Crónica de una victoria anunciada

Fracasa el ALCA, se vislumbra el ALBA

2005-11-07 00:00:00

“La batalla del ALCA, la batalla del ALCA, que como bien decía Hebe Bonafini sin duda que la hemos ganado, pero ¡cuidado! eso es sólo una batalla, eso es sólo una batalla de tantas batallas pendientes que nos quedan para toda la vida, ahora, decía que tenemos una doble tarea, enterrar el ALCA y el modelo económico imperialista, capitalista por una parte, pero por la otra a nosotros nos toca, compañeros y compañeras, ser los parteros del nuevo tiempo, los parteros de la nueva historia, los parteros de la nueva integración, los parteros del ALBA: la Alternativa Bolivariana para las Américas, para los pueblos de América, una verdadera integración liberadora, para la libertad, para la igualdad, para la justicia y para la paz, sólo nosotros unidos podemos hacerlo y además enterrar al capitalismo para parir el socialismo del siglo XXI, un nuevo proyecto histórico socialista”, afirmó con vehemencia el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, en su histórico discurso del 4 de noviembre en el estadio mundialista de Mar del Plata.

Esas palabras perduran en quienes tuvimos el privilegio de estar presentes en las jornadas “anti-Bush” en Mar del Plata, pero no sólo marchando y protestando sino tejiendo propuestas colectivas y sembrando solidaridad entre los pueblos.

La Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) es una esperanza para el continente como señala la principal conclusión de la Cumbre de los Pueblos; el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) fracasó en la Cumbre de los Presidentes.

El tren “anti-Bush”

El tren “anti-Bush”, conocido también como el tren del ALBA, con varias personalidades del mundo que participaron en la III Cumbre de los Pueblos, unió Buenos Aires con Mar del Plata, con la seguridad de escribir una página de dignidad en la historia de la humanidad.

El legendario Diego Armando Maradona, el líder boliviano Evo Morales, el diputado argentino Daniel Bonasso, el cineasta bosnio Emir Kusturica, el cantautor Víctor Heredia, el padre Farinello, Tristán Bauer, Mirta Busnelli, Leonor Manso, Luis D’Elía y otros, muchos otros, se unieron en ese tren con un solo objetivo: protestar por la presencia del presidente norteamericano George W. Bush en territorio argentino.

“Bush es una basura humana y el mayor criminal del mundo”, decía Diego Maradona; “yo me sumo a la protesta en mi condición de terrícola”, agregó el cantautor cubano Silvio Rodríguez; “el imperialismo representa la cultura de la muerte, los pueblos indígenas defendamos la cultura de la vida”, señaló Evo Morales.

Antes que inicie su recorrido el tren del ALBA, dos argentinos -alumnos de Comunicación Social- dialogaban: “Haz una entrevista con Evo porque Maradona es Maradona, Bonasso es Bonasso, pero ese chavón (muchacho) será el próximo Presidente de Bolivia”.

El “tren anti-Bush” con cinco vagones estuvo repleto de artistas, músicos, escritores y políticos selectos, además de una gran cantidad de periodistas: casi todos querían un recuerdo con Diego pero también con Evo.

Estiman que en los días de la III Cumbre de los Pueblos y la IV Cumbre de las Américas, más de 2.000 periodistas de todo el mundo se dieron cita en Mar del Plata. En parte de su discurso de dos horas y 20 minutos, el presidente Chávez también expresó: “Quiero saludar también a un eminente compañero, luchador indígena también: Evo Morales, está con nosotros aquí hoy en la Cumbre de los Pueblos, Evo, un abrazo, ven acá hermano, dile algo a la gente”.

Evo dijo: “Muchas gracias comandante, mi saludo revolucionario a todo el pueblo antiimperialista, que sigan en esta gran lucha para liberar a Latinoamérica, muchas gracias”.

Y la jornada continúo: “Gracias Evo, ese aplauso de los pueblos para este gran luchador social, revolucionario, que representa, así como Blanca Chancoso, ellos y ellas representan a la estirpe más profunda de nuestros pueblos, nuestra raza aborigen, Tupac Amaru, Tecún Umán, Guaicaipuro, Atahualpa. ¡Que vivan los indios de América!”

