Propuesta del CRIC en la Cumbre de los Pueblos frente al Cambio Climático

2010-04-27 00:00:00

Los pueblos Indígenas de Colombia, somos testigos de que la Madre Tierra está enferma. La actividad humana ha causado entre 50 y 1.000 veces más extinciones en los últimos 100 años que las que hubieran ocurrido por procesos naturales, creándose una crisis planetaria.
 
Pese a que la biodiversidad que hoy se encuentra en la Tierra es el resultado de cuatro mil millones de años de evolución, durante los últimos 50 años, la actividad humana ha provocado un enorme impacto sobre la naturaleza de tal forma que más de 16.300 especies están en peligro de extinción. 50 especies de flora y fauna dejan de existir en nuestra Tierra cada día, producto en su mayor parte de la intervención humana. De las 500 especies extinguidas desde el siglo XVI, una quinta parte de ellas lo hicieron durante el siglo XX.
 
El cambio climático y la crisis planetaria en general nos muestran la crisis global del modelo de desarrollo económico y social dominante basado en una economía extractiva, que depreda el territorio, profundizan en las desigualdades, priva a sectores importantes de la población de derechos fundamentales. El modelo económico ha llevado a una crisis civilizatoria, que actualmente azota a cientos de millones de personas en todo el mundo que viven en la miseria. Esta es una crisis inseparable de las ideas y los conceptos que se han ido imponiendo en las últimas décadas sobre cómo se entiende el progreso y el bienestar humanos.
 
Nos encontramos ante el tema del desarrollo cuyo modelo dominante ha generado una crisis civilizatoria, una crisis climática que demanda cambios radicales en nuestra sociedad. El actual modelo de producción y consumo hace que nuestra sociedad sea inviable y es el marco de la crisis del modelo de desarrollo donde deben inscribirse las soluciones a la crisis climática. Los pueblos indígenas, así lo entendemos y estamos decididos a seguir avanzado, en inclusión con otros sectores sociales, para encontrar soluciones y generar nuestras propias propuestas. Este Encuentro de Pueblos frente al Cambio Climático, así lo evidencia y por eso hoy estamos aquí.
 
Debemos partir de cuestionar el concepto de desarrollo dominante y avanzar hacia un concepto de sociedad armónica entre la naturaleza y la cultura, mediada por relaciones de reciprocidad, equidad social, respeto, en la que se permita, establezca y garantice una participación activa y plena de los pueblos en las decisiones de la vida económica, social y política. Se requiere como ya otros y nosotros lo hemos dicho un cambio radical en el modelo productivo y de consumo. Cambiemos el sistema no el clima.
 
Miles de organizaciones locales, pueblos indígenas y movimientos sociales y campesinos venimos sentando, las bases para una nueva sociedad en la que se están recreando ámbitos comunitarios y nuevas formas de relación y producción que marcan un hito en la construcción social que los nuevos tiempos nos demandan y en donde las mujeres desempeñan una función central. Como lo han expresado numerosos sectores sociales, la respuesta al cambio climático se hace “Creando el clima para la participación y la justicia”, analizando los impactos del Cambio climático y la Desertificación desde la perspectiva de la Justicia.
 
El concepto de justicia, como lo expresara una integrante de la Plataforma Boliviana frente al cambio climático, emplaza a los países desarrollados a “reconocer, admitir y pagar por la deuda ecológica”, adquirida tras años de explotación de la naturaleza. “Un 20% de la población del mundo contaminó 80% del planeta”, lo que ha creado una deuda histórica y por lo tanto exige mayores y urgentes cambios a los mayores responsables: las petroleras, los conglomerados industriales, las agroempresas y las elites dominantes del norte y del sur.
 
Para los pueblos indígenas el Desarrollo implica el equilibrio y armonía entre la naturaleza y los seres que la rodean. Hablar de Desarrollo, es hacer las cosas necesarias para el Bien Vivir, el Bien estar, pero en el marco del respeto por los demás. Sólo puede haber desarrollo cuando la gente sea y se sienta feliz en su entorno. Los pueblos indígenas partimos del principio de la integralidad como elemento que garantiza la vida, por eso nada está suelto, es un tejido equilibrado que armoniza la vida en todo su conjunto. Si algo se rompe genera un desequilibrio y por tanto se coloca en riesgo la vida El desarrollo significa aprender a caminar con los demás en el marco del respeto mutuo. El desarrollo también, implica que la producción y los desarrollos tecnológicos se sustenten en el respeto por la Madre Tierra, por lo sagrado, por el río, por todos los seres vivos, por los primeros habitantes de estas tierras, por nosotros mismos. Es el respeto por nuestras tradiciones, por la identidad cultural. El desarrollo necesita de la tolerancia, de la justicia, de la igualdad, de la solidaridad, y también de la responsabilidad de los gobernantes y de los gobernados, para tomar decisiones acertadas hacia el bien común.
 
Las respuestas a la crisis climática no pueden enmarcarse exclusivamente, en el ámbito de las responsabilidades compartidas o de acciones tecnológicas como tampoco se deben buscar las soluciones en el mercado o en la expansión de propuestas productivas impulsadas por el Gran Capital Transnacional.
 
Las plantaciones de árboles, llamadas “sumideros de carbono”. Que están en primera fila entre las falsas propuestas del mercado para enfrentar la crisis climática, parten de una visión simplista de que los árboles absorben dióxido de carbono de la atmósfera fijándolo en forma de materia orgánica, son una mentira que solo han servido para lograr que se instalen miles de hectáreas de plantaciones forestales y monocultivos que desplazan comunidades, destruyen bosques, contaminan el planeta y generando más cambio climático.
 
