2006: Mucha lucha y movilización

2006-01-10 00:00:00

MST Informa nº 106 - 06/01/2006, Ano V - nº 106, Viernes, 6 de enero del 2006

Queridos amigos y amigas del MST,

Para que logremos muchas conquistas en este año que comienza, el MST está planeando luchas y movilizaciones. Son formas de presión social organizada, donde queremos que haya menos restaurantes de fast food en cada esquina y más bibliotecas y librerías; acceso a la tierra para producir alimentos saludables y baratos; empleo y renta mínima para todas las familias; educación de calidad y gratuita; acceso a la información; rescate de la cultura popular y fortalecimiento de la salud.

Para eso será necesario debatir en todos los espacios posibles la construcción de un proyecto que sea anti-neoliberal, anti-imperialista, popular y nacional. Ese nuevo modelo solamente será viabilizado a partir de un verdadero cambio de las discusiones, que acumulará energías, fuerzas y consensos en torno a las ideas. Si duda, será preciso que el movimiento de masas se fortalezca para que la actual correlación de fuerzas adversas sea alterada. La lucha del MST y la vida de quien de ella participa son para ver ese sueño de transformar la realidad en la tierra brasilera.

El año que pasó fue muy duro para los trabajadores y trabajadoras rurales y urbanos y para la Reforma Agraria.

Felizmente, a lo largo del 2005, el MST recibió mucho apoyo y solidaridad de la sociedad para con la lucha de las 160 mil familias acampadas - debajo de plásticos negros a la orilla de las carreteras o en latifundios improductivos - y de las 350 mil familias asentadas.

El MST considera importante socializar su evaluación sobre el año que pasó y los desafíos trazados para este que comienza.

La preocupación por la gravedad de la crisis brasileira ha sido constantemente manifestada en conjunto con otros movimientos sociales. El cuadro es dramático. La crisis no se limita a un problema político-partidario. Toca intensamente a la cuestión ideológica, reflejada en la ausencia de proyectos, y sumerge a Brasil en el abismo social. Lamentablemente no hay pensamiento estratégico y a largo plazo volcado en resolver los verdaderos problemas estructurales del país, lo que pospone esas cuestiones para el futuro.

El reflejo más claro de la política económica adoptada, que convive con tasas de interés bárbaras, es el desempleo. La felicidad para un selecto club, que reúne banqueros y especuladores internacionales. Según el profesor de la Universidad de Campiñas, Eduardo Fagnani, el pago de tres días de intereses de la deuda interna e externa consume el presupuesto de un año de Reforma Agraria. Los gastos de 20 días de intereses son equivalentes a lo que fue invertido durante 10 años en vivienda popular y saneamiento básico.

El MST se está esforzando por construir una unidad en torno de los movimientos sociales del campo y de la ciudad para forjar colectivamente una alternativa popular para el Brasil.

Los resultados se sintieron a lo largo de este período: 1) la Coordinación de los Movimientos Sociales realizó en los estados diversas manifestaciones y actividades por el cambio del modelo económico, demostrando la capacidad de los movimientos de pensar más allá de las pautas específicas de la reivindicación; 2) El Foro Nacional por la Reforma Agracia se consolidó como espacio de encuentro, reflexión y articulación de todos los movimientos y entidades que seguirán luchando en torno de los compromisos que asumimos en la "Carta de la Tierra" de 2004; 3) la Asamblea Popular Nacional, juntamente con la 4ª Semana Social Brasileira/CNBB, unió a millares de brasileros y brasileras en la lucha por propuestas concretas de cambios para el país.

Para nuestro Movimiento, 2005 también fue un año de aprendizaje. El desafío de colocar 12 mil manifestantes en movimiento por diecisiete días - de forma organizada y seria - hace de la Marcha Nacional por la Reforma Agraria un hecho irrepetible. El sacrificio de la caminata fue amenizado de un lado por el apoyo de los amigos del MST y del otro por los momentos de estudios y de formación a largo del trayecto de 200 kilómetros, que separan Goiânia de Brasilia.

Pero si la Marcha dejó un bagaje de aprendizaje y Solidaridad, el gobierno decepcionó una vez más. No cumplió con los siete compromisos asumidos a la llegada de la manifestación a Brasilia.

El MST lamenta de que la Reforma Agraria no sea vista como mecanismo de democratización de la tierra (en nuestro país apenas el 1% de los propietarios acapara el 46% de las tierras) y de generación y distribución de riqueza y renta. Solamente es considerada como una mera política de compensación social en una economía que prioriza las exportaciones de granos para los países ricos, mientras el pueblo no tiene acceso fácil a los productos de la cesta básica. La simple aprobación de una normativa que actualice los índices de productividad, conforme a la media calculada por IBGE, ya sería suficiente para hacer avanzar el proceso de Reforma Agraria. Sin embargo, esta decisión, que no implica gastos y está exclusivamente en las manos del Poder Ejecutivo, no ha sido tomada. Faltó voluntad política.

La Reforma Agraria sigue lentamente, a pesar del gobierno, y de sus alardeos con números que no existen. En Río Grande do Sul en tres años sólo 100 familias fueron asentadas. En Maranhão, estado que exhibe los mayores índices de concentración de la tierra, ni una familia fue asentada. La inercia sirve como estímulo para el latifundio.

La CPMI (Comisión Parlamentaria) de la Tierra desperdició una oportunidad histórica de develar la estructura agraria del país y proponer medidas coherentes. Prefirió subordinarse a la UDR (Unión Democrática Ruralista) y revertir los papeles. Para los parlamentarios de esa Comisión CPMI, concentrar tierras en un país con problemas sociales no es odioso. Odioso, para ellos es luchar contra el hambre y la desigualdad. La comisión logró transformar a las víctimas en promotoras de violencia. Simplemente ignoró los 38 muertos en conflictos en el campo a lo largo del año, 16 de ellos en Pará. Simbólicamente, en el día de la votación de la relatoría, un trabajador Sin Tierra fue asesinado por pistoleros en Alagoas. La tentativa de criminalizar a los movimientos sociales ganó puntos, así como trabajadores y trabajadoras viviendo en régimen de esclavitud en las grandes haciendas.

El MST no cree en milagros. Sabe que el tiempo es de mucha lucha, sin dejar de lado la esperanza.

El cambio no vendrá de gabinetes y palacios, sino del pueblo organizado y movilizado.

El Movimiento tiene la certeza que el nuevo proyecto para el país será fruto de la participación popular en la democratización de la tierra, de las riquezas y de los medios de comunicación. Buscamos fuerzas para esta tarea en las lecciones de Apolônio de Carvalho, que nos abandonaba en el año que concluyó. Pocas semanas antes de fallecer, Apolônio nos decía, con su motivación incansable: "No le sirve a la gente mirar la realidad y protestar contra ella. Queremos un mundo no sólo mejor, sino un mundo más joven, más lleno de creatividad, de abnegación, paz, justicia, relaciones humanas amplias y puras. El ideal de una sociedad nueva, en la cual se corregirían paulatinamente las injusticias y crueldades, proyectando el ideal en un horizonte de más igualdad, fraternidad y solidaridad".

El MST cree en la construcción de esa nueva realidad.

Un fuerte abrazo.

Secretaria Nacional do MST

Traducción al castellano: SOLDEPAZ