Cada vez pierden más adeptos los partidarios de la guerra. Y gana más la Marcha por la paz, la democracia y la defensa de lo público. Pero es innegable que existen poderosos enemigos de la paz y se han convertido en un obstáculo para que en el país veamos realizada esta máxima aspiración. Quienes se oponen al fin del conflicto armado y están por la continuación de la guerra, olvidan que es el pueblo constituyente primario quien tiene verdaderamente la ruta de la paz y el único con autoridad moral para conquistarla.

Porque luchar por la paz, tan cara y escaza en los barrios y comunas donde actuamos y ejercemos nuestra actividad familiar, social, sindical, estudiantil, cultural y comunitaria se convierte también en el compromiso más dignificante. Por eso te convocamos a que nos unamos en la marcha del 9 de abril, te invitamos a hacer tuyas las banderas de la paz con democracia y justicia social, exijamos que ambas partes, gobierno y guerrilla, no se levanten de la mesa, pidámosles que pacten el cese al fuego bilateral y firmen el acuerdo humanitario, que garanticen la continuidad de los diálogos y se comprometan en la finalización del conflicto, la vinculación de la sociedad en la mesa de diálogos, la necesidad de que los problemas que hoy motivan la movilización social encuentren soluciones políticas sin la represión y la penalización de la lucha social, como lo indicó recientemente la Alta Comisionada para los Derechos Humanos.

Este nueve de abril será la gran marcha nacional del pueblo por la paz en Bogotá, porque un día como éste en 1948 pretendió la oligarquía asesinar la esperanza y los anhelos de cambio de todo un pueblo. Esperanzas de cambio que el líder popular Jorge Eliecer Gaitán supo interpretar como ninguno y que la reacción liberal-conservadora buscó acallar para siempre con su asesinato aquel nueve de abril, desatando con su magnicidio una guerra entre el pueblo que perdura hasta hoy.

También Medellín padece la guerra, y la ciudad más innovadora del mundo ostenta el deshonroso título de ser una de las más desiguales y más violentas, donde las bandas paramilitares y los llamados combos controlan el territorio en los barrios e imponen leyes de guerra, prohibiendo la movilización de sus habitantes, confinándolos en sus propias casas, impidiendo que asistan a las escuelas sus hijos y al trabajo muchas veces sus padres. El asesinato brutal de niños y niñas y todo aquel que se oponga a sus atrocidades, son el pan diario en los barrios de la ciudad. ¿Y qué hace la alcaldía y las instituciones encargadas de velar por la seguridad ciudadana y los derechos y libertades de sus habitantes? Como siempre, más policías y medidas represivas a sabiendas de que no pocas veces se ha demostrado la complicidad de la misma policía con la criminalidad.

La solución del conflicto empieza con la justicia social. Medellín también le apuesta a la paz; la reclama a gritos una ciudad que ha sufrido como ninguna las consecuencias de un conflicto cada vez más intenso que golpea sin misericordia sus comunas y barrios a pesar de las medidas policiales y represivas de los gobiernos locales.

Para Marcha Patriótica Antioquia los diálogos por la paz son la oportunidad histórica más grande a la que asistimos, tras décadas de guerra fratricida que ha regado de sangre los campos y ciudades y sumido en la desesperanza al pueblo colombiano donde todos y todas hemos perdido. El Estado y sus fuerzas militares, la economía, los empresarios, los agricultores, los niños y niñas, las mujeres, la gran familia colombiana, ¿quién no ha perdido en esta guerra? Solo quien no ha perdido insiste insensatamente en ella. Pero el derecho a la paz exige nuestro deber de conquistarla. Por eso invitamos a los y las medellinenses al gran encuentro por la esperanza en Bogotá este 9 de abril.

Si puedes organizar por cuenta propia el desplazamiento y acompañamiento de participantes al 9 de abril en Bogotá, bienvenida sea dicha iniciativa. Para mayor información:

Mail: marchapatrioticaantioquia@gmail.com.Facebook: marchapatrioticaantioquia@gmail.com

Marcha patriótica Antioquia por la segunda y definitiva independencia