Argentina: A un año del alzamiento del “campo”
A 33 años del golpe Genocida
- Camino a nuestro primer Congreso Nacional-
A un año de la 125 y a 33 años del golpe nos encontramos con el país violentamente sitiado, otra vez, por la burguesía agraria y los medios de comunicación.
El 24 de marzo de 1976 una organización ilícita que denominamos “dictadura” se alzo en armas contra la democracia para modificar la estructura económica, política social y cultural de nuestro país. Tal es así que para 1976 la lucha popular había logrado que aproximadamente el 50 % del PBI quede en manos de los trabajadores Y en la actualidad en la más optimista de las estimaciones a los trabajadores nos toca el 20% del Producto bruto. La pobreza, la indigencia, la destrucción de la naturaleza, la desnutrición infantil, la mercantilización de la vida y los bienes naturales, la famosa inseguridad, son todas consecuencias de este modelo impuesto por la violencia.
Pero la organización ilícita de la “dictadura” no estaba conformada solo por militares traidores a la patria, sino que estaba sostenida por medios masivos de comunicación, sectores de la iglesia católica, partidos de derecha y de “izquierda”, organizaciones ruralistas (Sociedad Rural Argentina, CRAA), y empresarios de distintos rubros. Todos respaldados y asesorados por la CIA.
Lo anteriormente dicho no es nada nuevo, pero el repaso podemos utilizarlo para analizar la actualidad. Porque más allá de que la democracia actual sea bastante precaria, ha sido una conquista de las luchas populares y hoy los mismos actores de 1976 intentan reducir aún más la porción que nos queda a los trabajadores, campesinos y desocupados.
A partir del 11 de marzo del 2008 con la resolución 125 esta organización ilícita que llamamos la “derecha” encontró un punto desde donde golpear a la democracia y al mismo tiempo defender sus desorbitados privilegios.
El modelo de agricultura industrial ha demostrado en todo el mundo que no es capaz de disminuir el hambre. Todo lo contrario, desde el desarrollo de los modelos de producción basados en monocultivos transgénicos, (que insumen altas cantidades de agro tóxicos y donde la comercialización está altamente concentrada), ha aumentado el hambre, se han agravado los problemas ambientales, han aumentado considerablemente los casos de cáncer y otras enfermedades causadas por agro tóxicos, se han elevado considerablemente los precios de los alimentos, se han desalojado miles de familias campesinas que han debido emigrar a las ciudades y , la lista de terribles consecuencias de este modelo podría seguir en páginas enteras.
Hoy la mesa de enlace no representa, en ninguna medida, la voz de actores dispuestos cambiar este modelo. Desde la SRA hasta la FAA están representados grandes terratenientes, grandes empresas agrarias, medianos empresarios agrarios y rentistas de la tierra.
No podemos seguir confundiendo a la mesa de enlace con “productores” tal como existían hace 40 años, porque esos intereses no son los que defiende la mesa de enlace, repasemos: Se opusieron a todos los beneficios de la 125, se opusieron a la nueva ley laboral que garantiza condiciones mínimamente dignas a los peones rurales, se opusieron a la insinuación de que el estado regule el comercio de granos, entre otras cosas.
A los sectores “progresistas” que le dan crédito a la FAA preguntamos: ¿Por que la mesa de enlace no escracha y denuncia a las multinacionales que se quedan con una parte muy importante de las ganancias de la soja. Monsanto, Syngenta, Cargyl, Nidera entre otras, no solo venden los paquetes tecnológicos a altos precios internacionales, si no que monopolizan la comercialización internacional de granos, estas multinacionales se quedan con un porcentaje mayor que el estado con las retenciones. Entonces ¿Por qué no le hacen piquetes en el puerto a Monsanto? Estamos convencidos de que es porque defienden el mismo modelo de producción, porque son socios en el saqueo y están dispuestos a compartir ganancias entre ellos, pero no con los trabajadores.