Los agrocombustibles tampoco representan ningún tipo de solución a la crisis climática sino todo lo contrario: agravan y profundizan el modelo energético basado en “quemar el planeta” y por eso ha sido amplio y claro el rechazo de los más diversos sectores de la sociedad tanto en el norte como en el sur.
 
La agricultura industrializada (agroindustria) y los cultivos transgénicos, tampoco son alternativas viables para enfrentar el cambio climático porque favorecen la uniformidad genética dando como resultado que en inmensas zonas se siembren una única variedad de alto rendimiento, práctica conocida como monocultivo, empleando insumos costosos como riego, fertilizantes y plaguicidas para obtener la máxima producción. Estos sistemas, han sido responsables de la afectación de ecosistemas naturales y de sistemas de producción múltiples y biodiversos que contenían cultivo de larga tradición, variedades agrícolas tradicionales, y saberes ancestrales milenarios ligados con la conservación, recuperación y promoción de la diversidad ecosistémica y de especies.
 
En las dos últimas décadas, las empresas multinacionales han impuesto, con la aprobación de gobiernos nacionales el control y propiedad de la diversidad fitogenética y del acceso a la misma en manos de dichas empresas, creando condiciones de total inequidad en el acceso a semillas y germoplasma para los pueblos indígenas y agricultores. La cuestión no es solo salvar la biodiversidad, sino de buscar formas de utilizarlas y conservarlas de modo sostenible y equitativo.
 
NUESTRA PROPUESTA EN LA CONFERENCIA MUNDIAL DE LOS PUEBLOS FRENTE AL CAMBIO CLIMATICO
 
Desde el Consejo Regional Indígena del Cauca-CRIC de Colombia , compartimos importantes propuestas de nuestros hermanos los pueblos indígena originario campesinos y organizaciones sociales de Bolivia así como de sectores ambientales y sociales de otros países latinoamericanos y del Norte, en el sentido de fortalecer las alternativas que desde nuestro continente se construyen, rechazando el modelo económico dominante que nos tiene hoy ante una crisis civilizatoria y uniendo los esfuerzos hacia un modelo del Buen vivir. En este sentido, compartimos la necesidad de enfatizar en:
 
Lo que necesitan los pueblos y el planeta es una transición justa y sostenible de nuestras sociedades a un modelo que garantice el derecho a la vida y la dignidad de todas las personas, y entregue un planeta más fértil y vidas más plenas a las generaciones presentes y futuras.
 
Los países llamados desarrollados y emergentes deben cambiar sus Modelos Económicos de Desarrollo, los Patrones de Consumo y el Sistema de vida.
 
No sólo se considere la reducción del riesgo de los impactos del cambio climático sino también la erradicación de la pobreza, la equidad de género, el empleo justo, el respeto a los derechos y tradiciones de los pueblos indígenas, y la reducción del deterioro de la biodiversidad.
 
La necesidad de promover propuestas que garanticen que el financiamiento para las acciones de respuesta al cambio climático llegue de manera efectiva a los pueblos indígenas originarios, apoyando el fortalecimiento de las propias visiones y cosmovisiones para el Vivir Bien.
 
Una reducción inmediata de las emisiones de gases de efecto invernadero de los países industrializados de 40 por ciento respecto de 1990 para 2020, así como el reconocimiento y pago de la deuda generada por el consumo excesivo del espacio atmosférico y los efectos sobre las poblaciones afectadas.
 
Urgentes cambios y responsabilidades a los mayores responsables del cambio climático: las petroleras, los conglomerados industriales, las agroempresas y las elites dominantes del norte y del sur.
 
Rechaza las "falsas y peligrosas soluciones orientadas al mercado", como la energía nuclear, los agrocombustibles, la captura y almacenamiento de carbono, los Mecanismos de Desarrollo Limpio, el carbón vegetal, los transgénicos denominados "climate ready" y la iniciativa REDD (Reducción de Emisiones de Carbono causadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques). Las "soluciones reales" estarían basadas en el "uso seguro, limpio, renovable y sostenible de los recursos naturales, y la transición a la soberanía alimentaria, energética, sobre la tierra y las aguas".
 
Un impuesto equitativo a las emisiones de dióxido de carbono, en lugar del régimen de cuotas comerciables, y el reemplazo de los organismos financieros multilaterales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, por instituciones "equitativas y democráticas".
 
Una Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra, que en su contenido contemple los derechos, deberes y obligaciones fundamentales de los seres humanos con la Madre Tierra y el Consejo Global de Defensa de los derechos de la Madre Tierra.
 
Un Referéndum mundial de los pueblos sobre el cambio climático. Consideramos acertado que como lo propuso el Presidente Evo Morales, que el 12 de octubre del 2010, sea el día del Referéndum Mundial sobre el Cambio Climático.
 
El Tribunal Ético para el cambio climático o Tribunal de Justicia Climática que juzgue crímenes climáticos. La creación de un Tribunal que tenga la capacidad vinculante de juzgar y sancionar a los Estados y a las Empresas que contaminen y provoquen el cambio climático ya que también es una de las principales causas de migración climática a nivel global.
 
Que se transfiera el gasto en las guerras para defensa de la Madre Tierra
 
Reconocer el papel fundamental de las mujeres en la concreción de alternativas de Vida frente al cambio climático y garantizar las condiciones para que de manera efectiva intervengan en las decisiones y control que emanen de los Pueblos indígenas y organizaciones sociales y por esto compartimos también, lo ya expresado en el sentido de que debe lograrse que los hombres y las mujeres cumplan un rol complementario en la lucha contra el recalentamiento global, que se recojan los impactos diferenciados en mujeres y niños en la vida cotidiana.
 
Consejería Mayor
 
Consejo Regional Indígena del Cauca- Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC
 
Cochabamba, Bolivia, abril 19 del 2010