Pese a la lluvia, el arribo del “tren anti-Bush” a Mar del Plata fue apoteósico: “Diegooo”, “Diegooo” se escuchaba desde los cuatro puntos cardinales. Jóvenes de diferentes estratos sociales con banderas argentinas, pero también de sus clubes preferidos, le esperaban a su ídolo.

Por motivos de seguridad el astro argentino no descendió del tren como el resto de los invitados, sino que en forma reservada se trasladó a otro lugar. Sus seguidores sintieron algo de frustración pero tenían a otras personalidades para continuar su euforia.

La movilización pacífica

Aunque todos los traslados de los invitados fueron complicados por el asedio de los periodistas, todas las actividades se cumplieron con absoluta normalidad.

La masiva movilización de cerca de tres horas fue sencillamente imponente: miles de hombres y mujeres de diferentes países hicieron realidad la unidad en la diversidad, las banderas de diversos colores y símbolos flamearon en los más alto y las consignas fueron variadas pero con un solo objetivo: fuera Bush.

Los pasos de los marchistas interrumpidos cada dos o tres horas por el asedio de los periodistas también fue seguido por los argentinos que desde los balcones de sus viviendas o los edificios donde viven agitaban sus manos y hacían flamear sus banderas blancas y celestes.

“Los campesinos, indígenas y originarios del continente estamos presentes en esta movilización porque somos parte del pueblo. Nuestra presencia se debe a que debemos unir esfuerzos para rechazar al criminal de Bush pero también para buscar alternativas conjuntas”, decía Evo Morales, quien puede ser el próximo Presidente de Bolivia.

La concentración en el estadio de Mar del Plata fue una fiesta. Los argentinos dicen que la última vez que estuvo tan repleta fue en un concierto del grupo inglés Queen.

Las estimaciones señalan que se reunieron 50 mil, 60 mil o más. La Declaración Final de la III Cumbre de los Pueblos de América fue leída por la indígena ecuatoriana Blanca Chancoso.

Las principales determinaciones apuntan:

* Las negociaciones para crear un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) deben ser suspendidas inmediata y definitivamente, lo mismo que todo tratado de libre comercio bilateral o regional. Asumimos la resistencia de los pueblos andinos y de Costa Rica contra el Tratado de Libre Comercio, la de los pueblos del Caribe porque los EPAS no signifiquen una nueva era de colonialismo disfrazado y la lucha de los pueblos de América del Norte, Chile y Centroamérica por echar atrás los tratados de esta naturaleza que ya pesan sobre ellos.

* Todo acuerdo entre las naciones debe partir de principios basados en el respeto de los derechos humanos, la dimensión social, el respeto a la soberanía, la complementariedad, la cooperación, la solidaridad, la consideración de las asimetrías económicas favoreciendo a los países menos desarrollados.

* Nos empeñamos en favorecer e impulsar procesos alternativos de integración regional, como la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA).

* Hay que anular toda la deuda externa ilegitima, injusta e impagable del Sur, de manera inmediata y sin condiciones. Nos asumimos como acreedores para cobrar la deuda social, ecológica e histórica con nuestros pueblos.

* Rechazamos enérgicamente la militarización del continente promovida por el imperio del norte. Denunciamos la doctrina de la llamada cooperación para la seguridad hemisférica como un mecanismo para la represión de las luchas populares. Rechazamos la presencia de tropas de Estados Unidos en nuestro continente, no queremos bases ni enclaves militares. Condenamos el terrorismo de Estado Mundial de la Administración Bush que pretende regar de sangre las legítimas rebeldías de nuestros pueblos.

* Condenamos la inmoralidad del gobierno de Estados Unidos, que mientras habla de luchar contra el terrorismo protege al terrorista Posada Carriles y mantiene en la cárcel a cinco luchadores patriotas cubanos. ¡Exigimos su inmediata libertad!

* Repudiamos la presencia en estas dignas tierras latinoamericanas de George W. Bush, principal promotor de la guerra en el mundo y cabecilla del credo neoliberal que afecta incluso los intereses de su propio pueblo. Desde aquí mandamos un mensaje de solidaridad a los hombres y mujeres estadounidenses dignos que sienten vergüenza por tener un gobierno condenado por la humanidad y lo resisten contra viento y marea.

ALCA, ALCA…ALCArajo!

