Feminización de la pobreza

2001-06-01 00:00:00

Jacaranda Fernández *

Coordinadora Comité Femenino CONCENTRA

"Las mujeres estamos ausentes, no participamos de la definición de las políticas
macroeconómicas, sin embargo, nos hemos convertido en las administradoras de la
crisis cotidiana y en amortiguadoras de sus efectos".

Para la mayoría de los pueblos de Centroamérica, el neoliberalismo ha significado
aumento de la pobreza y sobre todo la feminización de la pobreza.

En términos generales lo que conocemos como "Costo Social" es el precio que
pagan las trabajadoras y los trabajadores por las nuevas políticas económicas que
dictan los gobiernos, como por ejemplo la reducción o eliminación de servicios
esenciales que el Estado siempre ha brindado a la sociedad y sobre todo a la gente
pobre.

Estos recortes surgen precisamente por imposición de los países económicamente
poderosos a través de los organismos financieros internacionales, para que el
gobierno ahorre dinero y así pueda cancelar la deuda externa y adquirir nuevos
préstamos, que al final sólo favorecen al gran capital extranjero.

Y como consecuencia tenemos:

* Disminución de los servicios públicos, recortando el presupuesto de salud y
educación.

* Encarecimiento de la vida.

* Los salarios se reducen considerablemente

* Se produce desempleo.

* Aumenta la delincuencia.

Para la mujer nicaragüense, además de lo anterior se suman otros:

* Disminución de los puestos de trabajo en el sector empresarial, por considerar la
fuerza laboral femenina con mayores problemas por lo que se deben realizar
trabajos "propios del sexo femenino" lo que reduce la posibilidad de desarrollarse
y acceder a mejores puestos laborales.

* La expectativa de crear igualdad de oportunidades y trato entre mujeres y hombres
parece ser sólo una ilusión.

* Por el proceso de crisis económica familiar, la mujer se ve obligada a largas
jornadas laborales y bajos salarios, convirtiéndola en presa fácil de la explotación
empresarial.

En Nicaragua la crisis se evidencia aún más, si observamos que cerca del 70% de la
población económicamente activa (PEA) se halla en condiciones de desempleo,
mientras que el 30% carga con el desarrollo económico del país, lo cual ocasiona
que se incrementen los niveles de pobreza nacional; a esto hay que agregarle que la
mayoría de la población es femenina y que son jefas de hogar, madres solteras.

En nuestro país la pobreza muestra cada vez más el rostro femenino, a esta situación
se le ha denominado "Feminización de la Pobreza".

El efecto de la crisis económica está recayendo con más fuerza en las mujeres
trabajadoras, quienes resultan aún más afectadas por las siguientes razones:

* Eliminación de programas educativos para las mujeres.

* Las madres deben decidir si envían o no a sus hijos a estudiar, cuando lo que está
de por medio es la comida de la familia.

* Muchas madres se han acogido al plan de reconversión ocupacional, engrosando
las filas de desempleados con la consecuencia de que sus hijas/os tendrán menos
posibilidades de prepararse profesionalmente.

El peso de la crisis económica está recayendo en la mujer trabajadora más afectada
por la pobreza, debido a que las medidas de ajuste han intensificado sus
responsabilidades y horas de trabajo doméstico y extradoméstico, a los que se
agregan problemas como: Desnutrición, menos oportunidades, falta de recreación,
desgaste emocional y psicológico.

El recargo con las tareas domésticas, la amenaza de las crecientes patologías
sociales, la delincuencia, la agresión física, el incremento de la mortalidad materna
hacen al sector femenino más vulnerable a la discriminación social.

Jacaranda Fernández *

Coordinadora Comité Femenino CONCENTRA

"Las mujeres estamos ausentes, no participamos de la definición de las políticas
macroeconómicas, sin embargo, nos hemos convertido en las administradoras de la
crisis cotidiana y en amortiguadoras de sus efectos".

Para la mayoría de los pueblos de Centroamérica, el neoliberalismo ha significado
aumento de la pobreza y sobre todo la feminización de la pobreza.

En términos generales lo que conocemos como "Costo Social" es el precio que
pagan las trabajadoras y los trabajadores por las nuevas políticas económicas que
dictan los gobiernos, como por ejemplo la reducción o eliminación de servicios
esenciales que el Estado siempre ha brindado a la sociedad y sobre todo a la gente
pobre.

Estos recortes surgen precisamente por imposición de los países económicamente
poderosos a través de los organismos financieros internacionales, para que el
gobierno ahorre dinero y así pueda cancelar la deuda externa y adquirir nuevos
préstamos, que al final sólo favorecen al gran capital extranjero.

Y como consecuencia tenemos:

* Disminución de los servicios públicos, recortando el presupuesto de salud y
educación.

* Encarecimiento de la vida.

* Los salarios se reducen considerablemente

* Se produce desempleo.

* Aumenta la delincuencia.

Para la mujer nicaragüense, además de lo anterior se suman otros:

* Disminución de los puestos de trabajo en el sector empresarial, por considerar la
fuerza laboral femenina con mayores problemas por lo que se deben realizar
trabajos "propios del sexo femenino" lo que reduce la posibilidad de desarrollarse
y acceder a mejores puestos laborales.

* La expectativa de crear igualdad de oportunidades y trato entre mujeres y hombres
parece ser sólo una ilusión.

* Por el proceso de crisis económica familiar, la mujer se ve obligada a largas
jornadas laborales y bajos salarios, convirtiéndola en presa fácil de la explotación
empresarial.

En Nicaragua la crisis se evidencia aún más, si observamos que cerca del 70% de la
población económicamente activa (PEA) se halla en condiciones de desempleo,
mientras que el 30% carga con el desarrollo económico del país, lo cual ocasiona
que se incrementen los niveles de pobreza nacional; a esto hay que agregarle que la
mayoría de la población es femenina y que son jefas de hogar, madres solteras.

En nuestro país la pobreza muestra cada vez más el rostro femenino, a esta situación
se le ha denominado "Feminización de la Pobreza".

El efecto de la crisis económica está recayendo con más fuerza en las mujeres
trabajadoras, quienes resultan aún más afectadas por las siguientes razones:

* Eliminación de programas educativos para las mujeres.

* Las madres deben decidir si envían o no a sus hijos a estudiar, cuando lo que está
de por medio es la comida de la familia.

* Muchas madres se han acogido al plan de reconversión ocupacional, engrosando
las filas de desempleados con la consecuencia de que sus hijas/os tendrán menos
posibilidades de prepararse profesionalmente.

El peso de la crisis económica está recayendo en la mujer trabajadora más afectada
por la pobreza, debido a que las medidas de ajuste han intensificado sus
responsabilidades y horas de trabajo doméstico y extradoméstico, a los que se
agregan problemas como: Desnutrición, menos oportunidades, falta de recreación,
desgaste emocional y psicológico.

El recargo con las tareas domésticas, la amenaza de las crecientes patologías
sociales, la delincuencia, la agresión física, el incremento de la mortalidad materna
hacen al sector femenino más vulnerable a la discriminación social.