Con la organización se busca mejorar la calidad de vida de las mujeres
Uno de los retos de las organizaciones de mujeres es romper el conformismo que existe en muchas de ellas, sensibilizarlas y ayudarlas a tomar mayor conciencia de la necesidad de mejorar su calidad de vida, es lo que sostiene María Cristina Aramburú Anaya, dirigente del programa de comedores populares la provincia de Chincheros, en el departamento de Apurímac.
Ella sostiene que algunas organizaciones de mujeres han sufrido las consecuencias de los programas clientelistas y asistencialistas que se impulsado en diferentes gobiernos y que en vez de contribuir a fortalecer la organización, más bien a provocado el conformismo de las mujeres.
Por ello, desde el programa de comedores populares, se está buscando desarrollar también una serie de charlas, reuniones y diversos tipos de capacitación para estimular el desarrollo de las mujeres campesinas y fortalecer sus organizaciones, afirmó María Cristina Aramburú.
Otro de los problemas que impide avanzar en el desarrollo de las mujeres es el machismo de los esposos, que no las dejan participar en sus reuniones y en las diversas actividades que se organizan, y lo único que hacen es relegar a la mujer. “Las mujeres tenemos liderazgo y mucha capacidad para salir adelante y eso tenemos que potenciar con capacitación y así seguir aportando también al fortalecimiento de las organizaciones campesinas como la federación de Chincheros”, remarcó.
Finalmente, María Cristina Aramburú informó también que vienen trabajando con algunos pequeños proyectos como son los bío huertos, granjas de animales menores como cuyes, entre otras. De esta manera también las mujeres están contribuyen para mejorar la economía familiar, enfatizó la dirigenta.