VIA CAMPESINA - IV International Conference - São Paolo, Brazil - June 14-19
Soberanía Alimentaria
En la ciudad de Sao Pablo se realiza la IV Conferencia Internacional de Vía Campesina. En el marco coyuntural del encuentro se constatará una ofensiva del capital, en la fase comercio. Cerca de 500 empresas multinacionales (58% de los Estados Unidos) controlan 51% del PIB mundial, pero emplean apenas 1,6% de la mano de obra del mundo. De este análisis se desprenden los objetivos generales de la Conferencia que son : Mejorar las articulaciones entre las organizaciones y movimientos campesinos para que tengan visiones comunes sobre las formas de lucha y contra quien luchar ; y mejorar la organización y/o articulación internas buscando un salto de cualidad en las relaciones para enfrentar esta situación internacional.
Dentro de este contexto el tema de la Soberanía Alimentaria es de suma importancia para comprender los procesos organizativos del mundo campesino. La Soberanía Alimentaria se explica como el derecho que tienen los pueblos a definir sus propias políticas agrícolas y alimentarías sin "dumping" hacia otros países. Esta fue una de las definiciones políticas más importantes que la organización mundial, Vía Campesina, instalara, en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) de 1996, en contraposición al concepto de "Seguridad Alimentaría" de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Hoy en día el mundo campesino se ve enfrentado a un modelo económico basado en la concentración de riqueza y poder, que acaba con la seguridad y la soberanía alimentaria mundial, la diversidad cultural y los propios ecosistemas que sustentan la vida en nuestro planeta. Por eso no se debe olvidar que para los campesinos y campesinas es una prioridad generar una producción alimentaria sana, libre de transgénicos, y alejada de definiciones políticas dadas por instancias comerciales destructivas como la OMC, sino que generadas por cada región del mundo.
Así, la Soberanía Alimentaria significa una participación activa de los movimientos campesinos en el proceso de definición de políticas agrícolas y alimentarias, donde la capacidad de producción alimentaria en base a un sistema de producción campesina diversificada es garantizar la independencia y la soberanía alimentaria de los pueblos.
Em la actualidad este tema pasa por problemáticas que día a día se van agudizando, como los Tratados de Libre Comercio, las constantes privatizaciones, que llegan hasta toda clase de recursos naturales, y el dumping.
Por su parte los TLCs se están generando de todas las formas posibles, la idea, principalmente de Estados Unidos, es tener el control absoluto de todas las naciones y en todas las áreas. Pero debemos tener presentes que los gobiernos de América Latina, además, se encuentran negociando el ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas), instrumento comercial que se vislumbra más nefasto que los mismos tratados comerciales. Es hora que los gobiernos dejen de sentirse impunes cuando negocian en secreto con "potencia capitalista". Parte de la acción de los movimientos sociales debiera ser obligar a los gobiernos a transparentar sus acciones. Exigir información no es pedir un favor o una concesión, es exigir que se respete un derecho.
Por su parte la liberación de mercados junto con el hecho de que todos los recursos productivos van dirigidos a un modelo agro exportador, provocan esta situación de excedentes generalizados, un comercio con dumping, y que hoy en día en todo el mundo los productos estén por debajo de los costos de producción. Esta es una de las causas de la crisis de la agricultura familiar campesina en todo el mundo. Así, el acceso a los mercados y a una Hipotética desaparición de subvenciones únicamente acelera y ahonda la crisis.
Como pueblo, como organizaciones y como campesinos y campesinas, aún se tienen armas posibles para combatir las infamias del capitalismo. Se hace cada vez más importante mantener el control sobre las semillas, la independencia de los pesticidas y fertilizantes químicos, la recuperación de los mercados y circuitos de comercialización locales,. trabajar en pleno por la soberanía alimentaria, creando lazos de solidaridad. Para lograr todo ello se necesita organizaciones que defiendan y puedan movilizarse en el mundo. Esa capacidad de organización no es privatizable, sigue siendo un derecho de los pueblos.