La III Cumbre de los Pueblos: Un ejemplo para los gobernantes

2005-11-14 00:00:00

Quizás el mérito mayor que acuñará la III Cumbre de los Pueblos de América será la lección en organización, equidad en los debates y profundidad y amplitud de temas que dará a los gobernantes del continente.

La mejor manera de apreciar este contraste es la coincidencia en el tiempo de este foro, en el cual participan unos cinco mil delegados, con la IV Cumbre de las Américas de 34 presidentes cuya principal preocupación parece ser un imponente dispositivo de seguridad que enajena más a los ciudadanos de sus dirigentes.

Mientras el único objetivo visible en los debates de jefes de estado y gobierno da la impresión de circunscribirse a la presión de Estados Unidos para imponer el acuerdo del Área de Libre Comercio, en la Cumbre de los Pueblos los propósitos tienen un carácter abarcador e integrista.

Convocado por organizaciones de todos los estratos de la sociedad civil argentina, el foro tuvo su apertura solemne en el estadio polideportivo de esta ciudad balneario, con el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel -uno de los mayores impulsores del evento- entre los oradores principales.

El acto abarcó lo que sus organizadores denominaron Apertura Cultural 'Nuestra América', un arcoiris de música, canto, danza y colorido como es característico de los pueblos representados, con énfasis en las poblaciones indígenas.

Pero sus deliberaciones puntuales empezaron antes, en los llamados foros temáticos, el primero de los cuales se erigió en Cumbre Sindical de las Américas por la composición de los delegados que lo integran.

También ya arrancaron los foros de Mujeres Sindicalistas, Continental de Educación, Derecho a la Comunicación y la Información de los Pueblos, Agricultura Sostenible y Continental de Justicia.

A estos se suman dos más, Foro de los Pueblos Originarios y el Continental de Salud y Medio Ambiente, mientras hoy sesionará el Energético de los Pueblos de América.

Una simple mirada a sus títulos, así como unos 150 talleres y mesas de debate sobre deuda externa, infancia, derechos humanos, economía solidaria, desafíos de la globalización y lucha por la integración y en contra del imperialismo permiten tener una idea de la amplitud de miras de quienes participan en esta Cumbre.

Como han declarado sus convocadores, no se trata sólo de reafirmar la oposición continental popular al engendro del ALCA, sino ir mucho más allá en la búsqueda de confluencias en pautas comunes por encima de cualesquiera diferencias ideológicas.

Las dimensiones adquiridas por este foro, la profundidad y amplitud de su agenda, su enfoque diferente y renovador para resolver los acuciantes problemas de hambre, pobreza, insalubridad, desempleo y atraso enquistados en el subcontinente elevan su protagonismo y ofrecen una luz de esperanza.

Un panorama diametralmente opuesto al de la otra cumbre, en la que se intenta presentar como novedoso, con un nuevo disfraz de apertura y libre comercio, el mismo esquema aplicado por la vieja Organización de Estados Americanos (OEA), ese instrumento que sirvió y aún sirve a los intereses del supercoloso del Norte.+ (PE/Argenpress) 04/11/05