El tema agrario en México se complica para los campesinos y campesinas, desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con EEUU y Canadá, así nos cuenta Gilberto Silvestre, miembro de la Central Independiente de Organizaciones Agrícolas y Campesinas con quien tuvimos la oportunidad de conversar en las reuniones preparativas para el 5to Congreso de la CLOC, que tendrá lugar en Ecuador en Octubre del 2010.
 
Silvestre hace un recuento de cómo el TLC con la complicidad del Estado Mexicano, han ido afectando al campo y violando los derechos de la población rural. “Mira en 1990 cuando entró en vigor la nueva ley agraria en México, se nos quitó de golpe y porrazo el derecho al campesino de tener acceso a la tierra. Antes la misma Constitución y la Ley de Reforma Agraria, permitía la organización por núcleos de compañeros/as campesinas que no tenían tierras, o hijos de giratorios, o hijos de comuneros. Entonces se organizaban en torno a una solicitud a una instancia que se llama Secretaria de la Reforma Agraria, y a partir de ahí llevaban un consenso o expediente. Ese proceso de lucha por la tierra fue encabezado por nuestra central entre otras. Esa manera de cómo conquistar la tierra tenía su fundamento jurídico en el Articulo 27 de la Constitución y nos permitía a los campesinos hacernos de 5, 6, 7 hctas. Cuando el Gobierno decretó el fin de ese pacto agrario, entonces muchos expedientes se quedaron sin poderse solucionar, y entró en vigor el Tratado de Libre Comercio con el Norte, o sea que fue una de las condiciones que el Gobierno de EEUU le puso al mexicano, para permitir la inversión extranjera en el campo mexicano. A partir de ahí, con el decreto presidencial de cancelar el pacto agrario y poner en vigor el TLC el campo mexicano empezó a caer en una crisis muy profunda porque este gobierno junto con el proyecto neoliberal que en aquel entonces se empezaba a cocinar en nuestro país, causaron el abandono del campo”. 
 
El Gobierno Mexicano con la entrada en vigor del TLC, según Silvestre, “se deshizo de su responsabilidad con el campo, retiró empresas de interés social que estaban en beneficio de los campesinos, permitió la inversión extranjera, compañías estadounidenses se instalaron en México, convirtiendo, a través de la renta de la propia tierra a las compañías privadas, a los campesinos en peones de sus propias tierras, o sea, ellos ya trabajaban ahora para las compañías. Esa promesa que el Gobierno había promocionando del TLC con EEUU y Canadá, de que al campo le iba a ir mejor, de que íbamos a ser beneficiados con recursos, fue una falacia, y una mera película de ciencia ficción. Porque en realidad lo que llegó fue mas pobreza, marginación, desintegración de los ejidos y las comunidades; empezó a haber migración hacia las grandes ciudades y hacia EEUU, la mano de obra se acrecentó por campesinos que fueron despojados por esa medida del gobierno. Y la crisis se acentúo, resultado es que tenemos un medio rural prácticamente abandonado, un campo desolado donde las mujeres, los hijos y ancianos son los que habitan en casi la mitad del territorio, y donde se ha acrecentado aun mas la crisis económica y social.
 
Soberanía Alimentaria y TLC: una lucha desigual
 
Para Silvestre “la lucha es desigual, porque el Gobierno privilegia a los que mas producen”. Y nos da datos interesantes. Por ejemplo, que el campo mejicano cada año es “beneficiado” por un presupuesto de 2300´.000.000 de pesos. Sin embargo, de ese presupuesto, el 10% de los productores grandes se llevan el 20%. Entonces, nos cuenta Silvestre “no tenemos incentivos para poder producir alimentos, el Estado evade su responsabilidad con los campesinos, quitándonos nuestra infraestructura, nuestros subsidios que tienen que ver más con el productor social y de paso nos quieren meter mecanizaciones y sistemas de producción como los maíces transgénicos, que son de alta producción y eso garantiza el abasto del país. Y el otro tema es que somos vecinos de un país que desgraciadamente es el mas poderoso del mundo que eso tiene una influencia…”
 
La resistencia en el campo continúa
 
La organización esta llevando a cabo muchas acciones en la lucha por la tierra y los derechos de los campesinos y las campesinas. Silvestre piensa que el trabajo de estas organizaciones, “podemos a lo mejor en un momento dado lograr una victoria, pero si estamos en pelea, porque por ejemplo con el TLC ya se quedo libre el capitulo agropecuario, ya no hay protección de ningún producto ahora, todo esta libre. Por eso hoy Monsanto y todas esas compañías, Cargill y todas las que manejan productos agroquímicos están impulsando su incrustación en México.
Pero al final de cuentas, expresa, hay toda una resistencia y creemos que algo podemos lograr en los próximos años.