Argentina

Resistiendo al modelo

2001-06-01 00:00:00

El 8 de julio se inició el segundo mandato presidencial de Carlos Saul Menem en
argentina. en las líneas que siguen Raúl Omar Galván, Presidente de la Unión de
Campesinos Poriajhu de la Provincia del Chaco, se refiere al impacto que ha
producido en el agro argentino las políticas neoliberales aplicadas durante el
primer gobierno de Menem.

Lo que Menem ha hecho desde que asumió el poder, es aplicar un proyecto que se
venía dando ya en los últimos 20 años, con procesos militares, con procesos
aplicados por Alfonsín y la modernización. Hoy la política neoliberal en Argentina se
expresa en concreto en la desnacionalización por completo de nuestro país, o sea la
transnacionalización prácticamente de todo el país, con consecuencias muy graves.

Esta política de la gran empresarización, de la gran concentración de capital y la
monopolización de la economía argentina, ha repercutido en el campo de manera
muy fuerte, por el hecho de que el campo para la Argentina hoy es uno de los
factores fundamentales para la economía, por el mismo proceso de
desindustrialización en el que está inmerso. Hoy la industria argentina prácticamente
no existe.

Entonces hoy el país se está transformando en un gran país agro exportador, y en ese
sentido esta política neoliberal lo que se plantea es la recuperación capitalista en el
campo. O sea, nuestro país tiene una historia de la gran producción agraria a través de
miles de chacareros que producían y hacían una producción en base a una estructura
de pequeña y mediana propiedad. Todo eso hoy se está reconvirtiendo a través de la
política neoliberal, y eso va a traer como consecuencia la desaparición concreta de
200 mil pequeños productores en nuestro país.

Lo que se está planteando es que la pequeña y mediana producción si no se adecúa a
los nuevos momentos que hoy se vive, si no se moderniza, lamentablemente tiene
que dejar lugar a la inversión de capitales en el campo, a la empresa en el campo.
Hoy se dan casos concretos en donde ya los agricultores han sido desplazados,
porque los que producen hoy en Argentina son empresas, ya no son más agricultores,
sino que son grandes empresas. La industrialización del algodón, por ejemplo, está
en manos de grandes empresas que en las ciudades tienen las grandes filaterías y en
el campo las grandes extensiones de tierras, y donde la materia prima pasa por sus
propias empresas y para la exportación.

Esto naturalmente tiene graves consecuencias. Hay una desaparición en concreto de
200 mil pequeños productores, que no lo decimos únicamente nosotros, lo dice el
propio gobierno, el gobierno en un discurso dijo que lamentablemente hay gente que
este modelo la coloca afuera, y de esa gente hay 200 mil pequeños productores que
van a quedar afuera. Y no sólo se trata de 200 mil personas, porque éstas tienen
familias.

La Unión de Campesinos Poriajhu

Nuestra organización fundamentalmente está compuesta por los pequeños
productores y campesinos pobres. Nosotros decimos esto de campesinos pobres y
pequeños productores, porque hay campesinos en Argentina que están con tierra pero
ya sin posibilidades de producir por cuestiones de falta de crédito, porque no hay
precio para la producción y porque sufren el embate de una política donde los
insumos están por sobre los precios que se pagan por la producción cuando se
cosecha.

Nuestra organización surge desde hace cinco años, con una demanda fundamental que
fue el tema de la lucha por el precio y en defensa de la producción primaria en
nuestro país. Es una organización que contempla a estos 200 mil pequeños
productores que van a desaparecer, por lo que la lucha fundamental que estamos
dando es justamente para que no desaparezcan como pequeños agricultores.

Es una organización pluralista, es una organización que tiene como objetivo la
resistencia y la confrontación con este modelo neoliberal, y lucha por ir elaborando
un proyecto alternativo. Cuanto más que el gobierno no tiene una política agraria, lo
que tiene son objetivos de transformar el agro y entregar el agro a las grandes
empresas, o sea no hay una política para resolver los problemas de la organización.

Hoy nuestra organización es provincial, pero aspira algún día ser parte de una
organización nacional, de articular las luchas y poder tener una central única de
pequeños productores y de campesinos pobres. Creemos que esa es la salida por lo
menos para estar en mejores condiciones para enfrentar a este proyecto neoliberal.

Nuestra lucha, además de la defensa de la producción, es en defensa de la salud, de la
educación, en defensa de todo lo que sea patrimonio popular. Es decir, no solamente
luchamos por las cuestiones del campo sino por todo lo que sea patrimonio del
pueblo.