La FENAJ se pronuncia

2000-11-14 00:00:00

La FENAJ (Federación Nacional de Periodistas) hace pública su protesta contra
la campaña, orquestada por el Gobierno Federal, de satanización del MST
(Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra) con el apoyo de ciertos
medios de comunicación social. El último episodio de esa campaña es la
denuncia realizada por el MST sobre la utilización de fondos públicos por el
periódico "Folha de S. Paulo", en la persona del columnista Josias de Souza,
jefe de la sucursal de Brasilia. El mencionado periodista, para elaborar un
reportaje de denuncia contra el MST, utilizó carro y chofer del INCRA/PR
(Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria de Paraná), y recorrió
varios asentamientos al interior de Paraná.

La FENAJ recibió, del MST, copia de la orden de servicio expedida en nombre
del servicio Público Federal, por el INCRA/PR, que pagó salario diario a un
chofer oficial, utilizó carro oficial, con gasolina pagada por el Incra, para
que el periodista Josias de Souza recorriera los asentamientos. La orden fue
clara: transportar al director de la "Folha de S. Paulo" a los asentamientos
de Aguas de Jurema, Recanto Estrela, Ireno Alves dos Santos para conseguir
información sobre el destino de Procera y Pronaf.

Es lamentable que la dirección de periodismo de la Folha de S. Paulo y el
periodista Josias de Souza incumplan el propio código de conducta de la
empresa, que siempre pregonó su "independencia", y que prohibe a sus
periodistas hasta de recibir libros para hacer reseñas literarias. Cómplice
con la intención de desmoralizar al MST -sin duda el más organizado,
coherente y fuerte movimiento social existente en el Brasil, hoy- la Folha de
S. Paulo compromete la ética de la prensa y de todo un sector que lucha por
ejercer, con dignidad, la profesión.

El objetivo de la ofensiva del Gobierno Federal -que él si aún debe al pueblo
explicaciones sobre varias denuncias de corrupción- es impedir que el drama
de los trabajadores rurales sin tierra continúe ganando fuerza y adeptos aquí
y en el exterior. La cuestión agraria en el Brasil es dramática. Según el
IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística), cerca de 4,2 millones
de brasileños abandonaron el campo, entre 1995 y 1999; 1030 latifundistas son
dueños del 15% de área total de propiedades en este país. El gobierno de
Fernando Henrique Cardoso no cumplió ninguno de los compromisos asumidos con
el Movimiento, durante las recientes negociaciones mediadas por la CNBB
(Conferencia Nacional de Obispos del Brasil) y la OAB (Orden de Abogados del
Brasil).

No basta distribuir la tierra. Es preciso una política clara y eficiente de
incentivos que beneficie al pequeño agricultor y la agroindustria familiar,
llevando educación, salud y justicia social a los excluidos del campo.

El MST ya comprendió eso. Para luchar por una vida digna en el campo es
preciso luchar contra todo un sistema económico y político. Para luchar por
la tierra es preciso luchar por la democracia, la ciudadanía y por una
sociedad más justa y solidaria.

Brasilia, 10 de noviembre del 2000

Federación Nacional de Periodistas