Brasil:

La ofensiva del gobierno contra MST

2000-07-25 00:00:00

El gobierno de Fernando Henrique Cardoso (FHC) sigue en su estrategia de aislar al MST de la Sociedad.

Usa dos tácticas clásicas:

1.Amenaza con represión: para eso creó una división especializada en sin tierra en la Policía Federal, que
como los propios agentes dijeron es la recreación del DOPS (Departamento del Orden Público y Social,
la policía política que funcionó bajo la dictadura). Amenazó con la utilización del Ejercito, está aplicando
la Ley de Seguridad Nacional que fue suprimida por la constitución del 88 (aplicada ahora hasta en un
despejo en Paraná, con 36 familias que estaban asentadas desde hace 13 años), con la apertura de decenas
de procesos contra los líderes, y cínicamente comentó que el asesinato de un sin tierra en Paraná era
apenas un aviso.

Durante nuestra Jornada de Luchas, usó el discurso de que éramos pandilleros, hacíamos rehenes y destruíamos
el patrimonio público.

Todo eso de nada sirvió, la sociedad nos defendió y reaccionó atónita contra el gobierno, por su truculencia.

2.Ahora arremete con más intensidad en los medios de comunicación, la mayoría de ellos serviles y
dependientes de las asignaciones oficiales, y algunos, como mostró la publicación de la revista Veja,
pautados por el Palacio de Planalto. Y recurre a la tentativa de equipararnos con el gobierno y políticos,
acusando, ante la opinión pública, de que el MST tiene casos de corrupción y desvío de dinero público.

La verdadera situación del campo

Más allá de querernos aislar de la sociedad, el gobierno, con ese nuevo ataque, busca únicamente esconder su
debilidad e incompetencia para resolver la grave crisis que su política agrícola generó en el medio rural.

El diputado federal Aloísio Mercadante (PT/SP), en artículo publicado en la Folha de Sao Paulo (14/05), expuso
diversos datos que revelan la gravedad de la crisis. Y hay otros estudios de organismos del gobierno, Instituto
Brasileño de Geografía y Estadística, Fundación Getulio Vargas, y también los que han sido revelados en
conferencias de asesores del gobierno, como el prof. Guilherme Dias (de la Universidad de Sao Paulo). Todos
ellos, como se puede ver a continuación, revelan el desastre que el modelo del gobierno provocó en el campo:

1.Crédito rural: en el período de 1975-79, anualmente era destinado para la agricultura 19 mil millones de
dólares. En el gobierno de FHC esa cantidad se redujo a 4 billones de dólares.

2.Subsidios para la agricultura: de 1970 a 1985, los subsidios totalizaron US$31 mil millones. De 1985 para
acá, dejaron de existir. Recordando que solamente los países miembros de la OCDE (Organización de
Cooperación y Desarrollo Económico) destinan anualmente la cantidad de US$360 mil millones para
subsidiar su agricultura. En los Estados Unidos, 50% de la renta líquida de todo agricultor es proveniente
de subsidios del gobierno federal, depositados en la cuenta del agricultor.

3.Quiebra de los establecimientos agrícolas: De 1985 a 1996, según el censo agropecuario, desaparecieron
942 mil unidades agrícolas, siendo el 96% con un área inferior a cien hectáreas. De ese total, 400 mil
unidades fueron extintas en los dos primeros años del gobierno de FHC, 1995-96.

4.Área cultivada: entre 1985-96, cerca de 21 millones de hectáreas dejaron de ser cultivadas. Ahora, cuando
el agricultor se desanima, la primera cosa que hace es reducir la plantación.

5.Reforma Agraria: El gobierno de FHC se vanagloria de haber hecho la mayor reforma agraria del país, una
vez que expropió 14 millones de hectáreas, lo que equivaldría a 3 territorios de Bélgica. Esconde que fue
también en su gobierno que millones de hectáreas de tierras públicas fueron acaparadas por grandes
empresarios, y apenas uno de ellos, el dueño de la constructora CR Almeida, de Paraná, obtuvo solito un
área de 4 millones de hectáreas en Pará, mayor que el territorio de Dinamarca. Y hay todavía en el Brasil
3.065 propietarios rurales que se apropiaron de 93 millones de hectáreas, o sea, 11% del territorio
nacional.

6.Venta de máquinas agrícolas: En la década del 80 se vendía 65 mil tractores por año. El promedio de los
cuatro años del gobierno de FHC fue de apenas 22 mil unidades por año.

7.Trabajo en la agricultura: La agricultura siempre ha sido una actividad que absorbe mano de obra. De 1985
a 1996, el personal ocupado en la actividad agrícola se redujo en 5.5 millones de trabajadores. De ellos, 2
millones de asalariados rurales perdieron el empleo, especialmente en la caña, algodón, cacao y café.

