Prohibir la venta de armas para transformar la sociedad

2005-10-19 00:00:00

Mst Informa, Año V - nº 101 - edición especial, martes, 18 de octubre de 2005

Queridos amigos y amigas del MST:

El próximo día 23 de octubre la sociedad brasileña ha sido
convocada a decidir sobre si debemos prohibir la venta de
armas. El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra
y los movimientos sociales que pertenecen a la Vía
Campesina Brasil ya se pronunciaron hace mucho tiempo: nos
definimos claramente por la prohibición de la venta de
armas y municiones.

Tomamos esa decisión de forma unánime, sin ninguna duda y
nos esforzaremos para convencer al mayor número posible de
personas sobre esa necesidad.

La sociedad brasileña enfrenta muchos problemas sociales y
económicos. Tenemos el problema de la marginalidad social
que genera muchos crímenes. Tenemos el problema de la
criminalidad organizada, con grupos, cuadrillas,
narcotraficantes, contrabandistas de drogas y de armas. En
general todos ellos tienen conexiones con las clases
dominantes, con sus fortunas muy bien guardadas y
aprovechadas en el sistema financiero nacional e
internacional. Esos problemas son muy graves y solamente
grandes transformaciones en las estructuras económicas,
sociales y políticas podrán tener fuerza suficiente para
combatir la pobreza, la desigualdad y la impunidad de esos
grupos concertados con los sistemas de poder y del Estado.
El referendo no trata de esos dos problemas: de la
marginalidad social y de la criminalidad.

Las razones del referendo

Pero el referendo, al prohibir la venta de armas para
personas comunes, sí puede ayudar a resolver el problema
de las 40 mil muertes que ocurren en nuestra sociedad todos
los años. En cerca de un 85% de los casos, las víctimas
conocían a los agresores. La mayoría es joven y pobre Hay
también muchos casos de agresión a esposas y compañeras, y
accidentes.

La prohibición de la venta reducirá drásticamente ese tipo
de problema. Prohibir la venta de armas es una actitud
civilizatoria para salvar vidas. Se trata de establecer
relaciones menos agresivas para resolver problemas sociales.

Es muy sintomático que los portavoces y defensores de la
venta de armas sean, en primer lugar, los fabricantes que
sólo piensan en el lucro. Después, la llamada “bancada de
la bala”, conformada por aquellos parlamentarios violentos,
ligados a la Unión Democrática Republicana (UDR), bancada
rural y ultraderechista.

Muy sintomático que todos los fascistas, la UDR y
Tradición Familia y Propiedad defiendan con ardor el
armamento. ¿Por qué hacen eso? Porque parten de una
concepción del mundo de que ellos, los propietarios, la
burguesía, la clase dominante, tienen el derecho de
defender con armas su patrimonio. Tienen el derecho de
decidir por la vida, inclusive de algún pobre ladrón. Eso
es volver hacia la Edad Media. Cabe al Estado, al poder, a
la estructura jurídica de la sociedad y las leyes defender
la vida de los ciudadanos. Decir que cada uno necesita
defenderse es volver al sálvese quién pueda de la ley
primitiva.

Es muy sintomático que los columnistas más derechistas,
como el Sr. Rosenfield, la mentirosa Vea, y algunos
militares derechistas de Río de Janeiro, responsables por
20 años de dictadura militar, hayan publicado su defensa de
la venta de armas.

A ellos no les interesa discutir cómo defender la vida,
cómo salir de la pobreza y de la desigualdad social.
Reducen los problemas de la sociedad al derecho de defender
su patrimonio, sus privilegios, sus bienes materiales. Y lo
que es peor: aún en ese caso, según todos los especialistas
de la policía, tener un arma en casa no representa ninguna
seguridad. Al contrario, es un riesgo más para su propia
vida, pues los delincuentes siempre estarán mejor
preparados para el uso de las armas.

Por eso el MST se junta a todas las personas de bien,
iglesias, movimientos sociales, las fuerzas progresistas de
nuestra sociedad para luchar por la prohibición de la venta
de armas. Y convocamos a todos y todas a que participen en
la campaña y ayuden a que el SÍ gane el próximo domingo.

Por otro lado, lamentamos que ese instrumento tan
importante que es el referendo haya sido tan mal usado en
esta campaña. El espíritu del referendo es provocar el
debate, la participación de todas las personas.
Lamentablemente fuimos perjudicados, de nuevo, por la
reglamentación de la ley y de los publicistas, que
transformaron un debate sobre un tema tan fundamental
solamente en un campeonato de propaganda en la televisión.
Pero en toda lucha política hay un aprendizaje y esperamos
que este referendo ayude el pueblo a descubrir que él tiene
el verdadero poder de decisión, y que no puede ni debe
transferir a otros el destino de los temas candentes de
nuestra sociedad. (Traducción: ALAI).