París: 4to. encuentro de los amigos y amigas del MST en Europa

2001-07-13 00:00:00

En los días 30 de junio y 01 de julio participé, en
París, del Encuentro de los Amigos y Amigas del MST en
Europa. Éramos más de 100 participantes de todos los
países de Europa. La mayoría eran personas europeas que
ya estuvieron en Brasil, trabajando o conociendo nuestra
realidad. Y había un grupo de brasileños que viven en
Europa. De Brasil, vinieron tres representantes del MST
(Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra): Dulcinéia
Pavan, Gilmar Mauro y Adelar Pizetta. Hablábamos tantas
lenguas diferentes, pero la causa era común. Algunas
impresiones:

1. Brasil visto de lejos. Brasil que tanto amamos.
Brasil amado por quien nació allá y está lejos. Brasil
tan recordado y amado por quien ya estuvo allá y sólo
entonces entendió lo que es "saudade", y quien bebió de
aquella agua quiere volver siempre. Por que Brasil o se
ama o se prostituye, corrompe y saquea (como hace nuestra
elite). Brasil que sufre hoy una crisis terrible.
Brasil en una encrucijada. ¿Hacia donde va? La deuda
externa e interna que crece cada vez más, los recursos
que van para pagar los intereses... Pocos ricos, siempre
más ricos; muchos pobres, siempre más pobres. Violencia,
fruto de la injusticia social, corrupción... y ahora
¡hasta la luz falta! En este momento de globalización
económica, dominio de las multinacionales, los grandes
están engullendo a los pequeños. Como toda América,
Brasil está siendo mordido por los Estados Unidos,
continuando así, pronto seremos una colonia
norteamericana. ¿Brasil entrará o resistirá a la ALCA?
¿Va a dolarizar la moneda? ¿Cómo y quién será el próximo
gobierno? ¿Ante los productos transgénicos Brasil seguirá
a EE.UU. y a Monsanto o mirará para Europa, sedienta de
productos más puros?

2. La tierra... El problema de la tierra en Brasil es
grave y continúa. La reforma agraria no sale. Al
contrario, hoy el número de pequeñas propiedades que
están desapareciendo es tres veces mayor que las nuevas
propiedades creadas por la reforma agraria. La política
agrícola privilegia la agro-industria y la exportación y
no las pequeñas propiedades y el mercado interno con
tantas bocas que podrían comer.

3. La lucha del MST: muy amada y conocida en Europa, la
lucha de los sin tierra de Brasil recibe apoyos y es
mirada con mucha esperanza. Muchas personas ya fueron de
visita, pasaron por los acampamentos y asentamientos,
participaron de las luchas. Pero en Brasil, la ofensiva
del gobierno contra el MST es fuerte. El gobierno y los
latifundistas saben que precisan destruir al MST, por eso
hacen inviable la reforma agraria y persiguen al MST.
(Contra Canudos fue usado el cañón. En el Contestado fue
usado el avión. Contra el MST se usa la televisión). El
gobierno y la burguesía estudiaron bien el MST y ahora
pasaron a reprimirlo, persiguen reprimiendo con
violencia, torturando, matando (los últimos 10 años son
más de mil trabajadores rurales asesinados y una buena
parte eran líderes) La Justicia (¿o in-Justicia?) que es
ágil para prender trabajadores, para dar las órdenes de
despeje y reintegración de pose, pero es demasiado lenta
para castigar a los criminales (de los más de mil
asesinados, menos de 40 asesinos o responsables
intelectuales fueron juzgados y menos de diez fueron
condenados); el juicio de la masacre de Eldorado dos
Carajás, donde 19 trabajadores fueron asesinados, aún no
se ha realizado y difícilmente alguien será castigado.
El gobierno usa los medios de comunicación (TV, radios y
periódicos) haciendo pasar la imagen de que el MST es
corrupto y violento. Gobierno que promete censarlos por
correo los sin tierra y no da tierra a quien está en el
MST (igual al tiempo de la esclavitud cuando se decía que
esclavo que huyese no conseguiría la libertad). El
ministro Raul Jungmann hace tanta propaganda de la
reforma agraria, más de 6,3 millones de familias
continúan sin un pedazo de tierra (por eso él recibió de
regalo un Pinocho cuando vino a Italia)

4. Apoyo y solidaridad: si la persecución aumenta en
Brasil, crece el apoyo y la solidaridad internacional.
Los comités de apoyo al Movimiento de los Sin Tierra se
organizan para prestar solidaridad, para presionar el
gobierno y el poder judicial delante de las injusticias y
pedir la punición de los asesinos de tantos trabajadores
y líderes del MST. Se buscan formas de ayudar algunos
proyectos. Y crece el número de personas que quieren ir
a Brasil visitar, conocer la lucha de los sin tierra y
vivir un tiempo con ellos. Al mismo tiempo piden la
visita de miembros del MST a Europa para hablar de lo que
están haciendo.

5. Esperanza: el Encuentro fue un momento de esperanza.
Momento para conocer personas nuevas y que están luchando
por la misma causa. Momento de fortalecer relaciones,
diálogos, de querer trabajar juntos. Fue un momento de
alimentar el sueño de la utopía. Tuvimos bellos espacios
de mística, y en fin para acreditar que un mundo nuevo y
justo es posible y que existen hermosas señales
aconteciendo. Tomamos mate, cantamos músicas brasileñas
y terminamos brindando con un vino italiano. Como sería
de bonito si la gente pudiese decir a cada padre, madre,
joven, niño sin tierra que está luchando por un pedazo de
suelo: "Nosotros sabemos que vuestra lucha es sufrida,
pero es bella, es para repartir la tierra que Dios dejó
para todos; es mejor vivir en la tierra y tener de que
comer que quedarse en las ciudades sin empleo y tener que
robar para vivir... ¡coraje! ¡No están solos! Si no
podemos estar juntos, extenderemos nuestra mano como
solidaridad, miramos para vosotros, con nuestro corazón
los amamos y queremos dar fuerza y esperanza"! Tanto en
el viaje de ida como en el de regreso, el paisaje es
encantador. Y es bonito ver la tierra repartida así en
pequeños lotes, sin los grandes latifundios improductivos
como en Brasil... Aquí, como en todos los países
desarrollados del mundo, fue hecha la reforma agraria y
el reparto de la tierra. En todos los lugares, fue
necesaria la lucha y el coraje de enfrentar el poder de
los grandes. Soñamos con la tierra brasileña repartida,
con el pueblo plantando y recogiendo, alimentando las
ciudades, con una agricultura sin venenos y sin productos
transgénicos... Soñamos con el pueblo feliz. Y soñar
aún es bueno y... ¡es necesario para vivir!.

* Frei Ildo Perondi es brasileño, vive y estudia en Roma.