Paraguay

"No podemos competir con Azadon y Machete"

2001-06-01 00:00:00

En las siguientes líneas, Alberto Arecó, presidente de la Federación Nacional
Campesina del Paraguay, y Belarmino Balbuena, secretario general del
Movimiento Campesino Paraguayo, se refiere al Mercado Común del Sur
(mercosur), a la reforma agraria, a la organización campesina y a la relación del
movimiento campesino con las centrales sindicales.

Los dirigentes campesinos paraguayos asistieron al III Congreso del Movimiento sin
Tierra del Brasil, llevado a cabo en Brasilia del 24 al 27 de julio. Allí expusieron para
el Boletín de la CLOC sus puntos de vista sobre la problemática agraria del Paraguay,
cuyos planteamientos presentamos a continuación.

Integración sin solidaridad

El Mercado Común del Sur fue fundado el 26 de marzo de 1991 por Argentina,
Brasil, Paraguay y Uruguay. Sus objetivos son lograr la integración económica y la
libre circulación de mercaderías entre estos países.

El MERCOSUR tendrá un fuerte impacto en el Paraguay pues su economía es débil
en relación a la de sus vecinos. "La economía paraguaya es totalmente arcaica, no hay
tecnología ni infraestructura, entonces los que van a salir beneficiados son los
grandes agroexportadores y los ganaderos", según los dirigentes campesinos.

"También vamos a estar perjudicados como país; por ejemplo Brasil produce mejor y
en gran cantidad en base a la maquinaria que tiene, nuestro Producto Interno se va a
reducir mas que nunca, porque nosotros no podemos competir mientras estemos
trabajando con azadón y machete. Entonces el Paraguay se va a convertir en un
mercado donde los argentinos, los uruguayos, los brasileños, los grandes
empresarios hagan sus intercambios de producción y Paraguay se habrá convertido
en un puente entre Brasil y Argentina".

El MERCOSUR preocupa a los campesinos paraguayos, pues no ha tomado en cuenta
a los pequeños productores ni tampoco su escasa capacidad tecnológica y de
negociación. Lo que Paraguay va a vender es la tierra, recurso que va a entrar en el
mercado internacional con más frecuencia. Esto se adecúa, exactamente, con todos
los planes del neoliberalismo.

El MERCOSUR constituye una amenaza a la soberanía y no contempla la solidaridad
porque se fija solo en la integración económica. "De ahí que ya en su momento las
organizaciones campesinas y agrarias del Cono Sur habíamos discutido y analizado, e
incluso hicimos un seminario y resolvimos hacer nuestra la integración en la que
haya solidaridad, en la que haya soberanía y autodeterminación de los pueblos",
señalan Arecó y Balbuena.

Acciones esporádicas

En Paraguay, las transnacionales han ingresado al campo dedicándose al cultivo
extensivo del algodón y la soya. La tierra se concentra en pocas manos: se calcula
que un 2% por ciento de propietarios ocupa el 85% de las tierras paraguayas.

La dictadura de Alfredo Strossner, que gobernó el país desde 1954 a 1989, y los
gobiernos que le sucedieron (el del general Andrés Rodríguez y el de Juan Carlos
Wasmosy, que rige actualmente) poca atención han prestado a la reforma agraria.

Las acciones del gobierno, así como de las instituciones responsables de la reforma
agraria, son muy esporádicas y se las utiliza para los fines de los partidos
tradicionales. A veces llevan a la gente un lo
En las siguientes líneas, Alberto Arecó, presidente de la Federación Nacional
Campesina del Paraguay, y Belarmino Balbuena, secretario general del
Movimiento Campesino Paraguayo, se refiere al Mercado Común del Sur
(mercosur), a la reforma agraria, a la organización campesina y a la relación del
movimiento campesino con las centrales sindicales.

Los dirigentes campesinos paraguayos asistieron al III Congreso del Movimiento sin
Tierra del Brasil, llevado a cabo en Brasilia del 24 al 27 de julio. Allí expusieron para
el Boletín de la CLOC sus puntos de vista sobre la problemática agraria del Paraguay,
cuyos planteamientos presentamos a continuación.

