La OIT, ¿garantiza los derechos laborales en el seno del ALCA??

2004-07-29 00:00:00

La OIT se preocupa por la huelga de los trabajadores
petroleros en Venezuela, pero no hace nada con los crímenes de sindicalistas en Colombia.

El Aula Magna de Ciencias Exactas de la Universidad
Católica, ha sido sede del Taller Jurídico Internacional:
“Las consecuencias del ALCA para el derecho social en
América Latina”, organizado por la Asociación Americana de
Juristas (AAJ) y la Asociación Latinoamericana de Abogados
Laboristas (ALAL), los días 28 y 29 de julio.

En el Taller se han abarcado dos ejes temáticos:
Integración y Desarrollo; Hegemonía, Terrorismo y Derechos
Humanos y se ha contado con la participación de abogados
especialistas de México, Cuba, Argentina, Brasil y Ecuador.

El día jueves 29, dentro de la temática Integración y
Derecho, la Dra. Lidia Guevara, miembro del ALAL, de Cuba,
presentó la ponencia “La declaración de OIT sobre
principios y derechos fundamentales como referente de
legislación laboral en la integración de América”, que fue
comentada por el Dr. Raúl Moscoso, miembro del AAJ, de
Ecuador.

La prioridad del ALCA y de los demás Tratados de Libre
Comercio, es el tema económico, mientras que lo social ha
sido relegado a un segundo plano. Es en la tercera versión
del borrador del ALCA, cuando se empieza a hablar de
derechos sociales. Pero, a pesar que se discuten ya estos
temas, el interés de fondo sigue siendo el económico, se
trata de fortalecer la empresa transnacional en base al
trabajo y explotación de la población que no tiene más
oportunidad que vender barato su mano de obra, sin contar
con garantías laborales.

La OIT (Organización Internacional de Trabajadores), en la
Declaración de los Derechos Fundamentales de los
trabajadores, de 1998, contempla los artículos que han sido incluidos en el capítulo VII de la tercera versión del borrador del ALCA. Pero éstos no contemplan nada referente a seguridad laboral, horario de trabajo, salario mínimo, entre otros derechos del trabajador que son los que verdaderamente garantizaran un trabajo decente.

Las condiciones laborales en las maquilas de México, nos
dan una muestra de cómo estos acuerdos económicos con
Estados Unidos no resuelven la situación de pobreza y
trabajo deshumanizado de gran cantidad de personas,
sometidas a largas jornadas, sin recibir un salario justo y sin contar con las garantías necesarias. No se han
solucionado problemas de desempleo, trabajo informal o
trabajo infantil.

El ALCA es un proceso de integración asimétrico, donde la
soberanía de los países se ve amenazada con normativas
supranacionales que comprenden tanto el orden económico
como social, en donde a pretexto de atraer inversión
extranjera se condiciona a los países a prestar facilidades a las empresas transnacionales tanto en lo laboral como en la disposición de recursos naturales.

La OIT ha dejado de estar del lado del pueblo, se preocupa
por la huelga de los trabajadores petroleros en Venezuela, pero no hace nada con los crímenes de sindicalistas en Colombia, ha pasado a interesarse por los sectores más relacionados al capital. Es necesario consultar a los pueblos para tomar las decisiones que afectarán a todos, el mayor peligro para nuestros países son las normativas supranacionales que dejan al estado por debajo de la voluntad de las transnacionales. La solución que quedó planteada está en la organización y en la lucha por los derechos de los pueblos.