¡Por el derecho a la salud pública y gratuita para todas las poblaciones!
“Cuarentena social, sí; aislamiento, nunca;
cuidados colectivos para parar la propagación del virus, sí;
desmovilizadxs y en silencio jamás”.
Declaración La Vía Campesina
(Harare, Marzo 1, 2021) Estamos a más de un año de la crisis provocada por la pandemia del COVID19 en todo el mundo. Esta crisis sanitaria ha causado la muerte de aproximadamente dos millones de personas, y hay más de 77 millones de infectadxs, según las informaciones oficiales. Sin embargo, si se tiene en cuenta las cifras no oficiales, éstas podrían ser aún más altas. De lxs infectadxs, muchos sufrirán consecuencias de salud física y mental de por vida.
El conjunto de crisis que estamos viviendo simultáneamente como sociedades, incluyendo la económica, la política, la sanitaria y la medioambiental, tiene como consecuencia inmediata una profunda crisis social, con graves retrocesos de derechos, desempleos, corrupción, miseria, hambre, y violencia en todo el mundo, especialmente en los mal llamados países “subdesarrollados”.
La cuarentena social impuesta por los Estados fue una medida necesaria, pero tuvo consecuencias muy graves para la clase trabajadora. Muy pocos países han respondido a su población con políticas de apoyo económico y social, a muchos se les despidió, otrxs vieron disminuidos su salario a la mitad, y la gran mayoría de personas que dependen del trabajo informal para obtener ingresos y mantener a sus familias, ya sean trabajadorxs migrantes en los campos, familias campesinas en sus parcelas, pescadores en sus territorios, han tenido que vivir la peor cara de esta crisis, sin políticas de ingresos complementarios para que las familias puedan quedarse en casa.
Las zonas rurales están totalmente desatendidas y lxs trabajadores agrícolas, obligados a trabajar en condiciones de amenaza para sobrevivir, aunque son quienes alimentan al mundo, no tienen ninguna política que les proteja del virus ni les proporcione acceso digno a la atención sanitaria.
Algunos gobernantes, especialmente los vinculados a la nueva derecha política fascista, han llegado a minimizar los efectos de COVID19, intentando proteger la economía, y al empresariado, y trivializando la vida y la muerte de las mayorías.
¡Derecho Público y Gratuito a la salud!
Como La Vía Campesina exigimos el derecho a la sanidad pública y gratuita de todos los pueblos, tanto el proceso de prevención, de vacunación como el tratamiento que implique a largo plazo, luchamos para que la salud sea reconocida como un derecho humano, especialmente en esta crisis mundial.
Exigimos que los gobiernos respondan a su obligación de proteger a sus poblaciones y garantizar que todxs tengan acceso a la atención sanitaria preventiva, curativa y de calidad. Tal como lo reconoce la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos Campesinos (UNDROP) aprobada por los gobiernos en el 2018, en el artículo 23, que define el derecho a tener acceso en las zonas rurales a servicios sanitarios y al tratamiento necesario, incluyendo la protección de sus medicinas y prácticas tradicionales.
Sin embargo, la mayoría de los tratamientos y vacunas están bajo el control de grandes empresas y Estados, que de forma poco transparente, con mucha corrupción, están especulando con la vida y buscando aumentar los beneficios, distribuyendo las vacunas disponibles, principalmente entre los países ricos, jugando, además, con la competencia entre estos gobiernos, poniéndolas a disposición de quien mejor paga.
Asimismo, algunos gobiernos ricos están acaparando vacunas, comprando cifras hasta cinco veces mayor de su población. Mientras que en decenas de países pobres y explotados, las vacunas aún no han llegado.
Con la mercantilización de la vacuna y su politización, tendremos una enorme brecha entre las personas que viven en países ricos y los países pobres que no pueden pagarla. Estas personas dependen totalmente de la disponibilidad del mercado, y de la voluntad y capacidad de los gobiernos para negociar con las empresas farmacéuticas. Se trata de las mismas empresas multinacionales que dominan los mercados, y que disponen de la tecnología para fabricar vacunas, dominando el mercado de equipos, suministros médicos y logística para el transporte, almacenamiento y distribución de la vacuna.
Como La Vía Campesina afirmamos que la ciencia debe estar al servicio de la humanidad, y que la sociedad debe tener acceso a la información y poder evaluar los tratamientos ofrecidos. También exigimos el reconocimiento de la salud intercultural y popular, saberes ancestrales que han existido en nuestras sociedades, y que conciben la salud de forma integral, y que durante la pandemia han sostenido comunidades. Afirmamos que la salud debe empezar con una alimentación sana, que fortalezca el sistema inmune y que sea sustentable, como lo propone la Soberanía Alimentaria, que además cuida de la salud de los pueblos, y del planeta.
La investigación y el desarrollo de vacunas y medicamentos para estas enfermedades siempre se benefician de la financiación pública, por lo que nuestros impuestos ya deberían estar a disposición del público de forma gratuita Es inaceptable que se patenten las vacunas, dejándolas bajo el control de las grandes empresas transnacionales y el mercado, que busca mercantilizar la vida. Exigimos el fin de las patentes y el restablecimiento del derecho a la información y el control público, que garantice la buena calidad y contenido de las vacunas, así como la responsabilidad frente a posibles efectos adversos.
Para LVC el derecho a la salud implica el acceso igualitario y gratuito a la vacunación contra el COVID-19 para aquellas personas y poblaciones que lo requieran, al mismo tiempo que respeta el derecho a optar por otras vías sanitarias diferentes a las vacunas a aquellas personas y poblaciones que así lo decidan libremente, rechazando toda imposición forzada o coercitiva de las mismas.
Hoy la pandemia es un problema mundial, y tenemos que movilizarnos como sociedades para que la ONU, a través de la OMS (Organización Mundial de la Salud) y los gobiernos garanticen la vacunación pública, gratuita para toda la población mundial. Como La Vía Campesina afirmamos el derecho a la salud pública gratuita, y el acceso oportuno a la prevención, vacunación y tratamiento en cada país del mundo.
¡Luchemos por el derecho a la vida, de vivir de forma digna y saludable!
¡Internacionalicemos la lucha, internacionalicemos la esperanza!
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