El pueblo contra el modelo de las élites y de Fernando Henrique Cardoso

2002-12-19 00:00:00

Pasado el primer turno de las elecciones, todo el mundo está haciendo sus
evaluaciones sobre lo que el pueblo dijo en las urnas. La campaña fue
poco política, o sea, en general los candidatos no debatieron projectos
para Brasil ni analizaron las verdaderas raíces de los problemas de la
sociedad brasileña. La prioridad de los candidatos mayoritarios fue el
uso de la televisión, con los directores de marketing prefiriendo
conquistar las emociones de los electores y no su razón. Eso contribuyó a
despolitizar el proceso electoral y a desmotivar a la población en
general por el mismo.

Los candidatos inundaron los postes e hicieron muchas reuniones en los
sectores sociales que los apoyan. Y, en la recta final, la militancia
social entró de lleno en la campaña, consiguiendo, en muchos Estados,
alterar los resultados de las elecciones de gobernador y senador. Esto no
se detectó desde los institutos de estadística. ¡Siempre se les "olvida"
tener en cuenta al pueblo en sus previsiones!

Victoria de la izquierda

A pesar de este escenario, el resultado de las elecciones fue una
victoria de la oposición. Una victoria de la izquierda.

En general, 76,8% de los electores votaron a los candidatos a Presidente
que se oponían al actual modelo. O sea, que ¡el modelo económico actual,
el neoliberalismo y el Gobierno FHC fueron ampliamente derrotados! Lula
saldrá victorioso de la segunda vuelta; sólo un milagro puede conseguir
convencer a los electores de la oposición de que confien en Serra.

Hasta los empresarios comentan en la prensa que sería mejor que Lula
hubiera ganado en primera vuelta. De esta manera hubiera tenido más
tiempo para montar su equipo y así calmar los mercados. En los Estados
también hubo victorias importantes de la oposición y de la izquierda. El
PT pasó de 8 a 14 senadores. Tendremos a nuestra querida Serys, tan
perseguida en Mato Grosso, como Senadora de la República. Y el grupo
parlamentario pasó de 58 a 99 diputados federales. Será el mayor grupo de
la Cámara, así que, si la tradición es seguida, también el PT ostentará
la Presidencia de la Cámara de los Diputados.

Entre los candidatos a diputado federal, no sólo el PT, sino también
otros candidatos de izquerda salieron victoriosos. La izquierda
partidaria recupera el aliento. Y nosotros del MST también podemos estar
satisfechos; prácticamente todos los candidatos a los que apoyamos en los
Estados fueron elegidos. Así, reforzamos nuestro grupo en la Cámara
Federal, donde prácticamente tendremos al menos un diputado federal por
Estado. Y, en casi todos los Estados, fueron elegidos diputados estatales
que nos apoyan.

Pasada la euforia de la victoria electoral en primera vuelta, debemos
continuar movilizados para garantizar la victoria de Lula en la segunda.
Y después, a partir de noviembre, nos dedicaremos a los graves problemas
de nuestro país que la campaña electoral prefirió no debatir.

Volver a la realidad

Habremos de afrontar los graves desafios de la dependencia externa, de la
imposición del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), de la OMC
(Organización Mundial del Comercio), de la deuda externa, de la
expoliación colectiva promovida por el capital financiero, del
latifundio, del monopolio de los medios de comunicación y de las heridas
sociales a los que nuestro pueblo se enfrenta. Todo eso exigirá un
verdadero reascenso del movimento de masas para presionar en demanda de
cambios reales y para garantizar que el Gobierno Lula sea, realmente, un
gobierno popular.

El año 2003 será un año en el que aflorará la crisis del modelo. Y
exigirá grandes cambios. Pero sólo encontraremos las verdaderas
soluciones si el pueblo brasileño se mobiliza. Este es nuestro verdadero
trabajo: organizar y movilizar al pueblo en el campo y en la ciudad para
garantizar los cambios del modelo económico, para derrotar el ALCA y el
capital extranjero e iniciar un gran programa de Reforma Agraria en
nuestro país.

*Publicado originalmente en el Jornal Sem Terra/octubre-2002

(MST Informa, Año II - nº 25, viernes, 25 de octubre de 2002)