editorial diario la hora

Una cuña del mismo palo

2003-02-11 00:00:00

El triunfo obtenido ayer por Fritz García Gallont como nuevo
secretario general del partido Unionista, le allana el camino al
actual alcalde para postularse como candidato presidencial. Al
menos ésa es la impresión que dieron sus seguidores y que ha
quedado como consecuencia de los movimientos previos a la Asamblea
General, cuando se habló de la eventual candidatura de Álvaro Arzú
para la Alcaldía Metropolitana en un evidente esfuerzo por
catapultar al recién creado partido a posiciones que le permitan
ir consolidando su poder.

De ser cierta tal previsión, las fuerzas leales a Arzú, que
abandonaron el Partido de Avanzada Nacional tras la derrota
sufrida a manos de López Rodas, estarán montando el escenario para
cobrarse revancha. Porque se ha ido filtrando la información de
que el unionismo, alrededor de García Gallont, pretende
convertirse en la alternativa para los grupos empresariales que
hasta ahora han cerrado filas alrededor de la candidatura de Óscar
Berger, aun con las dudas que giran alrededor de ese proyecto en
cuanto a la posibilidad de que no crezca más sino que principie a
declinar. Algunos analistas han comparado la figura de Berger con
la del desaparecido dirigente de la UCN, Jorge Carpio, en el
sentido de que por alguna razón no logra consolidarse como
verdadero líder y que alcanzado su techo de popularidad,
principian a desinflarse cuando va cobrando calor la contienda.

Llama la atención que algunos de los comentaristas que apoyan sin
reservas el proyecto del PAN han advertido ya que el unionismo
puede ser, como paradoja por el nombre del partido, elemento de
división que favorezca al Frente Republicano Guatemalteco, FRG. Y
es que la disputa por la capital como importante plaza política
girará alrededor del tema de la Alcaldía y mientras el PAN impulsa
la candidatura del arquitecto Eduardo Castillo, en el unionismo se
habla de la candidatura poco probable pero perturbadora (desde el
punto de vista de las fuerzas de Berger) de Álvaro Arzú, lo que
daría una orientación totalmente distinta al escenario actual.

Yo no sé si la intención de Gustavo Porras y sus seguidores era la
de alinear al unionismo con el PAN para fortalecer el proyecto de
Berger o si, por el contrario, resulta que la nueva dirigencia
entrará en negociaciones para conservar la Alcaldía para el mismo
Fritz, quien vería relativamente despejado el camino a la
reelección si sus antiguos correligionarios decidieran sacrificar
a Castillo y no postular candidato para la Alcaldía. Pero
evidentemente lo ocurrido ayer en las filas del unionismo tendrá
consecuencias directas en el proyecto político del Partido de
Avanzada Nacional más que en cualquier otro, lo que confirma
aquello que no hay peor cuña que la del mismo palo y ahora, de una
manera u otra, las fuerzas de Arzú se convierten en un factor
importante que deberá ser tomado en cuenta por Berger.

Poco a poco el panorama electoral principia a cobrar interés y la
asamblea del unionismo viene a proveer a los analistas de material
para entretenerse. Lo cierto del caso y acaso lo más preocupante
para el PAN, es que en todos los análisis la variable que se
considera más importante es la capacidad de Berger para consolidar
su propio proyecto porque aún hay serias dudas de que el mismo
pueda llegar al final de cuentas punteando de manera
significativa. Hoy por hoy es el favorito en las encuestas,
indudablemente, pero por alguna extraña razón, la interrogante
sobre su futuro se mantiene sin que guarde proporción con esa
preferencia que se manifiesta en las mediciones de opinión
pública. Y si sus mismos compañeros se proponen desbancarlo como
carta favorita, pueden realmente complicarle mucho la vida porque
es obvio que se disputan el mismo electorado y se quebraría la
base de soporte natural que hoy tanto le sirve.