Integración sin solidaridad

El Mercado Común del Sur fue fundado el 26 de marzo de 1991 por Argentina,
Brasil, Paraguay y Uruguay. Sus objetivos son lograr la integración económica y la
libre circulación de mercaderías entre estos países.

El MERCOSUR tendrá un fuerte impacto en el Paraguay pues su economía es débil
en relación a la de sus vecinos. "La economía paraguaya es totalmente arcaica, no hay
tecnología ni infraestructura, entonces los que van a salir beneficiados son los
grandes agroexportadores y los ganaderos", según los dirigentes campesinos.

"También vamos a estar perjudicados como país; por ejemplo Brasil produce mejor y
en gran cantidad en base a la maquinaria que tiene, nuestro Producto Interno se va a
reducir mas que nunca, porque nosotros no podemos competir mientras estemos
trabajando con azadón y machete. Entonces el Paraguay se va a convertir en un
mercado donde los argentinos, los uruguayos, los brasileños, los grandes
empresarios hagan sus intercambios de producción y Paraguay se habrá convertido
en un puente entre Brasil y Argentina".

El MERCOSUR preocupa a los campesinos paraguayos, pues no ha tomado en cuenta
a los pequeños productores ni tampoco su escasa capacidad tecnológica y de
negociación. Lo que Paraguay va a vender es la tierra, recurso que va a entrar en el
mercado internacional con más frecuencia. Esto se adecúa, exactamente, con todos
los planes del neoliberalismo.

El MERCOSUR constituye una amenaza a la soberanía y no contempla la solidaridad
porque se fija solo en la integración económica. "De ahí que ya en su momento las
organizaciones campesinas y agrarias del Cono Sur habíamos discutido y analizado, e
incluso hicimos un seminario y resolvimos hacer nuestra la integración en la que
haya solidaridad, en la que haya soberanía y autodeterminación de los pueblos",
señalan Arecó y Balbuena.

Acciones esporádicas

En Paraguay, las transnacionales han ingresado al campo dedicándose al cultivo
extensivo del algodón y la soya. La tierra se concentra en pocas manos: se calcula
que un 2% por ciento de propietarios ocupa el 85% de las tierras paraguayas.

La dictadura de Alfredo Strossner, que gobernó el país desde 1954 a 1989, y los
gobiernos que le sucedieron (el del general Andrés Rodríguez y el de Juan Carlos
Wasmosy, que rige actualmente) poca atención han prestado a la reforma agraria.

Las acciones del gobierno, así como de las instituciones responsables de la reforma
agraria, son muy esporádicas y se las utiliza para los fines de los partidos
tradicionales. A veces llevan a la gente un lote de medicamentos y hacen una gran
propaganda, inclusive esa comisión está encabezada por el propio Gral. Lino Oviedo,
Comandante en Jefe del Ejército, que se mantiene en servicio activo.

"En este sentido nosotros tenemos que denunciar estos actos, porque se aprovecha
de las necesidades más urgentes de la gente que frente a su aislamiento -está
generalmente en medio del bosque- se ve obligada a acudir a estos medios. Nuestros
compañeros repudian y rechazan estas actitudes, en algunas zonas tratamos de
advertir pero en otras no podemos".

"En estos últimos tiempos los gobiernos ya no hablan de reforma agraria sino de
desarrollo rural, y justamente no sólo en Paraguay están implementando políticas
que nosotros les llamamos 'política de apaga fuegos' que son los fondos de
inversiones sociales. Estas políticas, a nuestro criterio, van a tropezar a corto plazo
con un problema más grande porque la situación de miseria no se controla con
políticas coyunturales sabiendo que esta situación es consecuencia de una estructura;
de ahí que en el parlamento no plantean seriamente la cuestión agraria sino para su
beneficios electorales".

La movilización da sus frutos

"Desde la movilización de marzo del 94 nosotros logramos imponer al gobierno el
reconocimiento de las organizaciones campesinas como interlocutores válidos; por
primera vez en la historia de nuestro país logramos esto".

