Reconocimiento de la sociedad
Por todas esas conquistas y victorias es que la sociedad brasileña reconoce la
importancia del MST en la lucha por la justicia social y por el desarrollo.
En los últimos años hemos recibido diversas distinciones nacionales e
internacionales, como por ejemplo:
- Premio Nacional de Derechos Humanos Vladimir Herzog.
- Medallas de Condecoración, la mayor distinción otorgada por los consejos
municipales de las ciudades de Porto Alegre, Belo Horizonte y Río de Janeiro.
- Medalla Chico Mendes, por nuestra lucha contra la violencia en el campo.
En 1991 recibimos en el Parlamento de Suecia, el Premio Nobel Alternativo.
También fuimos postulados y recibimos una Mención de Honor del Premio Rey
Balduino, de Bélgica (2do lugar, en 1994)
Y ahora, en 1995, recibimos el Premio UNICEF, destacándonos en segundo lugar en
todo el Brasil, por nuestro trabajo de educación con la niñez.
Estamos seguros que la lucha por la reforma agraria en Brasil tiene un significado
semejante a lo que fue la lucha contra la esclavitud en el siglo pasado. Precisamente
por eso es un proceso muy difícil y lento. Pero la sociedad brasileña sabe que es una
lucha justa. Que el latifundio es anti-social.
Hace poco se hizo un sondeo de opinión en la ciudad de Campinas (Sao Paulo),
siguiendo criterios científicos de la Asociación Brasileña de Reforma Agraria
(ABRA), y el resultado fue sorprendente: 90% de la población apoya la reforma
agraria, y el 68% respalda al MST y las ocupaciones de tierra que impulsa.
Por eso estamos confiados en la victoria. Y estamos seguros de que la reforma
agraria es un paso importante para la construcción de una sociedad más justa e
igualitaria.
Reforma Agraria: es una lucha de todos
Movimiento Sin Tierra del Brasil