Pueblos del Mundo acuerdan construir el Buen Vivir

2010-04-23 00:00:00

Acuerdo de los Pueblos de la Conferencia Mundial sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra plantea “la recuperación, revalorización y fortalecimiento de los conocimientos, sabidurías y prácticas ancestrales de los Pueblos Indígenas, afirmados en la vivencia y propuesta de Vivir Bien”.
 
Para enfrentar la crisis climática, hay que vivir en armonía con la Madre Tierra, como lo hicimos durante miles de años los pueblos indígenas, formando saberes ancestrales que sustentaron el Buen Vivir. Los pueblos del mundo han tomado conciencia de la magnitud de esta propuesta y la han hecho suya en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, que concluyó ayer en Cochabamba, Bolivia.
 
El Acuerdo de los Pueblos acordado por los más de 34 mil participantes en la Conferencia, dice textualmente: “Planteamos a los pueblos del mundo la recuperación, revalorización y fortalecimiento de los conocimientos, sabidurías y prácticas ancestrales de los Pueblos Indígenas, afirmados en la vivencia y propuesta de Vivir Bien, reconociendo a la Madre Tierra como un ser vivo, con el cual tenemos una relación indivisible, interdependiente, complementaria y espiritual”.
 
A lo largo del texto, el Acuerdo lleva a la práctica esta revalorización, levantando los principios y prácticas ancestrales de los pueblos indígenas, como “armonía y equilibrio entre todos y con todo; complementariedad, solidaridad, y equidad”.
 
Otras propuestas llevadas por los pueblos indígenas y sus organizaciones a la Conferencia de Cochabamba, y compartidas por otros sectores del movimiento social, forman también parte sustancial del Acuerdo de los Pueblos: responsabilidad de los países industrializados, necesidad de una Tribunal Internacional de Justicia Climática, rechazo a las falsas soluciones basadas en el comercio, urgencia de adoptar una Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra y respeto a los derechos de los pueblos indígenas universalmente reconocidos, son algunas de ellas.
 
El Acuerdo subraya que “el inmenso desafío que enfrentamos como humanidad para detener el calentamiento global y enfriar el planeta sólo se logrará llevando adelante una profunda transformación en la agricultura hacia un modelo sustentable de producción agrícola campesino e indígena/originario, y otros modelos y prácticas ancestrales ecológicas que contribuyan a solucionar el problema del cambio climático y aseguren la Soberanía Alimentaria, entendida como el derecho de los pueblos a controlar sus propias semillas, tierras, agua y la producción de alimentos, garantizando, a través de una producción en armonía con la Madre Tierra, local y culturalmente apropiada, el acceso de los pueblos a alimentos suficientes, variados y nutritivos en complementación con la Madre Tierra y profundizando la producción autónoma (participativa, comunitaria y compartida) de cada nación y pueblo”.
 
Exige, asimismo que “La Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas debe ser plenamente reconocida, implementada e integrada en las negociaciones de cambio climático. La mejor estrategia y acción para evitar la deforestación y degradación y proteger los bosques nativos y la selva es reconocer y garantizar los derechos colectivos de las tierras y territorios considerando especialmente que la mayoría de los bosques y selvas están en los territorios de pueblos y naciones indígenas, comunidades campesinas y tradicionales”.
 
Consecuente con ello, demanda “la plena y efectiva aplicación del derecho a la consulta, la participación y el consentimiento previo, libre e informado de los Pueblos Indígenas en todos los procesos de negociación así como en el diseño e implementación de las medidas relativas al cambio climático”.
 
Los pueblos del mundo comparten nuestro llamado al afirmar que “el mundo debe recuperar, aprender, reaprender los principios y enfoques del legado ancestral de sus pueblos originarios para detener la destrucción del planeta, así como los conocimientos y prácticas ancestrales y recuperación de la espiritualidad en la reinserción del vivir bien juntamente con la Madre Tierra”. 
 
Ahora es una sola voz, una voz universal:
 
¡Por los Derechos de la Madre Tierra y de los Pueblos… Reconstituyamos el Buen Vivir!
 
 
Lima, 23 de abril de 2010.
 
Coordinación General CAOI
 
COORDINADORA ANDINA DE ORGANIZACIONES INDÍGENAS – CAOI
Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Chile, Argentina