: Los derechos de los pueblos y de la naturaleza deben ser la preocupación central de las políticas y programas destinados a superar la crisis climática
No más deudas
Jubileo Sur va asumiendo la problemática del cambio climático como una de sus líneas permanentes de acción. Su aporte frente al cambio climático y la financiación está enfocado en su relación con la deuda ilegítima y la demanda de reparaciones de las deudas ecológicas y climáticas contraídas con el Sur, y la necesidad de fortalecer los movimientos del Sur para lograr las transformaciones que los pueblos y la naturaleza necesitan.
La profundidad de la crisis económica-financiera ha claramente conducido a la comprensión de que estamos frente a una crisis del sistema capitalista, una crisis de civilización, que como consecuencia se refleja en otras crisis como la ecológica, alimentaria, energética, política y social. Si bien este tipo de crisis tienen su origen en el Norte, en el papel y las políticas dictadas e impuestas por los países y las Instituciones Financieras Internacionales (IFIs) que ellos controlan, con la conformidad de muchos gobiernos del Sur, son los pueblos trabajadores, pescadores, indígenas, comunidades tradicionales y forestales y mujeres que se ven obligados a pagar la mayor parte de las consecuencias y los costos, en particular los pueblos del Sur. La crisis climática no escapa a esta realidad.
Sin embargo, las respuestas han sido hasta ahora destinadas a reinventar y relegitimar el mismo sistema y las instituciones que han sido en gran parte responsables de esta crisis. La deuda ha sido utilizada como un instrumento para dominar y controlar a los gobiernos, pueblos y recursos del Sur, incluyendo la financiación de proyectos y la promoción de políticas que han contribuido enormemente a la exacerbación y la escalada del cambio climático. No obstante, programas de clima siguen siendo financiados a través de préstamos de las mismas IFIs, que conducen a mayores niveles de endeudamiento ilegítimo. Los esfuerzos están mas enfocados en como lucrar del cambio climático que en llegar a la raíz de las causas de la crisis y la creación de un nuevo sistema. Falsas soluciones, como el mercado de carbono, los agrocombustibles, hidroeléctricas, carbón y energía nuclear, son cada vez más promovidas. El comercio de carbono - que es fundamental para estas falsas soluciones - sólo permite que las corporaciones transnacionales y los países enriquecidos compren el derecho a contaminar a expensas de los pueblos y países del Sur. Peor aún, el comercio de carbono ha dado lugar a nuevos y despreciables instrumentos para obtener beneficios de la contaminación similar a la proliferación de derivados financieros, que fue una de las principales causas de la reciente burbuja y crisis financiera y económica.
Es importante destacar que la justicia climática - en particular los costos para prevenir y responder a los impactos del cambio climático y de lograr modelos de desarrollo equitativos y de bajo carbón - no puede ser analizada, sin la perspectiva más amplia de la deuda ecológica y su relación con la deuda financiera y el sistema económico mundial. Un sistema financiero justo y adecuado para abordar los impactos del cambio climático, por ejemplo, tiene que ser construido de una manera totalmente diferente de lo que se ha aplicado hasta ahora. No se puede abordar adecuadamente la justicia climática, a menos que los impactos climáticos sobre los derechos humanos y los derechos de la naturaleza en general, incluyendo los regímenes de alimentación y agua, vivienda, energía, transporte y migración - los impactos ecológicos - estén debidamente incluidos en los sistemas financieros y económicos.
Jubileo Sur sostiene que:
la lucha contra el cambio climático pasa por la transformación del sistema de producción y el consumo capitalista y el paradigma de crecimiento desarrollista, basados ambos en la creencia de que los recursos naturales son ilimitados;
los derechos de los pueblos y de la naturaleza deben ser la preocupación central de las iniciativas y medidas destinadas a superar la crisis climática;
las verdaderas soluciones al cambio climático no conducen a la acumulación de nueva deuda financiera – que sería por definición ilegítima - o la generación de más deuda ecológica y climática.
Por tanto, después de Copenhague también continuamos reclamando, entre otras demandas:
la anulación inmediata y incondicional de las deudas que el Norte cobra a los países y pueblos del Sur, a costa además de la naturaleza y en particular el clima;
la restitución y reparación de las deudas ecológicas y climática que los países, corporaciones, instituciones y elites del Norte deben a la naturaleza, a los pueblos del Sur y a todas las comunidades violadas y explotadas a través de los procesos de acumulación que ellos lideran;
las instituciones financieras internacionales deben mantenerse fuera del clima, como parte de una estrategia más amplia para detener sus operaciones e intervención en el Sur;
el fin de las falsas soluciones basadas en el mercado y los megaproyectos, como por ejemplo el mercado del carbono, REDD (Reducción de emisiones de la deforestación y la degradación) , los agrocombustibles, las hidroeléctricas, carbón y energía nuclear; y
la construcción de alternativas que se basen en los derechos y necesidades de los pueblos, incluyendo el control por parte de los pueblos y comunidades de los recursos naturales, la agricultura familiar, la protección de los bosques y un camino inverso hacia la soberanía energética y sociedades no dependientes de la energía de hidrocarburos.
Fortaleciendo el movimiento de Justicia Climática: Tribunal de los Pueblos
En septiembre de 2009, varias organizaciones y movimientos de Asia realizaron un Tribunal Internacional de Clima en Bangkok, durante la reunión de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. En octubre de 2009, en Cochabamba Bolivia, otras redes y movimientos sociales realizaron una Audiencia Preliminar del Tribunal Internacional de los Pueblos de Justicia Climática. En diciembre de 2009 en Copenhagen, fue realizada una actividad y una reunión de estrategias “Hacia un Tribunal de los Pueblos sobre Deuda Ecológica y Justicia Climática”. En Copenhagen se decidió seguir avanzando en 2010 hacía este Tribunal, aprovechando momentos importantes, como es la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, para pensar en la realización de una audiencia en Cancún, México. Cochabamba será una oportunidad para reafirmar los consensos logrados hasta ahora, compartir responsabilidades y avanzar en el marco de la acusación y la metodología.
El objetivo de un Tribunal de los Pueblos es profundizar la comprensión y denuncia de las causas y las responsabilidades de la deuda ecológica y el cambio climático, y avanzar en las estrategias para parar y revertir los procesos dañinos y lograr reparaciones
Desde Jubileo Sur seguiremos impulsando y apoyando iniciativas como la continuación de los esfuerzos populares para constituir un Tribunal Internacional de Deuda Ecológica y Justicia Climática – decidida por numerosas redes y organizaciones en una sesión convocada a tal efecto en Copenhague –, y la realización de Auditorias de las Deudas Climáticas y Ecológicas y de Asambleas de los Pueblos Acreedores para acordar estrategias y acciones para su restitución y reparación.
Son iniciativas destinadas a fundamentar y fortalecer las propuestas y luchas hacia la justicia ecológica y climática, contribuyendo a su vez a la lucha contra la dominación de la deuda y a favor de la soberanía financiera y la plena vigencia de los derechos de los pueblos. Hacemos un llamado a todos los movimientos y organizaciones populares a participar en estas y otras iniciativas, movilizándonos para cambiar el curso de las negociaciones y lograr avances verdaderos.
Jubileo Sur
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