La verdadera reforma agraria depende de la lucha contra el actual modelo

2000-10-16 00:00:00

En la edición del 5 al 11 de agosto del 2000 del Correio da Cidadania,
João Pedro Stedile, miembro de la Dirección Nacional del MST, concedió
una entrevista a la publicación, hablando sobre la actuación del
Movimiento, que fueron reforzadas durante el Congreso. Lea la entrevista
integra!:

"La verdadera reforma agraria depende de la lucha contra el actual modelo
económico"

De la redacción

Durante los días 7 al 11 de agosto, se realizará en Brasilia el IV congreso
nacional del MST, reuniendo cerca de 10.000 agricultores sin-tierra, para
debatir los rumbos del modelo económico impuesto por el gobierno/FMI.
Para hablar sobre la actuación de uno de los mayores movimientos sociales
del país, el Correo entrevistó uno de sus líderes, el economista João Pedro
Stedile. Véanlo!.

- Correio: Se nota que el MST añadió una nueva táctica tradicional de
ocupar tierras improductivas. Ahora, el movimiento promueve marchas y
ocupa edificios públicos. Algunas de estas protestas ya son actos de
desobediencia civil. Muchos argumentan que esta nueva táctica crea el
riesgo de aislar el movimiento pues asusta mucho a la clase media.
¿Ustedes ya han constatado esta reacción? ¿Como la justifican?

João Pedro: El movimiento campesino en Brasil tiene una tradición de
ocupaciones de tierra, y esta se reveló la principal forma de enfrentar al
latifundio. Sin embargo, con la crisis del modelo de industrialización,
las clases dominantes brasileñas están implementando un nuevo modelo
económico, que subordina nuestra economía al capital internacional y
marginaliza completamente la agricultura nacional, especialmente la
agricultura familiar que es dirigida al mercado interno. Esto hace, que
nos convenzamos que, para conseguir una verdadera reforma agraria, no basta
luchar contra el latifundio, es necesario luchar contra el actual modelo
económico. Por esto nuestra táctica de hacer manifestaciones en las
ciudades, de atacar los símbolos del actual modelo, como el banco central;
es una forma de llevar el debate a las ciudades, y decir: "miren, el
problema ahora no es solo la concentración de tierra, ahora estamos ante un
modelo económico mucho más perverso, que trae la miseria para toda la
población, es necesario luchar juntos para derrotar este modelo". Hay
sectores de la clase media influenciados por los medios de comunicación o
atados a sus privilegios, que de hecho tienen prejuicios contra nosotros,
pero son una minoría. La inmensa mayoría de la población de la ciudad nos
apoya, y tenemos indicadores para medir esto. Hace poco tiempo
distribuimos 500 mil ejemplares de un periódico especial para ciudades,
explicando nuestras posiciones, y fue impresionante el apoyo de la ciudad.

- Correio: Son notorias las relaciones entre el MST y la Consulta Popular.
Muchos creen que al estimular y viabilizar la consulta, el MST está
preparando un nuevo partido para sustituir el PT. ¿Usted confirma estas
dudas?

JP: El MST, conjuntamente con otros militantes de los más diversos
movimientos sociales estamos haciendo un esfuerzo, para romper la inercia
de las izquierdas, de tradición política partidaria de solo movilizar para
las elecciones, de discutir un proyecto popular para Brasil. Y la Consulta
Popular quiere ser este espacio colectivo, plural, para que todos los
luchadores del pueblo se puedan reunir y discutir que proyecto popular
queremos. ¿Como construir una sociedad donde todos los brasileños tengan
resuelto el problema del trabajo, de tierra, de vivienda, de alimentación
abundante y de escuela?. Es esto lo que precisamos discutir, y no solo
quien será el próximo candidato. Hay tanta deficiencia de debate político
en este país que las propias izquierdas están "vizcas"y, ante cualquier
iniciativa de debate político imaginan que surgirá un nuevo partido. No
necesitamos más siglas, necesitamos voluntad política para la militancia
trabajar en una perspectiva de cambio de Brasil.

- Correio: Evidentemente el MST no imagina que sólo será capaz de alterar
substancialmente la estructura de poder del país y sabe que sin cambiarla,
la reforma agraria no pasará nunca de ser un programa de asentamientos.
¿Qué es lo que el movimiento está haciendo para buscar alianzas más
amplias?

