La integración en debate: tiempo de definiciones
El tema de la integración en América Latina se encuentra en un momento de cambio, de definiciones, y de disputa entre los diferentes proyectos y visiones existentes; y en este contexto los movimientos sociales y los pueblos buscan afirmar un modelo de integración contrahegemónico, que consolide la democracia y que construya consensos a partir del respeto a la pluralidad y la diversidad.
En este sentido, la gama enorme de los movimientos sociales no solo disputan la hegemonía social sino que proponen la creación de alternativas al neoliberalismo, plantean la unidad de los pueblos contra la dominación para construir una nueva sociedad, y por lo tanto, la integración, desde la óptica de los pueblos deviene en una herramienta de lucha para la emancipación.
Es en torno a estos aspectos que se centraron las exposiciones y reflexiones del panel “Las luchas sociales por la integración y los avances en el proceso de integración latinoamericana”, que se realizó con la participación de representantes organizaciones y coordinaciones sociales durante el segundo día de trabajo de la Cumbre de los Pueblos que se realiza en Santiago.
¿Qué modelo de integración queremos los pueblos?, fue una de las interrogantes recurrentes entre los expositores y los participantes, quienes señalaron que la integración también es constantemente presentada por los diferentes gobiernos como la solución a los problemas de los países. Humberto Cholango, presidente de la Confederación de Pueblos Kichwas del Ecuador, sostiene que un proceso de integración pasa por el respeto de la soberanía de los pueblos, por la defensa de los recursos naturales, la biodiversidad y la cultura; solo así se puede hablar de una integración transformadora y más humana.
El dirigente político chileno Tomás Hirsh, del movimiento humanista, remarcó que ningún país puede resolver solo los problemas que plantea esta globalización asfixiante; y la integración es la única respuesta posible, siempre que priorice un conjunto de cuestiones fundamentales. Entre ellas mencionó el respeto a los derechos humanos a la salud, a la educación, al trabajo digno, y al libre tránsito de las personas, el avance en la solución de los problemas limítrofes, la reducción de los gastos militares y la adecuación de una legislación regional que permita la defensa de los derechos laborales y ambientales en toda América Latina.
Claudio Lara de la Alianza Social Continental de Chile, señaló a su turno que la integración de los pueblos forma parte de un proceso mayor, que debe apuntar a la construcción de lo que llamó “la nación universal”, que evite el riesgo en el futuro de un chauvinismo continental. Los diversos expositores coincidieron en la necesidad de seguir reflexionando en torno a la relación entre los procesos de integración y los proyectos de soberanía nacional y modelos de desarrollo que impulsan cada uno de los países.