Para ellos la democracia solo vale cuando se satisfacen sus ambiciones porque subestiman al pueblo en su capacidad de decidir. Y eso queda claro cada vez que no logran su cometido en las instituciones, entonces van a los piquetes y al desabastecimiento jugando con el hambre del pueblo. ¿Quiénes pueden estar tanto tiempo sin trabajar y sin vender su producción? Solo estas clases sociales, grandes, medianos y pequeños terratenientes rentistas, y grandes y medianos empresarios de la soja.
En el campo los abusos contra las comunidades campesinas e indígenas son continuos, perpetrados por empresarios vinculados a la mesa de enlace que tienen como fin apropiarse de nuestro territorio para mercantilizarlo con la sola idea del lucro desmedido: Cuentan con la complicidad de jueces, policías y funcionarios corruptos. En la actualidad se violan sistemáticamente los derechos humanos en el campo. Matones armados, cárceles con causas inventadas, y topadoras que desmontan y arrasan con predios de producción, avionetas que hacen llover venenos sobre barrios urbanos; casas, pozos de agua, corrales, chacras de producción de alimentos. Son todas situaciones contra las cuales luchamos hoy, a 33 años del golpe.
Es imprescindible que se avance con los juicios a los genocidas para poder avanzar en justicia, pero no podemos quedarnos conformes solo con eso, los ddhh se siguen vulnerando.
El gobierno tampoco ha demostrado jugarse por un proyecto alternativo, mas allá de medidas coyunturales y tácticas como la 125 o la estatización de las AFJP, positivas pero fuera de un programa estratégico. No ha elaborado un plan para fortalecer al campesinado, para comenzar a construir un modelo alternativo. Ha retrocedido a una política de alianzas que está lejos de poder enfrentar a la derecha. Y no hay signos de que intente promover la unidad del campo popular en función de un proyecto nacional que trascienda al kischnerismo.
Además 95% de los recursos de la Secretaria de agricultura ganadería pesca y alimentación van a parar a los agro negocios, es decir a los sectores representados por la mesa de enlace
Si realmente queremos justicia social, cuidar nuestros bienes naturales y desarrollarnos como nación, debemos construir un modelo agropecuario diferente, basado en la diversidad de cultivos, la agroecológica como técnica, el mercado interno como prioritario y la vida campesina como sustento.
Reflexiones finales para el debate
Las retenciones no solo distribuyen ingresos, si no que son una barrera al avance de la soja y al modelo extractivo y exportador, de esta manera sostenemos el precio de los alimentos y protegemos nuestra salud y ambiente. Es una herramienta táctica que no podemos dejar de defender hoy. Sin embargo debemos trazar herramientas estratégicas de desarrollo rural, nosotros proponemos la soberanía alimentaria como horizonte estratégico de mediano plazo.
La crisis financiera termina de demostrar que no es posible el desarrollo sustentable en el marco del capitalismo. Debemos aprovechar el momento para que los trabajadores y trabajadoras adhieran a un proyecto de transformación.
Es imprescindible fortalecer las organizaciones populares autónomas de partidos y gobiernos, capaces de generar propuestas y acciones transformadoras, de apoyar las medidas populares de los gobiernos y combatir los avances del capital.
Las multinacionales deben ser declaradas enemigas estratégicas del campo popular y la lucha debe centrase contra ellas.
Los bienes naturales y la tierra no son mercancías y no pueden estar en manos de unos pocos.
Soberanía alimentaria como alternativa al modelo agrario: La tierra con función social en manos de campesinos que vivan y trabajen la tierra con métodos agroecológicos. Organizaciones populares de consumidores que coordinen el intercambio de alimentos y bienes. Mercados populares que abastezcan a los barrios, pueblos y ciudades.
Argentina, 24 de marzo de 2009
¡Tierra, Trabajo y Justicia!
Movimiento Nacional Campesino Indígena
Vía Campesina
Camino a nuestro primer congreso nacional
movnaccampesinoindigena@gmail.com