Bogota, abril 6, 7 y 8 de 2003

Congreso Nacional Agrario: Por la soberanía alimentaria y el derecho a la tierra

2003-03-19 00:00:00

Las organizaciones campesinas, indígenas, afrocolombianas, de
productores y productoras agrícolas, de desplazados, gremiales, de
derechos humanos, académicas, de la cultura, políticas, religiosas,
sociales y las personas, abajo firmantes, preocupadas por la cada vez
más grave situación económica y social del campo colombiano y
conscientes de que ésta es factor fundamental en el desarrollo de la
pobreza y la violencia en el país, convocan a un CONGRESO NACIONAL
AGRARIO con el propósito de que la sociedad colombiana reflexione en
profundidad sobre los principios esenciales que deben guiar una
política pública agraria que apunte hacia una salida a la crisis
actual.

El Estado colombiano no está garantizando a sus habitantes el derecho
a la alimentación; hoy Colombia tiene más de 25 millones de pobres,
de ellos diez están en condiciones de indigencia, con tendencia a
aumentar. Más de dos y medio millones de colombianos han sido
desplazados del campo por la violencia, de los cuales el 65% son
mujeres. El 38% de los hogares desplazados tiene una mujer como jefa.
Amplios contingentes de campesinos, indígenas y afrodescendientes,
obligados por la necesidad y como estrategia de sobrevivencia, se han
vinculado a la producción de cultivos ilegales.

LA SITUACIÓN EN EL CAMPO

El neoliberalismo y la apertura impuestos por los Estados Unidos han
golpeado seriamente la producción agropecuaria nacional, reduciendo
drásticamente en la última década el área cosechada y multiplicando
por cinco la importación de productos alimentarios y materias primas
agropecuarias. La falta de control a la operación de las
transnacionales, el impacto de la tecnología agroquímica y los
megaproyectos han dejado graves deterioros ambientales y ecológicos,
lo que ahora puede repetirse con las semillas de laboratorio.

La política agrícola de los Estados Unidos está claramente orientada
a destruir la capacidad de producción de nuestros países y a permitir
únicamente el desarrollo de algunas plantaciones tropicales cuyo
mercado será controlado por las transnacionales. Los altos subsidios
de los países desarrollados a sus agricultores y ganaderos llevan a
que los precios internacionales de diferentes productos estén por
debajo de los costos de producción y hacen imposible para nuestros
cultivadores la competencia en tales términos.

EL ALCA

Con el Área de Libre Comercio de las Américas, ALCA, las perspectivas
para los agricultores y para el país son verdaderamente preocupantes.
Se golpea duramente la soberanía alimentaria, la propiedad colectiva
de los recursos genéticos y de los territorios de los grupos étnicos.
El ALCA intensificará la apertura de nuestro mercado, destruyendo la
economía campesina y quedando el sector agropecuario destinado a
producir lo que Estados Unidos no pueda. Con el ALCA se aumentará la
dependencia alimentaria, el desempleo, el desplazamiento de
campesinos y el conflicto social.

LA TIERRA

Lo anterior se interrelaciona con la creciente concentración
especulativa de la propiedad sobre la tierra. Según un estudio de la
Contraloría General de la República (2002), el 1% de los propietarios
posee el 53% de la tierra, en su mayoría destinada a ser inmensos
latifundios subutilizados, que abarcan cuatro millones 700 mil
hectáreas (IGAC), en tanto el 62% de los tenedores de tierras son
microfundistas y un millón y medio de campesinos no tienen tierra. La
concentración de la propiedad, que ya era alta, se elevó rápidamente
en la última década, a costa de los campesinos y, también, de los
empresarios quebrados.

EL GOBIERNO

El gobierno de Álvaro Uribe carece de un plan para defender y
reconstruir la agricultura nacional. Por el contrario, centra sus
esfuerzos en el ingreso al ALCA, aceptando toda clase de presiones de
los Estados Unidos al respecto, a costa de la desprotección del
campo. Ha presentado un proyecto de reforma agraria que no toca el
latifundio especulativo. La reforma tributaria afecta gravemente la
producción rural. Insiste en desmantelar lo poco que queda de la
institucionalidad agropecuaria nacional, a la vez que continúa
recortando los recursos de las entidades territoriales para el
sector. Con la conmoción interior se han prohibido manifestaciones
legítimas y pacíficas del campesinado y se obstaculiza con diversos
mecanismos la protesta social, e incluso pretende mediante el
referendo, elevar a norma constitucional lesivas imposiciones del
Fondo Monetario Internacional.

LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

La seguridad alimentaria de la población colombiana debe estar
realmente protegida y, por lo tanto, es menester reconocer el papel
que el campesinado y los productores agropecuarios desempeñan para
lograrla y las condiciones que en el agro colombiano existen para
alcanzarla, siempre y cuando prevalezca nuestra soberanía en las
decisiones fundamentales sobre lo que debe ser la producción
agropecuaria nacional, de tal forma que el suministro de alimentos
básicos a la población colombiana no dependa del comercio
internacional, pues la nación, en razón de su fragilidad económica
actual, podría verse avocada a una crisis alimentaria, cuando ya hoy
son cuantiosísimos los dólares que el país debe destinar a la
importación de alimentos, colocándose hoy entre los veinticuatro
países de mayor dependencia alimentaria en el mundo, según la FAO.

PARA QUÉ EL CONGRESO

Por todo lo anterior convocamos a un Congreso que reivindique ante el
país la importancia del campo y el peso que éste ha tenido y debe
tener en el desarrollo de la nación, que exija para el campesinado,
los pueblos indígenas y las comunidades afrodescendientes el derecho
a la tierra, garantizándoles con él, el territorio estable, la
subsistencia económica y el espacio cultural que les permita su
inclusión social, el goce de los derechos a la participación política
decisoria, los derechos al trabajo, la educación, la salud, la
vivienda y el desarrollo entendido autónomamente. También el evento,
con respecto a la mujer rural, requerirá el reconocimiento al valor
de su aporte económico, cultural, social y político y propondrá
medidas para retribuirlo, para garantizar su participación poniendo
en práctica su plena ciudadanía y para proteger a las mujeres jefas
de hogar. Este Congreso hará visible la contribución de los jóvenes
rurales y demandará la garantía de un futuro digno para la juventud
en el campo.

En síntesis, es urgente propiciar en la sociedad colombiana el más
amplio interés por los problemas rurales y promover una deliberación
general en la que participen todos los que quieran aportar a la
construcción de una propuesta nacional que posibilite que el agro
colombiano salga de su crisis histórica.

La solución política del conflicto armado requiere de propuestas
políticas, que elaboradas con un amplio apoyo, apunten a soluciones
de fondo que permitan superar los graves problemas que aquejan a
nuestra patria.

QUIÉNES PARTICIPAN

Estamos invitando a participar en este Congreso a las campesinas y a
los campesinos, indígenas y afrodescendientes; a sus organizaciones
tanto del nivel nacional como regional y local; a los productores
agrícolas y ganaderos de espíritu progresista y patriótico y a sus
agremiaciones y agrupaciones; a los profesionales y técnicos afines a
la actividad agropecuaria y sus asociaciones; a los desplazados que
organizadamente trabajan por el retorno seguro a sus lugares de
origen; a los investigadores, académicos y universitarios
comprometidos en la búsqueda de una paz con justicia social; a los
diseñadores de políticas públicas agrarias; a los ambientalistas y
ecologistas; a los políticos y parlamentarios interesados en la
temática rural; a las centrales y federaciones sindicales nacionales;
a las Iglesias y religiosos; a los maestros; a las organizaciones no
gubernamentales de derechos humanos y de paz; y a todos los
colombianos y colombianas que quieren la reconstrucción democrática y
social del campo y una paz duradera para el país.

CONVOCANTES A LA FECHA

Esta convocatoria ha sido suscrita, a la fecha, por las siguientes
organizaciones:

DE LAS ORGANIZACIONES CAMPESINAS:

a.. Asociación Nacional de Usuarios Campesinos –Anuc-

b.. Central de Cooperativas del Sector Agropecuario Ltda. –Cecora-

c.. Consejo Nacional Campesino –CNC:

- a.. Acbra

- b.. ACC

- c.. Anmucic

- d.. Anuc – ur

- e.. Coordinación Nacional de Desplazados –CND-

- f.. Fanal

- g.. Fenacoa

- h.. Fensuagro

- i.. Festracol

- j.. Sindicato de Trabajadores del Incora –Sintradin-

a.. Coordinador Nacional Agrario

Organizaciones Regionales:

- a.. Fundación San Isidro

- b.. Instituto Mayor Campesino -Imca de Buga-

DE LAS ORGANIZACIONES DE AFROCOLOMBIANOS :

a.. Conferencia Nacional Afrocolombiana

DE LAS ORGANIZACIONES DE DERECHOS HUMANOS :

a.. Andas

b.. Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y
Desarrollo

DE LAS ORGANIZACIONES DE PAZ :

a.. Indepaz

b.. Planeta paz

DE LAS UNIVERSIDADES Y ASOCIACIONES DE PROFESIONALES Y ESTUDIANTES DE
CIENCIAS AGROPECUARIAS:

- a.. Asociación Colombiana de Ingenieros Agrónomos –ACIA-

- b.. Mesa Agraria de la Universidad Nacional

DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL :

- a.. Colegio de Estudios para el Desarrollo. Universidad de Upsala –
Suecia-