Posición del MST/RS sobre los Transgénicos
El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST),
alerta a la opinión pública que estamos siendo víctimas de
un intento de descalificar y deslegitimar nuestra
Organización frente a la sociedad y aliados históricos en
la lucha contra los transgénicos. Sobretodo, pretenden
colocar al Movimiento en la fosa común de aquellos que
siempre han sido favorables a la liberación de la
producción y comercialización de estos productos.
El material divulgado por la prensa local e internacional,
que intentó vincular al MST al cultivo de productos
transgénicos en los asentamientos, es un ejemplo de un
montaje pensado maquiavélicamente, por sectores que están
ideológicamente contrarios al MST, contra la reforma
agraria y favorables a los transgénicos. Cabe destacar que
el agricultor asentado que apareció en el reportaje es
disidente del MST, no pertenece al Movimiento y fue
contratado para testificar en el reportaje.
El MST ha participado con otros movimientos del campo y de
la ciudad en muchas manifestaciones contra los
transgénicos, entre ellas: la destrucción de un cultivo
experimental de soya transgénica de la Monsanto, en Ñao Me
Toque; intentamos impedir la descarga de un navío de maíz
transgénico proveniente de Argentina, en el puerto de
Recife; hicimos una manifestación en un supermercado de
Porto Alegre, recogiendo los productos que comprobadamente
contienen transgénicos en su composición; estuvimos
presentes en seminarios y el 8 de marzo, Día Internacional
de la Mujer, entramos en las oficinas de Monsanto en Porto
Alegre, donde esparcimos un costal de semillas de soya
formando una calavera simbolizando la muerte. En
contraposición al proyecto de privatización de las
semillas, en el último Foro Social Mundial, la Vía
Campesina Internacional lanzó la campaña "Semillas,
Patrimonio de la Humanidad", en un acto público en el
Asentamiento 30 de Mayo, Charqueadas/RS. Entre otras
acciones también destruimos un cultivo de soya transgénica
en un asentamiento de el Movimiento, esta acción en
particular, no tuvo un carácter punitivo, pero si de
manifestar nuestra posición y alertar de los peligros
económicos, políticos, ambientales, para la salud y
culturales que representa la liberación de los productos
transgénicos.
Para el MST, la sociedad brasileña, en particular la
gaucha, está siendo víctima de una conspiración patrocinada
por los defensores de los transgénicos. Mientras el 71% de
la población brasileña no quiere consumir estos productos,
la Monsanto y sus aliados (grandes cooperativas,
investigadores universitarios financiados por las
transnacionales y dirigentes políticos de organizaciones
ligadas a la agricultura patronal y a los latifundistas)
promueven un conjunto de acciones basadas en la propaganda
engañosa, en la manipulación de informaciones y en la
viabilización del contrabando de semillas. Ellos saben,
que una de las pocas alternativas de expansión de sus
negocios y el aumento de sus ganancias, está directamente
vinculada a la posibilidad de la liberación de los
transgénicos en el Brasil. Este país tiene vocación
agrícola, tiene capacidad de producir y atender el mercado
internacional de granos.
El clima generado por la conspiración, evidenciadas en las
acciones y omisiones, llevaron a los agricultores a creer
que la ilegalidad del cultivo de los transgénicos no era
"para tanto". Poco a poco, más y más agricultores fueron
viendo a sus vecinos plantar sin ninguna consecuencia y que
la ilegalidad era temporal, sin riesgo real. Las
autoridades por la omisión, contribuyeron para que se de
una situación de hechos consumados, asumiendo una
complicidad con los actos, "cerrando los ojos" ante los
hechos.
El Movimiento Sin Tierra está en contra del cultivo y
comercialización de los productos transgénicos, va a
continuar luchando para que la Monsanto, empresa que
viabilizó la comercialización ilegal de las semillas sea
responsabilizada criminalmente, y pague indemnizaciones a
las familias de los pequeños agricultores que fueron
engañados. Como demostración de nuestro compromiso de
lucha contra los transgénicos, las empresas sociales
(cooperativas y asociaciones) del Movimiento no recibirán y
comercializaran productos transgénicos.
Entendemos que desde el punto de vista estratégico, lo que
evidenciamos es una demanda creciente en el mercado
internacional por el grano no transgénico. En este
sentido, Brasil será el único país en suplir la demanda, ya
que tanto Estados Unidos como Argentina, que son grandes
exportadores de granos, ya accedieron a los transgénicos.
Para finalizar, manifestamos nuestra preocupación con los
agricultores que no quebrantaron la ley, que fueron
honestos, para que tengan su comercialización garantizada y
sus debidas compensaciones.
Porto Alegre, 21 de marzo de 2003
Dirección Estatal MST/RS
Reforma agraria, por un Brasil sin latifundio y libre de
transgénicos