Los mercados y el comercio mundial
La peligrosidad y aceleración de los procesos de globalización en el campo agrícola
benefician especialmente a las transnacionales que buscan fuentes de producción
más baratas. Sin embargo, el precio que se paga a los niveles sociales y del medio
ambiente como resultado de estas prácticas son tremendos. El comercio agrícola
mundial debe servir a los intereses de la mayoría de los pueblos.
12.1 La liberalización de los mercados (libre comercio) únicamente ha contribuido a
reducir los precios de los productos. Como resultado, para poder generar
capital destinado a pagar la deuda externa, los gobiernos están promoviendo
productos no-tradicionales para la exportación (comida lujosa, flores y otros
productos similares). Sin embargo, los mismos productos son promovidos por
distintos países y los mercados para la exportación son en realidad pequeños.
Como resultado, la producción de alimentos para consumo doméstico es
suplantada con una correspondiente para la exportación. A la vez, este proceso
resulta en el alteramiento de la economía misma de los países importadores.
12.2 Los precios del mercado mundial no pueden servir como modelos para los
mercados agrícolas internos. Los países deben tener la habilidad de establecer
precios para los productos agrícolas que cubran los costos de producción.
12.3 Los excesos de producción deben ser evitados y cada país debe tener el derecho
a restringir o prohibir la importación de alimentos. Los subsidios para la
exportación deben ser abolidos.
12.4 El dumping de los productos alimenticios en nombre de la ayuda alimentaria es
inaceptable. La ayuda alimentaria debe ser permitida únicamente en
emergencias reales y debe ser obtenida de los mercados más cercanos al área
de la emergencia.
12.5 Para los países importadores, el comercio internacional de alimentos para
animales resulta en la industrialización y concentración de la producción de
ganado alrededor de los puertos; desconectándolo de la tierra a costa del medio
ambiente. Por consiguiente, los alimentos para animales producidos deben
utilizarse en el mismo país o región de origen, o su producción debe
convertirse en una producción alimentaria.