Propuestas desde el feminismo para cambiar la economía

2005-01-30 00:00:00

La economía es un tema que también atañe a las mujeres. En el encuentro "Cambiar la economía, cambiar la sociedad: propuestas desde el feminismo", desarrollado en el V Foro Social Mundial, en Porto Alegre, tres representates de distintos países hablaron sobre sus experiencias y alternativas frente al modelo económico actual.

Norma Sanchiz, de Argentina, reflexionó sobre la distribución de la riqueza. Trajo a colación el planteamiento feminista sobre la necesidad de revisar la concentración de recursos. "Cuestionamos también las relaciones de poder que existen entre los géneros". Sanchiz denuncia el papel que juegan las grandes corporaciones transaciones y cómo estas se protegen entre ellas."Las decisiones que se dan en los acuerdos comerciales afectan las vida de los hombres y de las mujeres", acota. Pone como ejemplo a las corporaciones agroindustriales que han generado el desplazamiento de las personas que viven en sectores rurales, que antes podían sostenerse en sus propios espacios. Habla, de la misma forma, sobre la privatización de algunos servicios básicos y que solo están al alcance de
algunas personas. Reflexiona sobre el hecho de que "el
principal contingente en el área de servicios han sido
las mujeres" (campo laboral).

Como alternativa plantea que las decisiones no deben estar en manos de los gobiernos y de los técnicos, sino que deben ser asumidas por las mujeres. Menciona que no hay "una receta única" (para salir de la crisis), que existe un proceso de construcción entre los actores sociales donde se encuentran las mujeres, pues "cada vez estamos más presentes aún con la discriminación. Somos actores económicos de peso". La demanda más importante que Sanchiz hace es: "que haya una redistribución económica y de poder en cada país,
contando con el apoyo técnico de las feministas; y replantear otra democracia que desarrolle sociedades más igualitarias".

Angelica Celis, de Chile, habla, por su parte, de las mujeres del campo, del feminismo rural. Ella cree que las mujeres deben recuperar la economía, el cuidado y la administración de la casa. Esto tendría hoy en día "una connotación global" debido que se trata, sobre todo, del cuidado de la tierra. Celis se remonta a la historia en el que las mujeres tenían a su cargo los quehaceres del hogar y, por lo tanto, de la economía."Hay un rol histórico que tiene una base en la cultura", dice. Condena al imperialismo que ha intervenido en este proceso: "La tierra, el agua, los
animales, las plantas han entrado en el modelo capitalista de manipulación". Añade que tampoco hay respeto por la diversidad de culturas y expresiones del medio rural.Celis es muy clara cuando recalca que históricamente las mujeres han sido dueñas de la casa, por cual deben hacerse cargo de este rol, tanto política como socialmente. Desde su visión, las bases de la economía se encuentran en la agricultura.

Nalu Faria, de Brasil, se refiere, entre otros aspectos, al modelo económico actual: "El liberalismo, basado en el libre mercado, tiene privatizado el mercado y el capital financiero". Reconoce una paradoja que se genera en este contexto: la incorporación de las mujeres mal pagadas
(maquiladoras, por ejemplo) en el campo laboral y el hecho de que muchas mujeres sí han logrado obtener una mejor posición en él. Evidencia una polaridad en uno de cuyos polos están las mujeres sin poder adquisitivo que siguen siendo utilizadas en el trabajo doméstico, muchas de las cuales se encuentran cada vez más solas.

Faria habla, de igual forma, sobre el incremento de la
violencia y del turismo sexual. Para ella las propuestas para un cambio nacen desde la experiencia de las mujeres. Resalta el hecho de que Vía Campesina ha ganado la batalla en la defensa de las semillas como patrimonio de la humanidad. "Si no se forjan transformaciones globales, no se cambiará la vida de las mujeres".