En las próximas horas la derecha de Brasil, Paraguay y Argentina, acorde a su historia política, intentarán consumar un golpe institucional en el Mercosur, para impedir que Venezuela asuma la presidencia pro-tempore del organismo.

 

Esta maniobra fue puesta en marcha por el canciller paraguayo Eladio Loizaga -miembr o del Partido Colorado que inició su carrera política bajo el ala del dictador Stroessner- y cuenta con el acuerdo de Mauricio Macri y de Michel Temer (en el gobierno a partir del golpe institucional en curso a la presidenta Dilma Roussef).

 

Se trata de un paso más en la contraofensiva imperial, que se propone destruir los procesos de integración regional construidos en estos primeros años del siglo XXI. En este camino quieren dar un golpe de Estado y expulsar a Venezuela de la presidencia y del propio Mercosur.

 

Como se deduce de lo que plantean Macri, Temer y Cartes, se proponen reorientar el bloque regional hacia la Alianza del Pacífico, dirigida a control remoto por Estados Unidos. El objetivo es facilitar la implementación del proyecto neoliberal en la región, al servicio de los intereses de las empresas trasnacionales y los sectores conservadores locales asociados.

 

A su vez, la jugada también busca aislar el proceso revolucionario venezolano, en el marco de un ataque político, económico, mediático e incluso paramilitar cada vez más intenso.

 

Por estas razones no tienen problema en violar el orden previsto para la rotación de las autoridades, ni presionar a Uruguay para que de marcha atrás en una decisión soberana obligada por la reglamentación vigente del Mercosur. El argumento, cínico viniendo de estos sectores políticos, es que en Venezuela no hay derechos humanos. Quienes han protagonizado y apoyado golpes en sus países; quienes reciben con honores a responsables de genocidios como Peña Nieto; quienes se relacionan estrechamente con las derechas paramilitares de Colombia y Venezuela, se disponen a dar un golpe institucional en el Mercosur en nombre de la democracia.

 

Desde la Articulación Continental de Movimientos Sociales hacia el ALBA, nuestro repudio a estas maniobras, nuestro pleno apoyo a Venezuela y nuestro compromiso por seguir aportando, en toda Nuestra América, a la concreción del proyecto histórico de Bolívar: la unidad y a la integración de nuestros pueblos.

 

04 de Agosto de 2016.

 

 

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