Via Campesina ante la cumbre Alimentaria
Por el derecho a producir y por el derecho a la tierra
Soberanía Alimentaria: Un Futuro sin Hambre
Nosotros, la Vía Campesina, un movimiento creciente de organizaciones de
campesinos, pequeños agricultores, trabajadores del campo y comunidades indígenas
de todas las regiones del mundo, sabemos que la seguridad alimentaria no puede
lograrse sin tomar totalmente en cuenta a quienes producen los alimentos. Cualquier
discusión que ignore nuestra contribución fracasará en la erradicación de la pobreza
y el hambre en las áreas rurales y urbanas.
La alimentación es un derecho humano básico. Este derecho únicamente se puede
asegurar en un sistema donde la soberanía alimentaria está garantizada. Soberanía
alimentaria es el derecho de cada nación para mantener y desarrollar su propia
capacidad para producir los alimentos básicos de los pueblos respetando la
diversidad productiva y cultural. Tenemos el derecho a producir nuestros propios
alimentos en nuestro propio territorio. La soberanía alimentaria es una precondición
para la seguridad alimentaria genuina.
Nosotros, la Vía Campesina, rechazamos las condiciones económicas y políticas
que destruyen nuestros medios de ganarnos la vida, nuestras comunidades y nuestro
medio ambiente natural. La liberalización del comercio y sus políticas económicas
de ajuste estructural han globalizado el hambre y la pobreza en el mundo y están
destruyendo la capacidad productiva local y las sociedades rurales. Esta agenda
corporativa no toma en cuenta la seguridad alimentaria de los pueblos. Es un sistema
económico inequitativo que amenaza tanta a la naturaleza y como a la gente con el
único fin de generar ganancias para unas cuantas personas. A los campesinos y
pequeños productores se les niega el acceso y control de la tierra, el agua, las
semillas y los recursos naturales. Nuestra respuesta a esta situación crecientemente
hostil para los campesinos y pequeños productores alrededor del mundo es desafiar
colectivamente estas condiciones y desarrollar alternativas.
Estamos resueltos a crear economías rurales que se basen en el respeto hacia
nosotros mismos y la tierra, en la soberanía alimentaria y en el comercio justo.
Las mujeres juegan un papel central en la soberanía alimentaria del hogar y de la
comunidad, por lo tanto tienen el derecho de acceder a los recursos para la
producción de alimentos, tierra, crédito, capital, tecnología, educación y servicios
sociales, y una oportunidad igual para desarrollar y utilizar sus habilidades.
Estamos convencidos que el problema global de inseguridad alimentaria puede y
debe ser resuelto. La soberanía alimentaria solo se puede lograr a través de la
solidaridad y la voluntad política para implementar alternativas.
La seguridad alimentaria a largo plazo depende de los que producen alimentos y
cuidan del medio ambiente natural. Como los administradores de los recursos de
producción de alimentos, sostenemos los siguientes principios como marco
fundamental necesario para lograr la seguridad alimentaria.
Alimentación: un derecho humano
La alimentación es un derecho humano básico, todos y cada uno debe tener acceso a
alimentos sanos, nutritivos y culturalmente apropiados en cantidad y calidad
suficientes para llevar una vida sana con completa dignidad humana. Cada nación debe
declarar el derecho de acceder a los alimentos como un derecho constitucional y
garantizar el desarrollo del sector primario para asegurar la realización completa de
este derecho fundamental.
Reforma agraria para la soberanía alimentaria
Demandamos una auténtica Reforma Agraria que garantice a los sin tierra y familias
campesinas “especialmente las mujeres” la tenencia y control de la tierra que
trabajan y la devolución de los territorios a los pueblos indígenas. El derecho a la
tierra debe estar libre de discriminación basada en género, religión, raza, clase social
o ideología; la tierra le pertenece a quienes la trabaja.
Las familias campesinas, especialmente las mujeres, deben tener acceso a la tierra
productiva, crédito, tecnología, mercados y servicios de extensión.
Los gobiernos deben establecer y apoyar sistemas descentralizados de crédito rural
que prioricen la producción de alimentos para el consumo doméstico y asegurar la
soberanía alimentaria. Se debe usar la capacidad de producción en vez de la tierra
como seguridad para garantizar el crédito.
Se debe valorar económica y socialmente el trabajo de producción de alimentos y el
cuidado de la tierra para motivar a la juventud a que permanezca en las comunidades
rurales como ciudadanos productivos. Los gobiernos deben hacer inversiones a largo
plazo de los recursos públicos en el desarrollo rural para asegurar la infraestructura
social y ecológicamente adaptadas.
