Reflexiones sobre soberanía

Soberanía nacional

2003-02-11 00:00:00

Las declaraciones del presidente Alfonso Portillo publicadas ayer
por este diario en referencia a su idea de sugerir la entrega del
control de los puertos nacionales a Estados Unidos, con la meta de
mejorar el decomiso de la droga que pasa por tierras guatemaltecas
en su viaje hacia el norte, hizo que el tema de la soberanía
nacional entrara en la discusión del día y fuera el motivo de
críticas de los partidos de oposición, y de una muestra poco
creíble de apoyo del partido oficial.

Estas declaraciones presidenciales, como ha sido el caso en tantas
ocasiones adicionales, tienen el problema de no haber sido
suficientemente meditadas no sólo en sus consecuencias en sí, sino
en el hecho de que las proporciona la autoridad política más alta
del país.

En efecto, no es ningún secreto que el poder del narcotráfico
supera con creces la capacidad de muchos estados para combatir
este flagelo, pero no por ello se puede aceptar siquiera la
sugerencia de entregar tan grave responsabilidad a un país
extranjero, aunque fuera el más fiel amigo del nuestro.

Si esa línea de pensamiento fuera correcta, válida y necesaria,
habría que sugerir y aplaudir si alguien menciona la conveniencia
de entregar el sistema judicial, las fuerzas armadas y policiales,
y así una larga lista, a países con mayor capacidad de
organización y de acción.

Habría que apoyar, en el caso extremo, la anexión de Guatemala a
otro país o la idea de convertirlo en una colonia como lo fue del
imperio español en el milenio pasado.

Lo que el presidente debió haber solicitado fue la colaboración de
las autoridades estadounidenses para mejorar el resultado del
trabajo de la contraparte nacional a fin de ayudar a hacerle a los
narcotraficantes difícil su ahora fácil trabajo de burlar los
controles, que se hacen inútiles si hay agentes y personal local
involucrado con quienes comercian con la droga.

Eso sí hubiera sido una petición necesaria y además justa, como
también que el mandatario guatemalteco sugiriera a los países
destinatarios de los cargamentos, sobre todo Estados Unidos,
mejorar los sistemas de control de la venta y las sanciones a
quienes la adquieren para consumirla o revenderla.

El presidente Alfonso Portillo, vale la pena reiterar una vez más,
debe acatar las constantes sugerencias de meditar sus
declaraciones, sobre todo ante la prensa, porque luego los efectos
negativos no se le pueden achacar a los periodistas y a los
medios.

La oposición aprovechó muy bien la oportunidad y el partido
oficial debió apoyarlo en una forma que da más la apariencia de
haber sido hecha para que no se afiance la percepción de que el
eferregismo basará su campaña electoral en demostrar un divorcio
entre el mandatario y el candidato oficial.

La soberanía nacional tiene, en estos tiempos, un significado
distinto al tradicional, pero ello no significa que haya dejado de
existir y de ser tomada en cuenta como elemento fundamental en la
relación de un país con la comunidad de naciones, sobre todo
cuando las circunstancias lo han llevado a estar a punto de
convertirse en un verdadero paria.