Nicaragua: VI Congreso de la ATC
El 25 y 26 de marzo se realizó el Sexto Congreso de la Asociación de Trabajadores
del Campo (ATC) de Nicaragua, con la participación de 500 representantes de todas
las federaciones del país. José Adán Rivera, dirigente nacional, se refiere a
continuación a las principales resoluciones adoptadas en este evento.
En este VI Congreso de la ATC se evaluaron tres años de trabajo y se aprobó un plan
para tres años, o sea para del 95 al 98. Esto es con el objetivo de que las tormentas
electoreras no incidan negativamente, pues en el 96 son las elecciones,
independientemente de que nosotros también somos una fuerza que participamos en
la dinámica nacional, nosotros respaldamos al FSLN, vamos a poner candidatos para
los consejos municipales, los departamentales, para la asamblea nacional y cuadros
para ampliar el nivel de influencia y de incidencia de la ATC para gestionar los
intereses de los trabajadores del campo.
El tema principal que se trató en el congreso fue cómo manejar la dicotomía
empresas de trabajadores y sindicatos, y cómo ampliar la apertura del ATC hacia el
movimiento cooperativo y hacia los que llamamos Comités Comarcales, o sea
campesinos que viven en comarcas, que están desempleados, que tienen sus pequeñas
parcelas de tierras pero que no necesariamente tienen una relación laboral, formal.
Entonces, cómo la organización va a estructurar eso, cómo potenciar el movimiento
de mujeres del campo para fortalecer la organización y los mismos intereses de las
mujeres, y cómo abrir lo que se llama el movimiento juvenil del campo, que es,
digamos, trabajar con las nuevas generaciones para que ellos asuman lo que es la
continuidad del trabajo de la Asociación.
El area propiedad de los trabajadores
En la ATC hay más o menos unas 71 mil familias organizadas, de las cuales unas 18
mil son las que conforman el Area Propiedad de los Trabajadores (APT), que ya ha
hecho tres ejercicios económicos. Esto significa que el modelo de la APT funciona,
es competitivo, hay organización empresarial, están en el mercado, juega el rol que
nosotros definimos como una estrategia para crear las bases económicas de la
organización y que eso sirva de retaguardia al movimiento de lucha global de los
trabajadores del campo, de los campesinos pobres.
En este plano planteamos: Primero, lograr la legalización de todo eso. Es decir que
pasemos de tener contratos de arriendo con opción a compra, a tener escrituras de
derechos legítimos. Teniendo eso vamos a tener la documentación necesaria para
poder acceder a líneas de crédito con organismos internacionales y bancos
nacionales.
Segundo, poner en práctica un sistema superior de organización empresarial, que
sean competitivas esas empresas, que se optimicen los recursos, la formación de un
sistema de gerencia moderno, que permita competir, porque el sistema que hay en
Nicaragua es bastante básico. Entonces, nosotros, al sistema gerencial lo estamos
puliendo, eso va a permitir la conquista de tecnología para la agricultura en
Nicaragua.
Tercero que la APT tiene que darle fuerza al componente de la conservación del
medio ambiente, lo que es la flora y la fauna y lo que es la producción alimentaria
con la menor cantidad de veneno posible. Para eso tenemos que crear otra cultura de
producción agropecuaria, que procure la conservación del medio ambiente, que sea
un sistema más justo de relaciones sociales de producción y que sea competitivo,
porque sino sale de juego.
Y, por último, fortalecer un sistema que le llamamos nosotros los consejos de
producción y productividad que es la forma práctica de cómo los trabajadores
participan en todo el proceso de la toma de decisiones de estas empresas para que no
se conviertan en aparatos burocráticos o tecnócratas, al margen de los dueños que
son los trabajadores. Y todo eso cruzado con capacitación y técnica.
Por otra parte, se acordó estructurar empresarialmente a las cooperativas para
defender lo que nosotros llamamos las tierras en conflicto, ya que a parte de lo que
se negoció del APT hay unas 20 mil has. de tierra, en unas 6.000 familias que están
en conflicto, entonces eso lo vamos a estructurar empresarialmente para defender en
primer lugar la posesión de la tierra, ya que el actual gobierno se las quiere regresar
a los nicaragüenses norteamericanos.
Ultimamente esto se ha intensificado, dentro de lo que es el regreso del somocismo
en Nicaragua o el fenómeno de la contrarreforma agraria que se está dando por la vía
del ahogamiento económico a los campesinos, para obligarlos a vender las tierras
por hambre. Entonces, aprobamos un plan de resistencia, de organización
empresarial y de gestión financiera para defender lo que es la reforma agraria.
En el congreso se aprobó también trabajar en el diseño de lo que pudiera ser un
sistema de relaciones laborales en donde se respeten los derechos y deberes de los
trabajadores y empleadores. Nosotros atendemos gran parte de los sindicatos que le
trabajan a los empresarios agrícolas del país, sin embargo históricamente la ATC
organizó sindicatos para apropiarse de los medios de producción, es decir para
confiscar, ahora tenemos que modular un poco eso para llegar a organizar lo que
serían los convenios colectivos, un sindicalismo en ese sector que coexista con los
empresarios, porque ya no tenemos la correlación de fuerzas como para apropiarnos
y confiscarlos sino que tenemos que convivir con ellos.
Esto implica defender algunas cosas básicas, como hacer causa común con los
productores para los programas de financiamiento para generar empleo, porque el
desempleo en el campo es del 60%, nosotros apoyaríamos esas campañas de
financiamiento para generar empleo, apoyaríamos lo que es la gestión de
presupuestos municipales para mantener los servicios de salud y educación que
permita estabilizar a la población en el campo y poderla vincular más a los sistemas
productivos del campo.
Además, precisamos ir equilibrando lo que es la relación de la inflación con los
precios y el salario. Es decir, tenemos un planteamiento de salario mínimo, que lo
estamos viendo también a nivel centroamericano, porque como ahí hay un proceso de
integración centroamericana, entonces también estos planteamientos los estamos
articulando.
Todo esto se complementa con el plan de reforma agraria que nosotros tenemos,
puesto que hay miles de familias que todavía no tienen la tierra. Nosotros estamos
haciendo una propuesta al gobierno para entregar de manera racional, tierra a los
campesinos sin tierra, a partir de un acuerdo. Es decir, no con las invasiones
indiscriminadas que nosotros hicimos en los 80, o sino objetivamente demostrando
que hay tierras ociosas en manos del latifundista que no la trabaja y que hay gente que
la quiere trabajar, que vive en miseria y que si hacemos un esfuerzo
gobierno-estado-empresarios podemos seguir avanzando, y eso va a permitir frenar
la contrarreforma agraria. O sea estamos en otro escenario y a partir de él queremos
consolidar lo que hizo la Revolución en los 80.