Foro debate políticas migratorias a partir de la interculturalidad

2006-06-23 00:00:00

En el II Foro Social Mundial de Migraciones que se desarrolla en Rivas-Vaciamadrid entre los días 22 al 24 de junio de 2006, los movimientos sociales, las redes, ONGs, asociaciones de inmigrantes y otras organizaciones de la sociedad civil que se oponen a la política neo-liberal dirigida por las grandes corporaciones transnacionales y por grupos que sirven a sus intereses y a las consecuencias de su dominio, se unen en un proceso mundial que busca otro mundo posible desde el ámbito de la construcción de un nuevo paradigma de ciudadanía universal, donde los derechos sean garantizados en los estados nacionales como en el ámbito global.

Una de las más importantes manifestaciones del Foro es su carácter plural y diversificado y no partidario. Se busca una “articulación de forma descentralizada y en red para mejorar las condiciones de los desplazados, refugiados, inmigrantes y apátridas en el mundo”.

“España está abierta para la inmigración... la economía local depende de la mano de obra inmigrante y eso lo entienden los moradores”, afirmó ayer Manuel García, técnico del Ayuntamiento de Cartaza, un pueblo español situado cerca del océano Atlántico. Un pueblo de 16 mil habitantes que recibe al año 35 mil trabajadores temporeros por un periodo de tres meses. Los inmigrantes vienen de África, principalmente de Marruecos y también de la misma Europa, en el caso de Polonia. La cuestión es que eses inmigrantes entran con un contrato de trabajo por tres meses, y se comprometen a volver a su país, pero la realidad es otra, una vez que solamente el 10 % de los marroquíes vuelven a su país de origen. Los demás entran irregularmente a las ciudades españolas y a los pocos días migran hacia toda la Europa en busca de mejores condiciones de sobrevivencia.

Existe una preocupación en los ayuntamientos de cómo crear y sostener políticas públicas para los inmigrantes. La experiencia de Brasil muestra que la contraparte de las organizaciones son indispensables para construir políticas públicas que promuevan a la persona, independientemente de su nacionalidad. El problema está en la dura realidad de que el gobierno brasileño no ha presentado ayuda a los inmigrantes en los campos del idioma, información, documentación, orientación jurídica, etc. Este trabajo está a cargo de las Iglesias y de algunas entidades u ONGs que trabajan con inmigrantes.

En el debate alrededor de las políticas públicas para las migraciones, una de las claves fundamentales es “la superación del multiculturalismo”, afirmó Carlos Jiménez, Director del Programa Migración y Multiculturalidad de la UAM. “No es que el multiculturalismo sea negativo, sino que hay que dar un paso hacia la interculturalidad, donde se busque, en primer lugar, lo que existe en común entre las culturas, y entonces, en el segundo paso, valorizar la diversidad para llegar a la convivencia. ´Vivir no es lo mismo que coexistir`, en la coexistencia hay un proceso de hostilidad contra la persona del inmigrante, cada uno con lo suyo y la sociedad receptora de inmigrantes es quien decide lo que es democrático o no, incluso viendo en la diversidad amenazas a la pseudo democracia”.

Por otro lado, la convivencia es participativa y para llegar a una sociedad intercultural se debe “eliminar la desigualdad y partir de la búsqueda de puntos comunes entre las diferentes culturas para no caer en una valorización exagerada de la diferencia sin saber lo que es cada uno”, enfatizó.

- Paulo Illes/ Serviço Pastoral dos Migrantes/SPM/Brasil/ Minga Informativa.