Antes del inicio de la histórica jornada, Diego, Evo, Blanca, Bonasso y Adolfo Pérez Esquivel fueron los encargados de dar la bienvenida al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela.

Luego se escucharon las melodías y los mensajes de Silvio Rodríguez y Daniel Viglietti.

El discurso de Hugo Chávez fue vehemente, explícito, revolucionario: “Nosotros, camaradas, compañeros, amigas, amigos todos, hemos venido aquí hoy a muchas cosas, a caminar, a marchar, a saltar, a cantar, a gritar, a luchar, pero entre tantas cosas de las que hoy hemos venido a hacer aquí en Mar del Plata hoy y cada uno de nosotros trajo una pala, una pala de enterrador, porque aquí en Mar del Plata está la tumba del ALCA. Vamos a decirlo: ¡ALCA, ALCA, ALCArajo!, ¡ALCA, ALCA, ALCArajo! ¿Quién enterró al ALCA?, los pueblos de América enterramos al ALCA, hoy, aquí en Mar del Plata”.

Pese a la lluvia, la algarabía de los miles y miles fue desbordante.

Mientras el dignatario venezolano pronunciaba su discurso, en la IV Cumbre de las Américas los presidentes de diferentes países no se podían poner de acuerdo sobre el ALCA.

En un encuentro privado con George W. Bush, el presidente argentino Néstor Kirchner habló del papel preponderante que debería adoptar Estados Unidos dado su “poder hegemónico” en la región. ¿Hegemónico? se alteró Bush. El término no le gustó nada.

–Sí, la hegemonía de Estados Unidos es muy fuerte. Yo le digo las cosas como las pienso, no soy un presidente alcahuete.

Este término argentinismo, fue traducido como “obsecuente”.

Quienes estuvieron en ese encuentro señalaron que se trató de una reunión tensa, Bush en anteriores oportunidades anticipó que no tendría problemas en darle una mano a Argentina, esta vez propuso que el gobierno de Kirchner se las arregle por sí mismo ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En el estadio mundialista la fiesta continuaba con el discurso de Chávez: “Esta mañana me preguntaba un periodista, llegando al hotel donde nos hemos alojado, me preguntaba qué opinaba yo acerca de una publicación que salió ayer, una de tantas publicaciones que salen, sobre todo las de Norteamérica, antes de ayer salió una publicación según la cual el Pentágono está haciendo planes, planes militares para agredir a Venezuela, lo cual es absolutamente cierto…¿qué respondía yo al periodista? Le respondía con una gran verdad: si al imperialismo norteamericano en su desespero se le ocurriera invadir a Venezuela, comenzaría en estas tierras la guerra de los cien años”.

“Miren, los pupilos de Bush en América Latina están cayendo uno a uno, uno a uno, vean aquel Presidente de Bolivia, él dice que yo dizque lo tumbé, porque además me echa la culpa a mí y a Fidel, aquel Sánchez de Lozada, él dice que lo tumbé yo, no, lo tumbó Bush. Bush lo tumbó porque él se entregó también, y los pueblos ya no aceptan aquí presidentes entreguistas, ni presidentes arrodillados al imperialismo. Los pueblos piden verdaderos líderes”.

De rato en rato, el discurso era interrumpido por los manifestantes.

Chávez concluyó: “Fíjense en una cosa, el ALCA está muerto, pero eso no quiere decir que el capitalismo esté muerto, insisto en esa idea, al próximo que vamos a enterrar es al capitalismo, ese es el próximo…Muchas gracias a todos, muchas gracias a todas por este acto maravilloso, y yo me voy a la otra cumbre, a llevar el alma de ustedes y la palabra de ustedes, de los pueblos hasta la muerte, ¡hasta la victoria siempre! ¡Patria o muerte, venceremos! ¡Viva el Che Guevara!, ¡carajo!”.

El histórico acto concluyó en forma pacífica, fue una fiesta revolucionaria. A los minutos, en cercanías a la IV Cumbre de las Américas grupos radicales protagonizaron actos vandálicos como respuesta a la represión policial.

Por los vientos de cambio que soplan en el continente, Estados Unidos ya no pudo imponer el ALCA, la IV Cumbre de las Américas fracasó.

Mientras tanto, que en el polo opuesto, aquel que nace desde abajo, de manera colectiva, se va construyendo una esperanza, una utopía, nace el ALBA…