Las desapropriaciones no logran los objetivos de asentamiento

2005-01-27 00:00:00

MST Informa, Año IV - nº 81, jueves, 06 de enero de 2005

Estimados amigos y amigas de la lucha por la Reforma Agraria, del MST y de la Vía Campesina,

Estamos iniciando un año más de actividades. Esperamos que esté lleno de realizaciones personales, y sobretodo de conquistas sociales, de mejorías en las condiciones de vida de nuestro sufrido pueblo brasileño. Y de este modo también retomamos nuestra carta colectiva, en este espacio del MST Informa.

Para dar inicio al año 2005, queremos compartir con todos vosotros un balance de lo que fue la Reforma Agraria en el 2004, desde el punto de vista de las políticas públicas y de los objetivos logrados en cuanto a asentamientos. Hemos optado por distribuir un artículo del periodista Eduardo Scolese, del periódico Folha de São Paulo, que proporciona una evaluación ajustada a la realidad. Es un artículo conciso, con las informaciones necesarias para que cada uno extraiga sus propias conclusiones.

Durante este año esperamos seguir encontrándonos cada 15 días para compartir con vosotros nuestras reflexiones, preocupaciones y conquistas.

Recibid un fuerte abrazo en nombre de todo el equipo del sector de comunicación y de la secretaría nacional del MST.

Las desapropiaciones no logran los objetivos de asentamiento

Folha de São Paulo, 4 de enero 2005

Eduardo Scolese

Entre enero y diciembre de 2004 el gobierno federal brasileño desapropió áreas suficientes para asentar a cerca de 25 mil familias de trabajadores rurales. La meta era asentar a 115 mil, 75 mil de ellas en terrenos desapropiados para fines de reforma agraria.

A pesar de no haber cerrado el balance anual, el Ministerio de Desarrollo Agrario admite que, así como ocurriera en 2003, no cumplió sus objetivos en 2004. Hasta el 20 de diciembre, 68'3 mil familias habían sido asentadas.

En 2004, el gobierno desapropió 389 áreas, un total de 875'7 mil hectáreas, de acuerdo con los decretos de la Presidencia de la República publicados en el "Diario Oficial" de la Unión. En media, y según el INCRA (Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria), cada familia asentada se queda con una parcela de 35 hectáreas.

El proceso de desapropiación de un área requiere, como media, de cinco meses a un año, dependiendo del ritmo de cada una de las etapas, tales como crear el proyecto, dividir los lotes y seleccionar a las familias.

El proceso puede retrasarse todavía más, en caso que el propietario recurra la desapropiación ante la Justicia. La tierra se paga en TDAs (Títulos de Deuda Agraria) mientras que las mejoras realizadas en ella (pozos, construcciones, etc.) se pagan en efectivo.

Es probable, por tanto, que un área desapropiada a partir de agosto o septiembre no se transforme en asentamiento hasta el año siguiente - a esto se le llama stock de tierras.

Entre el 1 de agosto y el 31 de diciembre de 2004, el gobierno desapropió 450 mil hectáreas (o sea, 51% del total), frente a las 143'8 mil ha. del mismo período de 2003.

En 2004, 49% de las hectáreas desapropiadas estaban en la Amazonia Legal (Estados del Norte, así como Maranhão y Mato Grosso), práctica condenada por el PT cuando estaba en la oposición debido a la falta de infraestructura básica (agua, luz e infraestructuras públicas). En esos nueve Estados, la demanda de tierra ha sido discreta. De las 316 invasiones que hubo entre enero y noviembre de 2004, 17 (5%) ocurrieron en la región.

Acceso a la tierra

Además de las desapropiaciones, el gobierno considera asentadas a las familias colocadas en tierras públicas, en proyectos estatales o en parcelas que han quedado vacías dentro de asentamientos antiguos. Y quedan todavía las operaciones de compra y venta de tierras, incluidas, según el ministerio, en la meta de 75 mil familias.

La desapropiación, sin embargo, se apunta como la principal forma de obtención de tierras, según el PNRA (Plano Nacional de Reforma Agraria) de noviembre de 2003. El MST (Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra) defiende la misma postura.

"La esencia de la reforma agraria es la capacidad del gobierno de democratizar el acceso a la tierra. Y, para democratizarla, sólo existe un camino: la desapropiación", afirmó João Pedro Stedile, de la coordinación nacional del MST. "Si el gobierno no prioriza ese instrumento, va a suceder como en la gestión de FHC [Fernando Henrique Cardoso, 1995-2002], cuando el gobierno realizaba desapropiaciones puntuales sin preocuparse por una política general de reforma agraria", completó. Ahora, según Stedile, el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva "ha de recuperar las directrices de la propuesta del PNRA", con la selección de regiones prioritarias, como la zona de producción de caña de azúcar en el Nordeste y la ganadera del Centro-Oeste.

Sobre el total desapropiado en 2004, Stedile dijo: "El dato demuestra lo que estamos avisando al gobierno hace mucho tiempo. La reforma agraria camina a paso de tortuga, en tamaño y en calidad. El gobierno está en deuda con nosotros por el acuerdo que firmó en noviembre de 2003, comprometiéndose a asentar a 400 mil nuevas familias [hasta 2006], priorizando a aquéllas que sufren bajo los plásticos negros".

En 2004, para cumplir los objetivos, Lula prometió un suplemento de 1700 millones de reales al Desarrollo Agrario, pero apenas 700 millones fueron transferidos.