Inauguración de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y por los Derechos de la Madre Tierra
La Vía Campesina presente
Miles de delegados/as de La Vía Campesina (LVC) y de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) llegaron hasta esta población hospitalaria, para participar en la inauguración de esta histórica Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y por los Derechos de la Madre Tierra.
La delegación de LVC, compuesta por mujeres y hombres, campesinos y pescadores indígenas, migrantes, jóvenes y sus aliados como Amigos de la Tierra y otros movimientos, se unieron a los miles de asistentes que abarrotaron el estadio de Tiquipaya (cercano a Cochabamba) para acompañar al presidente de Bolivia, Evo Morales, en la inauguración de esta conferencia que trata de presentar una alternativa a la humanidad para salvar este planeta que ha sido condenado a la destrucción por el sistema capitalista industrial depredador.
Hasta este estadio llegaron, además de LVC, las mujeres campesinas indígenas luchadoras de Bartolina Sosa, los pueblos indígenas de la región andina, los quechuas, los ayllus, markas, los wichis, y otros, así como los kichwas del Ecuador, los guaraníes, los kuna de Panamá, entre los muchos pueblos indígenas de Latinoamérica. Pero también llegaron los representantes del Movimiento Indio Américano, y Faith Gemmel, de Alaska, que hablaron a nombre de los pueblos indígenas que se encuentran mucho más al norte del continente. Llegaron los movimientos sociales de Bolivia y de muchas partes del hemisferio.
Fueron precisamente los representantes de los pueblos indígenas, los pueblos originarios, quienes iniciaron la jornada con una ceremonia para rendir honores a la Pachamama, al agua, al sol y a los elementos de la vida y para pedir permiso para celebrar el acto de inauguración de la conferencia.
También llegaron los sindicatos y las combativas mujeres mineras y los mineros de La Paz. Muchísimos representantes de comunidades rurales y hasta comunidades urbanas afectadas por la crisis climática, víctimas del despojo de sus tierras y de sus recursos naturales, desplazados por las minerías y la destructiva agricultura industrial.
Miles de voces que se unieron bajo la convocatoria del presidente Evo Morales, quien en su intervención ante un estadio lleno de fervor y energía, declaró que en la batalla para lidiar con el cambio climático no habría que olvidar que “el enemigo central es el capitalismo, que es la fuente de simetrías y desequilibrios en el mundo”. El presidente Evo Morales recordó a los presentes de que “el hombre no está sobre la tierra o para dominar la tierra”, porque “el hombre y la mujer son parte de la tierra”. Y agregó, por lo tanto que “tenemos que luchar para salvar a la tierra del capitalismo”.
En el acto inaugural, el prefecto de Cochabamba, Jorge Ledezma, había dado un emotivo discurso de bienvenida a todas y todos los asistentes a la inauguración. Después de este saludo, cinco representantes de los cinco continentes, se dirigieron a las y los asistentes para expresar mensajes de solidaridad y exhortarlos a todos a alzar la lucha en defensa de la Madre Tierra.
Etelvina Masioni, dirigente campesina del Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil, dio un emotivo mensaje a nombre de las mujeres y hombres de las organizaciones que integran La Vía Campesina y la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones Campesinas. Etelvina dijo que el sistema capitalista ha llevado a la humanidad a una crisis climática de grandes proporciones, por lo que había que construir un gran movimiento de masas, de la creación de amplias alianzas y la presión permanente a los estados, para proteger la tierra. Así mismo, presentó la alternativa de las campesinas y los campesinos del mundo de una agricultura campesina, agroecológica y sustentable, para frenar la crisis climática y salvar a la humanidad.
Hubo música latinoamericana, bailes, ceremoniales indígenas, antes y después de la inauguración. Mantas con mensajes que llaman a la batalla por la tierra y en contra de los intereses del capital y los estados que los encubren. Las consignas reflejaban el sentimiento popular: “¡Cambiemos al sistema, no el clima!” y muchas otras más.
Pero fue la delegación de LVC que atrajo la atención y las simpatías de muchísimos de los asistentes. Sus banderas verdes, junto a las banderas multicolores de las organizaciones LVC presentes, hicieron que miles de personas se unieran a la consigna de “¡Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza!”
Fue un acto popular memorable e inspirador. La delegación de LVC salió fortalecida y animada. Ahora tenemos que asumir el compromiso en todas las regiones y en todas las organizaciones, y acompañados de aliados importantes, de alzar la lucha para proteger los derechos de la tierra y frenar al sistema culpable del cambio climático.
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Carlos Marentes
Vía Campesina Norte América