, la democracia y soberanía plenas.
Unidad, Lucha, Batalla y victoria