JP: Estamos trabajando en varias direcciones. En primer lugar queremos
contribuir en la formación de una grande articulación de todos los
movimientos sociales. Participamos de varios forums con compañeros de las
ciudades, para poder articular luchas que envuelvan a todos. Actualmente,
estamos participando en la campaña CPI Já (Comisión Interparlamentar de
Investigación), contra la corrupción, y en la campaña del Plebiscito contra
la deuda externa. También estamos articulados con movimientos
ambientalistas y de consumidores y con gobiernos estatales en nuestra lucha
contra los transgénicos. Solo construyendo grandes movilizaciones de
masas, en las ciudades, conseguiremos alterar la correlación de fuerzas en
nuestro país. Y durante nuestro congreso, vamos hacer un estudio profundo
de la situación brasileña y debatiremos líneas políticas, para actuar en
adelante.

- Correio: El Fórum Nacional por la Reforma Agraria lanzó una campaña para
incluir el tamaño de la propiedad, entre las causas de expropiación para
fines de reforma agraria, independientemente de que se tratara de tierra
productiva o improductiva. ¿Cuales son los argumentos para justificar esta
propuesta?

JP: En primer lugar, es importante saber que incluso en reformas agrarias
clásicas del capitalismo mundial fue implantado el principio del limite de
la propiedad de la tierra. Al final es un bien de la naturaleza que debe
ser disfrutado por toda la sociedad, y la persona solo porque tiene dinero
no puede tener el derecho ilimitado de acumular lo que quiera.
Desgraciadamente aquí en Brasil las élites son tan ambiciosas que, desde la
época colonial, solo piensan en acumular tierras. Vea el caso de la
constructora CR Almeida, de Paraná, que, solo porque tiene dinero, compró
hace pocos años 7 millones de hectáreas en Pará (área equivalente a
Dinamarca). Esta iniciativa del Fórum tuvo como ideólogo a nuestro querido
D. Tomás Balduino. Entre nosotros, alguien que tenga mil hectáreas ¿se
puede quejar que va dejar de ser rico, cuando 4?5 millones de familias sem
terra no poseen ni un centímetro?

- Correio: La derecha acusa al MST de ser un movimiento socialista-
marxista, adepto a la lucha armada, que usa el problema de la tierra
exclusivamente para hacer agitación. ¿Como responden a esta crítica?

JP: Cada vez que la derecha brasileña se siente desmoralizada y sin
argumento, apela a la represión de los movimientos sociales. Y, para
justificar la represión, ellos usan los medios de comunicación para criar
fantasmas en la opinión pública. La sociedad brasileña, la gente pobre nos
conoce hace tantos años, y sabe cuales son nuestros objetivos. Defendemos
la tesis de que la fuerza de los pobres está en su capacidad de
organización. Y por eso nuestro esfuerzo siempre será organizar más
personas. Nosotros luchamos por tierra, no por motivación ideológica o
agitación. Nadie va a una ocupación de un latifundio porqué leyó un
panfleto o influenciado por algún partido. El hombre ocupa la tierra
porqué necesita trabajar, quiere garantir trabajo y un futuro digno para su
familia. La derecha también sabe que ocupamos por necesidad , pero ello
usa la manipulación de los medios de comunicación para intentar
descalificar nuestra lucha. Por otro lado, es evidente que nuestra
inspiración doctrinaria es que somos un movimiento social que lucha contra
la desigualdad social. Ser socialista es luchar por estos valores.

- Correio: Aunque sea considerado el movimiento del campo más importante,
el MST alcanza un porcentaje muy reducido de la población rural. ¿Como
piensa el movimiento superar este obstáculo para la reforma agraria?

JP: Este es nuestro gran desafío, como tener la capacidad de organización
de las 4 millones de familias. Tenemos dificultades con las dimensiones
continentales de nuestro país, de la dispersión de la población. Pero esta
es nuestra lucha permanente, seguir haciendo reunión en la base, ampliando
nuestros materiales de propaganda y de concientización, para conseguir ir
abarcando cada vez más gente. Desgraciadamente, vivimos un periodo
histórico de descenso de los movimientos de masa en general. Pero sabemos
que habrán nuevos momentos de reascenso, y esperamos llegar a él más
organizados. Creo que el primer paso ya lo dimos, resistir a la avalancha
del neoliberalismo, de no conformarnos con la pobreza y la desigualdad
social, de proyectar para los pobres que es preciso luchar. Tenemos
estudios hechos por el propio gobierno de que el MST es uno de los
movimientos/entidades más conocidos por la población. Por tanto, es tan
solo una cuestión de persistencia y de tiempo. El pueblo brasileño, los
trabajadores en general, lo superaran, como lo hicieron en otros momentos
de nuestra historia.