Ya llegó la navidad, las familias preparan la gran algarabia, desde el alba hasta terminar el día.
Pero al llegar la noche bajo el tenue frio navideño,un cuerpo oscuro se deslisa por las calles de la gran
urbe el rostro curtido y jorobado es iliminado por un bombillo público, es un pobre desgraciado sin techo, sin empleo y sin rumbo, para él no existe más que su encrucijada vida, vida de perro bajo el cielo estrellado.

Llegó el gran día el don festejo para unos pocos,que con pavo y ron,o la gallina rellena celebran,otros con diversos aderesos música y la mesa llena de alimentos, mientras el pobre aquel, sentado en una grada pública, con sus ojos llorosos observa la alegria mientras entre sus manos sucias,limpia de la tierra su cena un trozo viejo de pan.