En medio de un contexto de agresión integral que viven las comunidades del norte del Cauca, nuevamente lamentamos informar a la comunidad nacional e internacional que nuestros comuneros y comuneras siguen siendo víctimas de la violencia que no da tregua a los pobladores de la región, por un lado las comunidades han sido agredidas por el ESMAD en la liberación de la Madre Tierra en Corinto y Caloto. Por otro lado hace unos días lamentamos la muerte de una niña de 7 años en Agua Clara Buenos Aires por culpa de una mina quiebra pata puesta por los actores armados y el día de hoy, martes 26 de Mayo de 2015, nuevamente familiares y amigos lloran el crimen de Ana Nohemí corpus Mestizo.

La joven Ana Nohemí, de 31 años de edad y oriunda de la vereda Vilachí del resguardo indígena de Canoas, salió con sus familiares el pasado domingo, 24 de mayo, en horas de la tarde hacia un balneario conocido como “Santa Lucia”, jurisdicción de la vereda de San Pedro en Santander de Quilichao. Este es un lugar concurrido, especialmente los fines de semana, por personas del pueblo y de las veredas aledañas.

Según amigos y familiares de la joven, Ana Nohemí fue vista por última vez el domingo en la noche, departiendo en el balneario y luego desapareció. Al principio sus allegados pensaron que se había ido a pasar la noche donde un familiar. Llamaron a su celular repetidas veces sin obtener respuesta. Sus familiares, al no poder contactarla, empezaron labores de búsqueda con el apoyo de la guardia indígena de Canoas.

Lamentablemente el día de hoy, tres días después de la desaparición, encontraron a la joven comunera muerta cerca de la carretera que conduce de la vereda San Pedro hacia Jambaló. Su cuerpo fue hallado desnudo, boca abajo sobre un caño ubicado en un cafetal a escasos metros de esta carretera. Inmediatamente el hecho fue informado a las autoridades indígenas y las autoridades estatales como el CTI quienes de manera conjunta realizaron el levantamiento. Las investigaciones se están llevando a cabo por parte de la fiscalía.

Según datos oficiales suministrados por el Tejido de Justicia y armonía de la ACIN, Chab Wala Kiwe, se informó que la mujer fue torturada y violada sexualmente, posteriormente fue abandonada en el caño donde fue encontrada. La joven deja dos huérfanos, una niña de 6 años y un joven de 15 años que a partir de este momento quedan desprotegidos. Se espera que las investigaciones avancen y se encuentren las causas de los hechos y se capturen a los autores intelectuales y materiales de este atroz crimen. 

Este lamentable hecho demuestra, una vez más, que los derechos de las mujeres siguen siendo vulnerados y que el cuerpo de la mujer es utilizado como botín de guerra, especialmente en Colombia uno de los dos países (junto a México) donde ocurren más feminicidios en el mundo. Este crímen alarma cuando sucede en medio de varios hechos violentos sucesivos en el Cauca y en otros rincones del país, tras el levantamiento de la tregua unilateral de las FARC. El pueblo colombiano está aterrorizado ante estos hechos de violencia mientras se derrumba la promesa de la paz.