"La propia intervención y participación de las organizaciones campesinas forzó a la
conquista de la tierra. Hemos hecho ocupaciones masivas de los latifundios; ahora
tenemos conflictos de tierras en muchas partes y todavía hay persecución
permanente de parte de la policía y de los pistoleros armados".

"Los compañeros están conscientes que cuando ganan la tierra se están forjando su
pequeña administración, su autogestión. Ahí en el monte no hay otra forma de
sobrevivir, ahí peleamos para abrir caminos, escuelas y otras cosas más, siempre hay
lucha".

Reforma Agraria es producción

"En Paraguay prácticamente la mayoría no sabe qué significa la reforma agraria.
Entonces empezamos a través de la Mesa Coordinadora Nacional, que es la instancia
de conducción y de dirección de las organizaciones campesinas del país, a hacer
seminarios y cursos para que nuestros compañeros de base entiendan la importancia
que tiene la reforma agraria".

"Ahora están presentando nuevamente en el Parlamento un anteproyecto de ley sobre
un nuevo estatuto agrario sin la participación de las organizaciones campesinas, y
nosotros les ponemos nuestra postura, nuestra posición. En ese sentido nosotros
también nos sentimos parte de las decisiones del Estado, para que nuestro país salga
de esta situación de crisis".

"En nuestro país queremos cambiar la estructura de la política agraria que aún está
basada en la vieja constitución nacional, el estatuto agrario es de la época de la
dictadura todavía. Queremos cambiar una política crediticia que favorezca al
campesinado, queremos la administración de la tierra, queremos cambiar la
educación para que favorezca a la clase trabajadora porque hasta ahora es una
educación elitista de los privilegiados".

"Nosotros entendemos que la reforma agraria significa dar tierra para la producción,
asistencia técnica e infraestructura, esta última tiene que ir acompañada por una
política diferenciada de créditos a largo plazo y a bajo interés; reforma agraria
significa también el desarrollo de la producción, el desarrollo del país. Todo esto
posibilita crear mano de obra y evitar el desempleo".

"Lo que atenta contra la aplicación de una reforma agraria es la distribución de la
tierra, en este caso los latifundios. Nuestra lucha es por la obtención de la tierra, que
es un material primordial para el campesinado, porque es una fuente de trabajo y
además es una forma para sustentar a nuestras familias y conseguir a través de eso,
nuestra alimentación, nuestra vestimenta, salud, vivienda y todo lo que se necesita
para tener una vida digna".

La mesa Coordinadora Nacional

En Paraguay, existen seis organizaciones campesinas nacionales: la Federación
Nacional Campesina, el Movimiento Campesino Paraguayo, la Coordinadora
Interdepartamental de los Sin Tierra, la Organización de Lucha por la Tierra, el
Movimiento Juventud Campesina Cristiana, la Organización Nacional Campesina y la
Unión Nacional Campesina.

Además de ellas, hay varias organizaciones departamentales y distritales. Pero lo
importante es que todas están aglutinadas en la Mesa Coordinadora Nacional.

Las instancias departamentales son autónomas con relación a las estructuras
nacionales. En los departamentos también se hace una mesa coordinadora
departamental; esta última elige un delegado para la mesa coordinadora nacional, en
la que están los representantes de las organizaciones nacionales y se crea un equipo
de conducción. Pero este equipo, solamente es una instancia de unidad de acción,
regida por reglamentos internos. Hacia el futuro, seguramente se va a materializar
una estructura más sólida, más politizada, pero todo eso requiere de un proceso.

La Mesa Coordinadora Nacional tiene una plataforma de unidad y acción, elabora
propuestas comunes para casos de movilización, organiza eventos y seminarios
conjuntos y propone los ejes de una política agraria común que serán confrontados
con los proyectos de la burguesía.

Diferencias con la dirigencia sindical

La Federación Nacional Campesina, FNC, luego de su segundo congreso llevado a
efecto el 6 y 7 de julio, resolvió pedir su afiliación a la Central Unitaria de
Trabajadores, CUT, pero la dirigencia sindical no acepta.