Soberanía alimentaria: preservando recursos naturales
La soberanía alimentaria requiere el cuidado y uso sostenibles de los recursos
naturales, especialmente de la tierra, el agua y las semillas. Nosotros, los que
trabajamos la tierra, debemos tener el derecho de practicar el manejo sostenible de
los recursos naturales y preservar la diversidad biológica. Esto se puede hacer
únicamente desde una base económica fuerte con seguridad en la tenencia de la
tierra, suelos saludables y uso reducido de productos agroquímicos.
La sostenibilidad a largo plazo exige un cambio de la dependencia en los químicos y
en los monocultivos de exportación y modelos de producción intensivos
industrializados. Se requieren sistemas diversificados, naturales y equilibrados.
Los recursos genéticos son el resultado de milenios de evolución y pertenecen a
toda la humanidad. Ellos representan el trabajo cuidadoso y el conocimiento de
muchas generaciones de pueblos rurales e indígenas. Patentar y comercializar
recursos genéticos por parte de compañías privadas debe ser prohibida. El acuerdo
del Derecho de propiedad intelectual de la Organización Mundial de Comercio es
inaceptable. Las comunidades campesinas tienen el derecho de usar libremente y
proteger los recursos genéticos diversos, incluyendo las semillas, los cuales han
sido desarrolladas por estas mismas comunidades a través de la historia. Esto es la
base para lograr la soberanía alimentaria.
Soberanía alimentaria: reorganizando el comercio de alimentos
Los alimentos son prioritariamente una fuente de nutrición y únicamente en segundo
lugar un artículo comercial. Las políticas agrícolas nacionales deben darle prioridad
a la producción para el consumo doméstico y la autosuficiencia alimentaria. Los
alimentos de exportación no deben desplazar a la producción local ni desplomar los
precios. Esto significa que el 'dumping' por productos subsidiados para exportación
de alimentos debe cesar. Los campesinos tienen el derecho a producir alimentos
básicos esenciales para sus países y controlar el mercado de sus productos.
Los precios de alimentos en los mercados nacionales e internacionales deben ser
regulados y deben reflejar el verdadero costo de producción de los mismos. Esto
asegurará que las familias campesinas tengan ingresos adecuados. No es aceptable
que la comercialización de los alimentos continúen teniendo como base la
explotación económica de la gente más vulnerable -campesinos pobres, con bajos
sueldos- y la degradación a fondo del medio ambiente.
Asimismo, no es aceptable que las decisiones de comercialización y producción
sean en gran parte dictadas por la necesidad de divisas extranjeras para cubrir cargas
de deudas altas. Estas deudas colocan una carga desproporcionada en los ciudadanos
rurales. Exigimos sean condonadas estas deudas.
Soberanía alimentaria: eliminar la globalización del hambre
La soberanía alimentaria es socavada por las instituciones multilaterales y por el
capital financiero especulativo. El control creciente de las compañías
multinacionales sobre las políticas agrícolas del mundo ha estado propiciando por
las políticas económicas de las instituciones multilaterales como la Organización
Mundial del Comercio, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Exigimos regulación y establecimiento de impuestos al capital especulativo y que
sea implementado un estricto control mediante un código de conducta para las
transnacionales.
Paz Social: condición de soberanía alimentaria
Todos tenemos el derecho a la libertad sin violencia. Los alimentos no deben ser
utilizados como un arma, el incremento de los niveles de pobreza y marginalización
en el campo, junto a la opresión creciente de minorías étnicas y pueblos indígenas
agravan las situaciones de injusticia y desesperación. El desplazamiento actual, la
urbanización forzada y la represión a los campesinos no se puede tolerar.
Denunciamos la creciente discriminación racial en las áreas rurales.
Soberanía alimentaria: control democrático
Los campesinos y pequeños productores deben tener una intervención directa en la
formulación de políticas agrarias en todos los niveles. Esto incluye la actual Cumbre
Mundial sobre Alimentación de la cual estamos excluidos. Las Naciones Unidas y
organizaciones relacionadas tienen que democratizarse para asegurar que esto se
realice. Todos tenemos el derecho a la información certera y honesta y a un proceso
de toma de decisiones abierto y democrático. Estos derechos forman la base de
buenos cuerpos de dirección, de responsabilidad e igual participación en la vida
económica, política y social, libre de toda forma de discriminación. A las mujeres
campesinas, particularmente se les debe otorgar una participación directa y activa en
la toma de decisiones sobre asuntos alimentarios y rurales.
Vía Campesina, 11-17 de Noviembre de 1996, Roma, Italia.