Por qué es necesario hacer la Reforma Agraria en Brasil?
MST Informa, Año IV - nº 87, viernes, 01 de abril de 2005
Queridos amigos y amigas del MST,
Brasil tiene graves problemas económicos y sociales, resultantes de la forma como se distribuye la propiedad de la tierra y como se organiza la producción en la agricultura.
La andadura de la Reforma Agraria en nuestro país continúa a pasos lentos. Existen hoy más de 200 mil familias Sin Tierra acampadas bajo plásticos negros, al lado de latifundios improductivos, y 4,6 millones de familias sin-tierra viviendo en una situación de extremo abandono. La política de Reforma Agraria ya fue criticada incluso por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en n informe reciente sobre las condiciones de la vivienda en Brasil.
Según el plan nacional de Reforma Agraria elaborado por el Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA), existen 55 mil inmuebles rurales clasificados como grandes propiedades improductivas, que detentan 120 millones de hectáreas. Esas tierras deberían, por ley, ser desapropiadas e inmediatamente entregadas a las familias de trabajadores.
Pero la elite latifundista brasileña buscó estrategias para impedir el avance de la Reforma Agraria. Por su influencia en el poder Judicial, varios trabajadores rurales fueron apresados. En los medios de comunicación el ataque constante a los movimientos sociales y la propaganda sistemática favorable al agro-negocio intentaban inhibir nuestra lucha. Al mismo tiempo, el ala conservadora del congreso brasileño instituyó una comisión parlamentaria mixta de investigación (CPMI), que tenía como objetivo el investigar la violencia en el campo y que viene cumpliendo el papel de intentar desmoralizar al MST ante la opinión pública, creando factóides* sobre los recursos financieros.
*Factóide = hecho, verdadero o no, divulgado con sensacionalismo, con el propósito de generar impacto en la opinión pública e influenciarla (diccion. Aurélio).
Como consecuencia, en 2003 fueron asentadas 14 mil familias, y en 2004 no llegaron a 50 mil. La propuesta inicial del gobierno, establecida después de una marcha a Brasilia con millares de trabajadores y trabajadoras rurales ligados a los movimientos sociales del campo, era asentar a 430 mil familias en tres años, priorizando a las familias acampadas.
Comenzamos 2005 con el corte de 2000 millones de reales en el presupuesto del Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA), inicialmente de 3400 millones. El dinero ahorrado se utilizó, una vez más, como garantía de pago de los intereses de la deuda externa. Y más del 66% de los trabajadores rurales se quedaron sin acceso a créditos y subsidios agrícolas. La burguesía agraria, aliada a las transnacionales, construyó el discurso del éxito del agro-negocio y continúa repartiendo las cartas dentro del gobierno, a pesar del fracaso de la cosecha de soja de este año. El ministro de Agricultura, su representante máximo, consiguió rápidamente renegociar las deudas de los grandes productores de soja del centro-oeste con el Banco de Brasil, evaluadas en 6000 millones de reales.
Estos hacendados beneficiados, junto con el capital financiero internacional, continúan esforzándose en convencer a la sociedad brasileña de que el modelo de agricultura por ellos desarrollado está colaborando con la política económica, al dedicarse a la exportación. El agro-negocio es mostrado como sinónimo de modernidad pero las propiedades por encima de mil hectáreas dan empleo a unos 600 mil asalariados y poseen solamente el 5% de la flota nacional de tractores. Y en un universo de 5 millones de propietarios, menos del 1% del total, cerca de 26 mil, son dueños del 46% de las tierras. Las 300 mayores propiedades agrícolas suman una superficie igual a los estados de Paraná y São Paulo juntos.
Incluso estando en el país con mayor concentración de tierras del planeta, las pequeñas propiedades emplean a 13 millones de trabajadores familiares y a más de 1 millón de asalariados y detenta el 52% de toda la flota nacional de tractores. En todos los productos agrícolas, la pequeña propiedad tiene índices de producción superiores a los de las grandes propiedades. A modo de ejemplo: los pequeños productores son responsables del 71,5% del total de la producción de leche mientras que las grandes propiedades lo son del 1,9%; en la producción de puercos, los trabajadores rurales responden del 87,1% y los latifundios sólo del 1,7%; en la producción de café, a las pequeñas propiedades corresponde el 70% de la producción.
Ante este escenario, hace más de 20 años nos movilizamos para exigir una vida más digna para los trabajadores y trabajadoras del campo y adoptamos varias formas de lucha, entre ellas, las marchas. El 17 de abril, día mundial de la lucha por la tierra, comenzará una marcha nacional por la Reforma Agraria con 10 mil trabajadores y trabajadoras.
Para el MST, la Reforma Agraria debe venir acompañada de agroindustria, educación y de una nueva tecnología agrícola que respete el medio ambiente. Esa es la forma más rápida y más barata que tiene el gobierno de crear 3 millones de empleos en el campo. A los pobres, sólo les queda organizarse y luchar por los derechos que les asegura la Constitución Federal de Brasil.
¿USTED QUÉ PIENSA QUE EL MST DEBERÍA HACER PARA QUE LA REFORMA AGRARIA SEA REALIZADA EN BRASIL?
Un fuerte abrazo,
Secretaría Nacional del MST.