Al parecer, entre el movimiento campesino, por un lado, y la CUT y la Central
Nacional de Trabajadores, por otro, existen diferencias en la relacionado a cómo
encarar las privatizaciones y el tema del MERCOSUR. "Por ejemplo nosotros (los
campesinos) rechazamos rotundamente la privatización y el modelo del tratado del
MERCOSUR, mientras ellos (la dirigencia sindical) dicen que es un hecho la
privatización y que tenemos que buscar ventaja y no dejar que la privatización sea
salvaje. De esto habíamos discutido mucho en nuestra mesa coordinadora e incluso
se formó una Coordinadora de Organizaciones Sociales. Tuvimos un debate
ideológico muy fuerte entre 200 a 250 delegados del campo y unos 400 o 500
obreros, ahí discutimos puntos fundamentales".

"También tenemos diferencias en cuanto a la negociación, nosotros tenemos una
estrategia de negociación con el gobierno y ellos tienen la suya, por ejemplo ellos
plantean que sobre el MERCOSUR y las privatizaciones se debe negociar".

"Estas diferencias, por ahora, nos mantienen distanciados, porque es notorio que la
organización obrera está entregando a la clase trabajadora porque ellos dicen
tenemos que entregar o vender las empresas como accionistas y la gran masa de
trabajadores va a quedar sin saber nada".

Sin embargo, los dirigentes subrayan que con las dos centrales obreras han
mantenido la unidad en la acción, aunque de manera coyuntural.

En las siguientes líneas, Alberto Arecó, presidente de la Federación Nacional
Campesina del Paraguay, y Belarmino Balbuena, secretario general del
Movimiento Campesino Paraguayo, se refiere al Mercado Común del Sur
(mercosur), a la reforma agraria, a la organización campesina y a la relación del
movimiento campesino con las centrales sindicales.

Los dirigentes campesinos paraguayos asistieron al III Congreso del Movimiento sin
Tierra del Brasil, llevado a cabo en Brasilia del 24 al 27 de julio. Allí expusieron para
el Boletín de la CLOC sus puntos de vista sobre la problemática agraria del Paraguay,
cuyos planteamientos presentamos a continuación.

Integración sin solidaridad

El Mercado Común del Sur fue fundado el 26 de marzo de 1991 por Argentina,
Brasil, Paraguay y Uruguay. Sus objetivos son lograr la integración económica y la
libre circulación de mercaderías entre estos países.

El MERCOSUR tendrá un fuerte impacto en el Paraguay pues su economía es débil
en relación a la de sus vecinos. "La economía paraguaya es totalmente arcaica, no hay
tecnología ni infraestructura, entonces los que van a salir beneficiados son los
grandes agroexportadores y los ganaderos", según los dirigentes campesinos.

"También vamos a estar perjudicados como país; por ejemplo Brasil produce mejor y
en gran cantidad en base a la maquinaria que tiene, nuestro Producto Interno se va a
reducir mas que nunca, porque nosotros no podemos competir mientras estemos
trabajando con azadón y machete. Entonces el Paraguay se va a convertir en un
mercado donde los argentinos, los uruguayos, los brasileños, los grandes
empresarios hagan sus intercambios de producción y Paraguay se habrá convertido
en un puente entre Brasil y Argentina".

El MERCOSUR preocupa a los campesinos paraguayos, pues no ha tomado en cuenta
a los pequeños productores ni tampoco su escasa capacidad tecnológica y de
negociación. Lo que Paraguay va a vender es la tierra, recurso que va a entrar en el
mercado internacional con más frecuencia. Esto se adecúa, exactamente, con todos
los planes del neoliberalismo.

El MERCOSUR constituye una amenaza a la soberanía y no contempla la solidaridad
porque se fija solo en la integración económica. "De ahí que ya en su momento las
organizaciones campesinas y agrarias del Cono Sur habíamos discutido y analizado, e
incluso hicimos un seminario y resolvimos hacer nuestra la i