La Gran Marcha de los Sin Tierra por todo Brasil

2005-05-09 00:00:00

El MST camina otros 300 kilómetros por la reforma agraria y por un cambio
en la política económica

Desde el pasado 1º de mayo que partieron de Goiana y haciendo una media de
20 kilómetros diarios la impresionante columna de casi 11.000 campesinas y
campesinos venidos de 23 Estados de Brasil caminan para llamar la atención
de la sociedad brasileña sobre la grave situación de pobreza y desigualdad
en el campo y para exigir al presidente Luiz Inacio Lula da Silva la
aceleración de la reforma agraria y cambios en su política económica.

En el circuito de Anápolis, en uno de los múltiples actos que plagan la
marcha, frente a casi 12.000 personas Joao Pedro Stédile, coordinador del
MST, reclamó al gobierno de Lula que abandone la "línea conservadora" que
lleva a cabo y que de una vez cumpla lo prometido respecto a la Reforma
Agraria.

Así las mujeres, hombres, y niños (entre los que se encuentra Luis Beltrane,
de 97 años) convocados por el MST, y las agrupaciones Vía Campesina y Grito
de los Excluidos, van recorriendo los más de 300 kilómetros que separan la
capital del estado de Goias y Brasilia por las carreteras brasileñas
escuchando en directo los programas de Voces da Terra, la radio que se
realiza en directo desde la marcha.

Llevan a sus espaldas todo lo que necesitan, tiendas para dormir, víveres,
y hasta sus propias cocinas, queriendo con esta marcha hacer frente a la
presión que el gobierno recibe día a día por parte de grupos como la
burguesía del campo, pero también organismos internacionales como el Banco
Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Stédile, recordó que "mientras
esta política neoliberal continua, cientos de miles de familias sin tierra
viven en condiciones muy precarias, con problemas para alimentarse y
acceder a servicios básicos, como la educación".

A la vez que reclaman este acceso a la educación, el MST ha sabido
construir una alternativa, y son capaces de ofrecer clases a las niñas y
niños que están participando en la marcha, para que no pierdan el ritmo de
sus compañeras que se han quedado en los asentamentos y ocupaciones. Pero
el MST reclama una reforma agraria integral, que incluya la cuestión de la
tierra, políticas para incentivar la producción, asistencia técnica, el
fomento de las comunidades locales y del campo y otros aspectos como el
mencionado acceso a la educación.

El coordinador del MST recordó también al gobierno Lula que "hicimos un
acuerdo en noviembre de 2003, en el cual se comprometió a asentar 430.000
familias en sus tres años de mandato que todavía le restaban". Ha pasado
casi un año y medio, y las cifras no le cuadran al gobierno Lula: hasta
ahora ha asentado a menos de 60.000 familias. Faltan veinte meses de
mandato y 370.000 familias a ser asentadas.

Pero las campesinas y campesinos que participan de la marcha saben que la
reforma agraria no es suficiente para transformar el Brasil y reclaman un
cambio en la política económica que en la actualidad está en manos de "los
mismos pajarracos del Ministerio de Hacienda y del Banco central que
manejaban el país hace ocho años, en el gobierno de Fernando Enrique
Cardoso". Así reclaman que los 60 billones de reales del superávit primario
que el gobierno Lula se jacta de haber creado "para aplicarlos en
inversiones que garanticen empleo para todos". Emplearlos en educación, en
la universidad, en incrementar el salario mínimo, que se dejen de pagar las
enormes deudas que ya se han pagado con infinitos intereses.

Por todas estas razones, más de diez mil personas están caminando,
descalzas muchas de ellas, por las carreteras brasileñas, para acercar a
Lula a esa tierra que pisan, a esa tierra por la que luchan, a esa tierra
por la que en muchas ocasiones mueren.

Información diaria de la marcha en:
http://www.mst.org.br/informativos/especiais/marcha/home.htm