8.Importaciones agrícolas: En el década del 80, el Brasil importaba tradicionalmente en torno a mil
millones de dólares en trigo, manzana y productos que no conseguía producir. De 1995 a 99, esa media
anual saltó a 6.8 mil millones de dólares, importando productos que podrían ser producidos en el Brasil.

9.Transferencia de riqueza: De 1995 a 1999, hubo la transferencia de 24 mil millones de reales de la
agricultura hacia sectores urbanos.

10.Renta agrícola: En 1994 la renta agrícola fue de R$78.3 mil millones de reales. En 1999, cayó en R$72,4
mil millones de reales.

11.Exodo rural: como resultado de esa política agrícola, hubo un éxodo rural de 4 millones de brasileños en
el período de 1995-99. Y según estudios internos del propio gobierno, hay una expectativa de que, si no
cambia de modelo, en los próximos años, de 8 a 13 millones de personas tendrán que dejar el campo
especialmente en el nordeste.

12.Incumplimiento rural: Entre 1997 y 1999 el incumplimiento con el crédito rural creció un 182%.

13.Producción per cápita: En 1995 la producción de granos fue de 522 kg. por persona. En 1999 se redujo a
503 kg. por persona.

14.El PIB agropecuario en 1999 fue de 269.4 mil millones, siendo que en 1995, cinco años antes, ya era de
269.8 mil millones. O sea en cinco años, el valor total de la producción agrícola no creció, según la
Fundación Getulio Vargas.

15.Un estudio reciente de la Fundación Getulio Vargas demuestra que cada familia de un pequeño agricultor
necesitaría en promedio una inversión de R$30 mil reales para poder volver a tener condiciones de
producir.

16.Ya el profesor de la USP Guilherme Dias, secretario de política agrícola del primer gobierno de FHC,
demostró que se necesitarían 42 mil millones de reales para el crédito rural pero que el gobierno asigna al
máximo 8 mil millones.

17.Guilherme Dias denunció al propio gobierno que los bancos se quedan con el 11% de todo el crédito
destinado a la agricultura, a título de transferencia del crédito. Es el más alto costo administrativo del
mundo. En los países desarrollados, los bancos cobran apenas del 4 al 6% de interés.

18.De acuerdo con el prof. Guilherme Dias, el actual modelo agrícola consigue viabilizar apenas el 10% de
las 780 mil unidades empresariales del campo y solamente 700 mil de las 4.2 millones de unidades rurales
de agricultores familiares.

19.El presupuesto del Instituto de Colonización y Reforma Agraria: En 1996, el presupuesto del Incra fue de
1.3 mil millones, aumentó a 1.5 en 1997 y a 2.2 mil millones de 1998. En 1999, a pesar de la propuesta de
2.7 mil millones como necesarios para asentar a 100 mil familias hecha por los propios técnicos del
gobierno (debido a los cortes de impuestos por el FMI), el presupuesto bajó de nuevo a 1.2 mil millones.

20.El INESC, entidad que hace estudios de seguimiento del presupuesto de la Unión, reveló que incluso de
los 1.2 mil millones, el Incra tuvo sus recursos bloqueados por el tesoro y apenas consiguió gastar 63% de
los recursos destinados para las actividades metas, o sea expropiaciones y asentamientos. Gastó la
totalidad de los recursos sólo en los asuntos administrativos de personal y gastos corrientes.

El gobierno quiere esconder la realidad con falsa propaganda

Por tanto, cuando el gobierno de Fernando Henrique Cardoso se mantiene utilizando su influencia en los medios
de comunicación para atacar al MST, esta vez queriendo criminalizar las contribuciones que los asentados hacen
a su organización, está queriendo, en verdad, esconder la gravedad de la situación de la agricultura.

Sabe que esa situación crítica llevará a los trabajadores rurales a nuevas movilizaciones y acciones de presión
sobre su gobierno. Por eso, quiere anticiparse, tratando de desmoralizar al MST y todos los que luchan junto a la
sociedad.

Más de una vez el gobierno yerra de blanco. Está atacando a los afectados de la crisis y no a sus causas. Si el
gobierno realmente quisiese tratar a la agricultura con seriedad, debería tener honestidad de debatir con la
sociedad un nuevo modelo agrícola, que viabilice a los pequeños agricultores, la agricultura como un todo, y que
lleve el desarrollo al medio rural.

En cuanto a la reforma agraria, FHC ya debería haberse dado cuenta que el modelo del ministro Jungmann está
agotado: la reforma agraria virtual. Por más que se gaste en propaganda (se gastó R$7 millones de reales del
presupuesto del Incra en 1999 y el gobierno en conjunto gastó R$600 millones), y Jungmann sólo ha hecho eso,
nada cambiará si no se resuelven los problemas sociales.

No hay reforma agraria en este gobierno. Hay apenas mucha propaganda, y falsa.