Negociaciones agrícolas en la OMC

2004-04-23 00:00:00

Estados Unidos y la Unión Europea persisten en su misma postura y
emprenden nueva iniciativa para imponer su posición conjunta
previa a Cancún en materia de comercio agropecuario presionando
por un "acuerdo marco", a pesar de la oposición de muchos países y
amplios sectores de la sociedad civil.

GINEBRA - Al reanudarse las negociaciones agrícolas a fines de
marzo, Estados Unidos (EEUU), la Unión Europea (UE) y la
Secretaría de la Organización Mundial de Comercio (OMC) están
procurando revitalizar el "Programa de Doha" de la OMC colocando
la agricultura en el centro como uno de los temas clave. A pesar
que la Unión Europea y Estados Unidos aparentan apertura al
diálogo, sus posiciones en las negociaciones no han cambiado
sustancialmente. Ambos se aferran a la posición que acordaron en
materia de agricultura antes de la conferencia ministerial de la
OMC en Cancún, y siguen presionando para obtener mayor acceso a
los mercados agropecuarios, especialmente en los países del Sur.
Entretanto, no hay nada que indique que la UE ni EEUU estén en
absoluto dispuestos a ponerle fin al dumping de productos
agropecuarios, es decir, exportar productos a precios muy bajos
por debajo del costo de producción. Eso sólo es posible gracias a
la contracción de los precios de esos productos en el mercado
interno del país exportador, combinado con pagos directos a los
agricultores a través de la 'caja verde' u otras modalidades de
subsidio velado a las exportaciones, que la OMC aún habilita. Esas
políticas y prácticas seguirán prevaleciendo en el comercio
agropecuario toda vez que la agricultura permanezca dentro del
régimen de la OMC. La única solución viable es que se le quite
toda competencia a la OMC sobre los asuntos agrícolas.

Parece que la UE y la EEUU están planeando reunirse el 30 de abril
en Londres con un grupo selecto de países en un intento por
quebrar la parálisis de las negociaciones agrícolas. Aparentemente
también van a aprovechar una reunión de la Organización para
Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) en París el 14 de mayo
para darle un empujón a las negociaciones de la OMC que se
encuentran trabadas en Ginebra. Los informes de prensa indican que
algunos miembros clave del G20)* como la China, India y Brasil
serán invitados a participar en esta exclusiva reunión 'mini-
ministerial de la OMC', lo cual supone que los temas agrícolas
habrán de ocupar un lugar importante en la agenda.

En este momento, la UE y EEUU están tratando de imponer un acuerdo
marco muy general que descarta detalles y cifras concretas, a fin
de conseguir que todos los países se mantengan en la senda de la
liberalización comercial, y poder anunciar el éxito de las
negociaciones en julio próximo, que constituye el plazo máximo
interno para declarar que el Programa de Doha camina de nuevo
sobre rieles.

Igualmente preocupante es que el bloque G20 de países en
desarrollo aparentemente está dispuesto a negociar según los
lineamientos propuestos por la UE y EEUU, que les exigiría abrir
sus propios mercados y tolerar la práctica continuada del dumping
a manos de la UE y Estados Unidos!

Por otra parte, la UE aparentemente le está proponiendo un arreglo
bilateral a los países del MERCOSUR)**, ofreciéndoles mayor acceso
a sus exportaciones de carne bovina en los mercados europeos, a
cambio de ofertas mejoradas en los sectores de servicios,
productos industriales y bienes de capital, compras del Estado y
contratos públicos e inversiones en el marco de las negociaciones
de la OMC! Un arreglo de ese tipo sería muy perjudicial para los
criadores europeos de ganado y para los pueblos del MERCOSUR que
tendrían que soportar el virtual 'copamiento' de las inversiones y
el sector público en esos países a manos de las grandes empresas
transnacionales de EEUU y la UE.

La dinámica actual de las negociaciones en la OMC confirma que
"nada ha cambiado", a pesar del surgimiento de bloques fuertes de
los países en desarrollo tales como el G20 y la Alianza de países
menos adelantados, africanos y del ACP que se unieron para detener
las negociaciones en Cancún. Las potencias dominantes siguen
tratando de imponerle al mundo entero sus particulares políticas
de liberalización que continuarán destruyendo la producción
campesina de alimentos, especialmente en los países en
desarrollo, favoreciendo en cambio los intereses exportadores de
sus propias empresas transnacionales.

Exhortamos a los gobiernos a rechazar las políticas agrícolas de
la OMC impuestas por EEUU y la UE y reclamamos que adopten los
pasos siguientes:

1) detener cualesquier negociaciones tendientes a una mayor
"liberalización" del comercio agropecuario;

2) iniciar negociaciones internacionales en un ámbito
multilateral más apropiado en el que la alimentación y la
agricultura no sean moneda de cambio, en torno a los
siguientes temas:

– el derecho a proteger la producción nacional de
alimentos frente a las importaciones baratas, mediante
la aplicación de aranceles y cuotas de importación.
Proteger y desarrollar la producción alimentaria
nacional para uso interno debe ser un derecho
fundamental. No existe ningún "derecho a exportar", y
sólo se debe permitir exportar alimentos si existe una
demanda justificada y ello no implica la destrucción
de la producción nacional de alimentos para el consumo
local;

– la prohibición de todas y cualquier subvención
pública que se aproveche para exportar a precios por
debajo del costo de producción (entre ellas los
subsidios a las exportaciones, los pagos directos a
través de la caja verde asociados a la contracción de
los precios internos al productor, u otros
instrumentos semejantes);

– un instrumento jurídico internacional que frene la
sobreproducción, especialmente mediante el control de
la oferta en los países exportadores. Esto exigirá la
reapertura del debate respecto a los convenios sobre
productos básicos (commodity agreements) y asimismo
debatir mecanismos efectivos de control de la oferta
(supply management) a nivel nacional en los países
exportadores.

3) dotar a la FAO y la UNCTAD con un papel más destacado para
que puedan debatir estos temas incorporando las necesidades y
posturas de las organizaciones de la sociedad civil y de los
pequeños productores agropecuarios que reclaman una
producción alimentaria sustentable y localizada (en contraste
con globalizada) y de base campesina (en lugar que
empresarial / industrial), con vistas al establecimiento de
políticas agropecuarias y alimentarias más enérgicas en el
ámbito nacional y a un mayor compromiso en estos temas de
manos del Estado, y al establecimiento de reglas comerciales
y convenios sobre productos básicos que protejan a los
agricultores más vulnerables e impongan límites a las
prácticas de las empresas transnacionales.

Firmado por: APVVU-India, Aras Institute-Indonesia, Asia Pacific
Network on Food Sovereignty, CENSA-USA, COECOCeiba-Amigos de la
Tierra-Costa Rica, COSADER-Cameroon, Focus on the Global South-
Thailand , Food First-USA, IATP-USA, IBON-Philippines, Institute
for Global Justice-Indonesia, IRDF-Philippines, MIJARC, NAWF-
India, Public Citizen-USA, Oakland Institute-USA, PAN Asia-
Pacific, Peoples food sovereignty Network Asia Pacific, Q-Bar-
Indonesia, REDES-Uruguay, ROOTS for Equity-Pakistan, Sintesa-
Indonesia, RRAFA-Thailand, Via Campesina-Internacional

* El G20 es un bloque de países en desarrollo del cual participan
los siguientes países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, China,
Cuba, Ecuador, Egipto, Filipinas, Guatemala, India, Indonesia,
México, Nigeria, Pakistán, Paraguay, Sudáfrica, Tailandia y
Venezuela.

** Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Chile, Perú y Bolivia
son miembros asociados