Perú: El escenario post marcha de los 4 Suyos

2000-09-12 00:00:00

Después de la marcha de los 4 Suyos, donde nuestra central jugó un rol
destacado en representación de sectores del movimiento campesino y agrario,
el país esta impregnado con tres hechos de particular relevancia. El
primero, la mayoría del pueblo peruano ha expresado su rechazo a un tercer
gobierno ilegítimo nacido del fraude, voluntad que tiende a crecer a medida
que pasan los días.

El segundo, el poder del autócrata es cada vez más débil al estar el
fujimorimo en su fase terminal y sólo se sostiene con la prepotencia de una
cúpula militar corrupta y de tecnócratas fracasados de cuello blanco y de
curriculum ajeno a la vida de los peruanos y prosperidad del país.

El tercero, que el modelo económico del fujimorato se encuentra agotado al
llevar a la quiebra al agro y la destrucción del mercado interno, el cual no
genera las condiciones para dar solución sostenida a la crisis económica
recesiva que vivimos, ni mucho menos puede crear empleo, que es la demanda
central del pueblo peruano.

En medio del despliegue de esta energía democrática de los 4 Suyos y con la
voluntad de neutralizarlas, Fujimori, en su discurso del 28 de julio, reiteró
su promesa electoral de abrir el quinquenio del agro, cuyo planteamiento
central fue la propuesta de la sustitución competitiva de importaciones.

Algunas fuerzas del agro y de otros sectores del país, con ingenuidad
increíble, generaron expectativas sobre la posible modificación del modelo,
aún cuando ya habíamos sufrido 10 años de estragos de una política neoliberal
que desarrollo una crisis generalizada en todas las agriculturas del país.

Volviendo arar en el desierto:
Insistiendo en los mismos actores y en el mismo modelo agotado

Pero no pasaron ni dos semanas y el trinomio neoliberal Fujimori, Boloña y
Chlimper, en el más puro estilo autoritario como corresponde a toda
dictadura, chorreó un sinnúmero de medidas y paquetes, que supuestamente
deben resolver la crisis económica que hoy padecemos como consecuencia de 10
años de neoliberalismo.

Analizadas cada una de ellas, nos encontramos con el hecho de que no se trata
de un rescate del agro, sino un rescate de la banca y de algunos sectores
empresariales ubicados en las llamadas 50 mil has. de agricultura de punta,
establecidas principalmente en los departamentos de Lima e Ica, de los 3
millones de has, que el Perú tiene entre cultivos de campaña, transitorios y
permanentes. Es bueno recordar que los "agricultores de punta "han venido
recibiendo un trato preferencial a través D.L. 885 y que aún con dichas
ventajas, fracasaron en modernizar el agro terminando involucrados en la
crisis del modelo por el que apostaron a fardo cerrado.

De la misma manera, no estamos ante propuestas de promoción del sector
agrario para impulsar una agroindustria que parte y se engarza con el mediano
y pequeño productor para elaborar productos que están destinados a la
alimentación de nuestro pueblo, ni son parte de una plataforma de promoción
exportadora concertada que sea parte de un plan de crecimiento económico
fundamentado en la capacidad de generar conocimiento científico y tecnologías
para su uso adecuado; si no estamos frente a una propuesta que sobre la base
de incentivos tributarios y laborales, busca desarrollar actividades de
transformación tradicional dirigidas principalmente hacia el mercado externo,
sin armonía y enfrentadas a los productores, quienes además seguirán
abandonados a su suerte.

Mientras por otro lado, a todas las agroindustrias que constituyen el eslabón
de las importaciones masivas que invaden nuestro mercado, se les ha dejado
reinando con sus políticas monopólicas. De modo que la llamada sustitución
de importaciones competitivas no es sino otro cuento más del fujimorismo.

En realidad, todo ello revela el agotamiento del modelo neoliberal en el agro
peruano. Si en 1990, el FMI y Fujimori, produjeron una brutal intervención
del Estado para introducir las reglas de juego que den vida al modelo
neoliberal salvaje; en el año 2000, se produce otra gran intervención
estatal, sólo que esta vez para salvar de la crisis a los beneficiarios
directos del modelo, principalmente a los banqueros; y que fueron los
encargados junto con el gobierno de generar la crisis que hoy vivimos.

En conclusión, las medidas del trinomio, nuevamente han dejado de lado a más
de 99% del total de productores agrarios que existen en el país, pequeños y
medianos que vivimos en la sierra, en la costa y en la selva. No existe,
pues, una política sectorial agraria de carácter integral, democrática,
descentralizada, que promueva el desarrollo rural y agrario de las diferentes
agriculturas que existen en el país.

Nuevamente, Fujimori con su flamante y modernísimo Chlimper, más el Boloña
II, se han puesto de espaldas a la gran mayoría de los productores agrarios,
que somos el sostén de una población rural de cerca de 8 millones, además de
ser el sector que puede generar con mayor facilidad empleo. Para muestra un
botón más: en el proyecto del Presupuesto General de la República para el año
2001, de cada 100 soles sólo se destina para la agricultura la cantidad de
dos soles con 99 centavos. Mientras, que para el servicio de la deuda, para
Defensa y Seguridad Nacional se destina 35 soles con 59 centavos. Una vez
más se viola prioridad que la Constitución le otorga al agro.

Los Suyos vuelven a lo suyo... Preparando nuevas jornadas

Mientras se producen estos acontecimientos la fuerza de los Suyos vuelven a
ganar los escenarios regionales e incluso los nacionales, pero esta vez
enfrentado a las consecuencias del modelo económico. Los productores y
nativos del pueblo olvidado de Madre de Dios, del 21 al 23 de agosto,
hicieron conocer su protesta frente a la Ley Forestal y el abandono y atraso
de su departamento. En las mismas fechas, campesinos de Azángaro (Fucapeva)
junto a los maestros paralizaban esta provincia puneña, exigiendo corte de
juicios por terrorismo a los profesores, defendiendo la tierra y por precios
justos para la leche, carne y lana. El 23 de agosto todo el Valle de San
Lorenzo-Piura fue paralizado por el Frente de Defensa de Tambo Grande, con
las banderas de ?agro si, minas no! ? La vida y el agro son un tesoro y vale
más que el oro!

Entre el 5 y 6 de setiembre, el pueblo K´ana de la provincia de Espinar, con
su Alcalde a la cabeza, sesionaban públicamente en la Plaza Mayor de la
ciudad del Cusco, para exigir la construcción carretera asfaltada que une a
Espinar con Sicuani y por mejores precios pecuarios para los productores de
esta provincia ganadera. Entre el 10 y l2 de setiembre la población de la
provincia de la Convención, también del Cusco, prepara un paro de 72 horas,
para reclamar la reconstrucción de la carretera y el ferrocarril que se
destruyeron a raíz del FEN 97/98 y exigir, también precios justos para el
café. La próxima semana la Federación Departamental de Campesinos de Cusco
(FDCC), con las autoridades agrarias de la región, iniciaran un proceso de
negociación sobre su propuesta de desarrollo agrario y rural.

Finalmente, frente a la indolencia para frenar la pobreza que consume al 66 %
de la población rural, como revelan las últimas encuestas del Instituto
Cuanto, difundida el 1 de setiembre del presente año, y, ante la insistencia
de mantener el modelo a cualquier costo, la CCP, reitera su decisión de
preparar un PARO NACIONAL AGRARIO en coordinación con otras centrales
nacionales campesinas y agrarias que existen en el país.