Grito de los Excluidos Latinoamericano

2000-09-15 00:00:00

La realización del "Grito de los Excluidos" en América Latina y el Caribe se va concretando y ganando nuevas adhesiones.

Como se recordará, el segundo Congreso de la CLOC resolvió impulsar esta jornada en 1999, como una forma de unir voluntades y esfuerzos para luchar contra el neoliberalismo y todas sus formas de explotación, dominación y exclusión.

Esta iniciativa nació en Brasil promovida por movimientos ecuménicos y sociales, los cuales, cada 7 de septiembre, día de la independencia del Brasil, efectúan el "Grito de los excluidos" en respuesta a las duras políticas neoliberales que impulsa el gobierno de Fernando Henrique Cardoso.

Poco a poco, fue ganando fuerza la idea de hacer un grito de los excluidos en América Latina y en el mundo puesto que en casi todos nuestros países se viven las mismas realidades y se requieren respuestas conjuntas. En el transcurso del segundo semestre de 1997, la propuesta recibió el apoyo de eventos latinoamericanos como el 9o Encuentro Intereclesial de las Comunidades Eclesiales de Base, el Congreso de Caritas, el 6to. Encuentro del Frente Continental de Organizaciones Comunales; el Encuentro de Obispos, Teólogos y Pastoralistas Amigos de Mons Leonidas Proaño, entre otros.

Un grito de solidaridad y esperanza

El pasado 24 de julio, los representantes de estos sectores realizaron un encuentro preparatorio en Brasilia, en la que se llamó a hacer de esta jornada "una gran manifestación de todos los países latinoamericanos, que reúna a trabajadores/as, desempleados/as, mujeres, niños, adolescentes y jóvenes marginados/as, negros/as, indios/as, que se expresen por medio de marchas, debates, celebraciones, teatro, música, poesía, discursos y palabras de orden, suscitando una gran participación popular con mucha creatividad, haciendo surgir el sueño que brota de las calles en las voces "roncas" de las clases oprimidas y excluidas. Un grito que genere lazos de solidaridad y esperanza. Denunciando la concentración de la riqueza, de la tierra, de la renta, la violación de los derechos humanos y la política neoliberal".

Y agregan: "Con la proximidad de la celebración del año 2000, se está llevando a cabo un gran esfuerzo inspirado en el designio de Dios y su realización, o sea, tener un mundo donde todas las personas vivan como hermanas y hermanos, donde la dignidad y la justicia sean cotidianas y plenas. Con eso se busca vivenciar cada vez más el carácter social del jubileo bíblico".

"Para que podamos concretizar este sueño, la lucha por el rescate de las deudas sociales y la construcción de una sociedad democrática, se torna urgente y necesaria. Es preciso denunciar las desigualdades sociales en América Latina y proclamar la liberación de las clases oprimidas de nuestra Gran Madre Patria", expresan.

"El protagonismo de las masas en este proceso histórico de construcción de una sociedad basada en la justicia y solidaridad, es riqueza en la lucha de los pueblos oprimidos de nuestra América Latina. Garantizar este protagonismo es tener certeza que la sociedad que queremos está siendo gestada a partir de las experiencias y de los sueños que vivimos cotidianamente", afirman.

En esta reunión se definió los siguientes ejes y objetivos

Ejes:

Realidad : deuda externa, desigualdad, opresión, falta de democracia y solidaridad.

Aspiración: por la vida, justicia y libertad, paz con dignidad, democracia y solidaridad.

Espacio: un grito en cada país, rumbo a un solo grito más grande. Usar los espacios regionales rumbo a una internacionalización.

Objetivos:

Denunciar el modelo neoliberal excluyente, dependiente, que amenaza la vida.

Anunciar y unir

Fortalecer la soberanía de los pueblos y la defensa de la vida.

Rescatar las deudas sociales.

El momento culminante del "Grito de los Excluidos" sería el 12 de octubre de 1999.