Tisma, Masaya -Productores de hortalizas de la comunidad Santa Cruz, en Tisma, departamento de Masaya, que se especializan en el cultivo de tomate, son beneficiados con la cooperación técnica del Instituto Nacional Tecnológico (INTA) y el financiamiento de la Misión de Taiwán, que tiene como objetivo transferir tecnología para mejorar los cultivos y obtener mayor producción de calidad y alcanzar mejores precios en el mercado local.

Técnicos del INTA brindan asistencia técnica a los campesinos afiliados en la cooperativa La Concha en relación al sistema de riego de doble surco a implementar, que maximiza los recursos hídricos e incrementa la calidad de la producción; el manejo de la planta desde su nacimiento a través de invernáculos que los protege de plagas como la mosca blanca, y el manejo del suelo; y el uso eficiente de los agro químicos con bajos niveles de contaminantes.

“A los pequeños productores de tomate de la comunidad Santa Cruz les vamos a ofrecer una gama de tecnología que reduzca la incidencia de la mosca blanca, un mejor uso de los insecticidas biológicos que brindan mayor protección a la planta y provocan menor daño al suelo y a la salud de las personas”, aseguró el ingeniero Octavio Menocal, director del programa de investigación del INTA.

Lo que pretenden, según Menocal, es convertir a los horticultores en personas auto sostenibles, capaces técnicamente, que dominen el mercado, enseñarles cuándo sembrar, cuándo cosechar, cómo vender el producto y a qué precio para que la actividad sea rentable, destacó Menocal.

La transferencia tecnológica a los pequeños productores, a través del INTA, se logra gracias al financiamiento que la Misión Técnica Taiwán realiza a los productores de hortalizas, la que es canalizada mediante el ingeniero Carlos Lai, jefe de la misión.

La misión técnica pretende potenciar la producción de tomates mediante la implementación de una serie de variedades del producto, entre ellas la HAZERA 30-57, que es de mayor tamaño, mejor calidad, resistente a las plagas y altas temperaturas, con lo que se garantiza una producción óptima capaz de cumplir con las exigencias del consumidor.

PROMOVER VENTAS EN EL EXTERIOR

El proyecto tiene como metas exportar la producción de tomate a mercados como el de El Salvador y Costa Rica, incluyendo los Estados Unidos si es posible. También tienen planeado apoyar el cultivo de sandía, melones, ayotes, entre otras hortalizas, con miras a promover su venta en el mercado exterior, indicó el ingeniero Lai.

“Lo que pretendemos es que estos productores que han ejercido la labor de forma tradicional, hagan uso de la tecnología que les permita alcanzar mayores niveles de producción, incluso duplicándola, tal a como sucedió en la cooperativa La Concha, afiliada a la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC-Unapa), que pasaron de producir 400 cajas a 800 por manzana, afirmó Menocal.

Las ganancias duplicaron el monto de inversión, ya que invirtieron 30 mil córdobas en una manzana de tomate cultivada y obtuvieron una ganancia bruta de 60 mil córdobas, sostuvo Feliciano Aranda, presidente de la cooperativa.

La misión técnica tiene un año de brindar asistencia financiera a los productores y el proyecto tiene una duración de tres años, al entregar fertilizantes, insecticidas y todo tipo de insumos para los cultivos de hortalizas a través de créditos revolventes sin que los beneficiados tengan que pagar intereses, dijo don Carlos Lai.

El apoyo consiste en brindar asistencia técnica en cultivos de hortalizas que sean competitivos en determinada época del año, promover la cultura del ahorro y el pago que conduzca a mejorar sus rendimientos productivos y nivel de vida, con lo que pretenden capitalizar a la cooperativa mediante el crédito revolvente sin costo de intereses.

Bajo este concepto es que la misión técnica Taiwán fomenta la prosperidad y el mejoramiento de la situación económica de los pobladores mediante el incremento de la producción auto sostenible, para lo cual se brinda asistencia técnica para transmitir los conocimientos, experiencias y tecnología mediante cursos de capacitación, promoviendo también la creatividad, la variabilidad y diversificación de la producción.