Chile: Mujeres Marchan por el Respeto de sus Derechos
Más de cinco mil mujeres salieron a la calle este 8 de marzo para marchar y manifestarse contra la discriminación, exclusión y violencia hacia ellas. Mujeres de diversas edades y sectores políticos llegaron hasta la Alameda- principal arteria vehicular de la capital- para conmemorar su día, en un contexto político-social en donde las violaciones a los derechos de las mujeres son constantes.
Este año la unidad fue la consigna, ya que el movimiento de mujeres – a través de sus diversas organizaciones- trabajaron en la realización de un acto único, en donde se explicitaron las principales demandas. En esta coordinadora estuvieron presentes representantes de mujeres trabajadoras, campesinas, feministas y jóvenes.
Las principales denuncias hechas por el movimiento de mujeres fueron: el aumento en la violencia de género, las inequidades en materia laboral (las mujeres ganan un 30% menos que los hombres en un mismo trabajo), reposición del aborto terapéutico, derecho a la anticoncepción de emergencia, respeto a las libertades sexuales, educación sexual laica y humanista para jóvenes y la ratificación del Protocolo Facultativo de la Convención sobre todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, entro otros temas.
En el acto central realizado en el centro de Santiago, las oradoras fueron Mireya Baltra, ex Ministra del Trabajo del gobierno de Salvador Allende; María Rozas , dirigenta de la CUT; Rosa Ferrada , integrante del movimiento feminista; Alicia Muñoz, Presidenta de ANAMURI y Claudia Jeria, por la Marcha Mundial de las Mujeres MMM-Chile.
En sus palabras, la representante de la MMM punto focal Chile graficó la grave situación de exclusión que viven las mujeres jóvenes en el país, quienes son discriminadas social, económica y políticamente. “En este sistema social excluyente, las mujeres jóvenes hemos sido objeto de las más graves discriminaciones: en el trabajo, en la educación, en los derechos sexuales y reproductivos, en la participación social y política. Hoy nos encontramos afectadas por una feroz cesantía que nos obliga a ser mano de obra barata, alejadas de toda posibilidad de desarrollo personal, social y colectivo. Mientras que en la educación se nos discrimina, violenta y acosa, en lo social y político también somos marginadas. No hay lugar para las jóvenes en los centros de poder”, recalcó.
Así, la Marcha Mundial de las Mujeres exigió el acceso a trabajos dignos y decentes, el derecho a la promoción de instancias de participación social y política, al igual que el acceso a un sistema educativo integral, laico, democrático, con responsabilidad estatal, además de educación e información para vivir nuestra sexualidad y afectividad sin riesgos, para defender la autonomía de nuestros cuerpos, para defender nuestras opciones sexuales, sin que por ello seamos objeto de violencias o coerción