Mujeres rechazan tiranía del Libre Mercado en la Tercera Cumbre de los pueblos
El tema de la pobreza recae con más fuerza en contra de las mujeres, porque son ellas las llamadas a solucionar la alimentación de las familias, en el día a día. Este es sólo uno de los tantos impactos que tiene el Libre Mercado, para las mujeres de América Latina. Esta discusión fue parte del Taller “Las luchas de las Mujeres de las Américas contra la Tiranía del Libre Comercio”, organizado por la Marcha Mundial de Mujeres, Remte, Mujeres de la CLOC y Vía Campesina en la III Cumbre de los Pueblos.
“Se necesita desarrollar una política económica alternativa, que demuestre una forma de exigencia en el cambio en las economías de los Gobiernos”, así lo expresa Blanca Chancoso, dirigenta de CONAIE de Ecuador, quien señala que además se debe pensar con pluralidad y diversidad, tomando en cuenta las distintas culturas de los pueblos, sin embargo hay que tener presente que esta amplitud tiene sus límites y está dada por la afinidad en los planteamientos de las organizaciones.
Dentro de las conclusiones del debate, en el que participó María López, dirigenta de la Asociación de trabajadores del Campo (ATC) de Nicaragua, integrante de CLOC y Nalú Faria por la Marcha Mundial de Mujeres, se expresó que “la vida de las mujeres cambia cuando se hace parte de una visión, de una corriente que lucha en contra de la opresión”.
¿Por qué los gobiernos nos obligan a vivir las leyes del mercado? Es una de las interrogantes que se planteó en el debate, las mujeres somos consideradas una mercancía mas, y como tal proyectan nuestra vida, quitándonos nuestra autodeterminación. Las mujeres dice Nalú Faria “somos construidas socialmente para la opresión, tenemos que organizarnos, tomar conciencia y construir entonces un poder alternativo desde el poder popular”.
Finalmente se invitó a las asistentes, a profundizar la reflexión sobre lo que las mujeres quieren ser, cómo se quieren ver y cómo se articula la lucha para oponerse al libre Mercado no solo en las grandes luchas, sino también desde la cotidianeidad.