Falta de transparencia en Atlanta
Grupos estadounidenses y andinos exigen control ciudadano sobre
las negociaciones de acuerdos de libre comercio
Organizaciones civiles de Colombia, Bolivia, Perú y Estados
Unidos denunciaron el secreto de las conversaciones llevadas a
cabo sobre el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y
la región Andina. Las negociaciones del Tratado ocurrirán el 14
al 18 de junio en el Hotel Hilton en Atlanta.
Será la segunda ronda de conversaciones sobre la propuesta del
TLC Andino. La primera ronda ocurrió el mes pasado en
Cartagena, Colombia. Habrá sesiones de negociaciones futuras en
los próximos meses en Perú, Estados Unidos y Ecuador, con planes
de completar el tratado para febrero de 2005.
Los grupos locales de Atlanta están planificando una
movilización pacifica al mediodía el 14 de junio en el Downtown
Hilton. Kelli Potts, una activista por la paz y la justicia
económica de Atlanta del Comité Paz No Guerra de la Iglesia
Presbiteriana North Decatur dijo, "Queremos saber que pasa
detrás de esas puertas cerradas en el Milton. Estamos muy
preocupados de que simplemente dupliquen acuerdos como el TLCAN
y el TLCEUCA que ponen las ganancias de las corporaciones por
delante de las vidas de la gente acá y en América Latina."
Tal como las conversaciones para el recién completado Tratado de
Libre Comercio Estados Unidos-Centroamérica, estas negociaciones
ocurren en secreto. Aunque oficiales gubernamentales en la
región andina anunciaron que podría haber algún acceso a salas
de lectura para mirar el texto, los que lo hagan serían
prohibidos de divulgar esa información al público, así limitando
severamente un debate público informado sobre el tratado.
Enrique Daza, un vocero para la Red Colombiana de Acción contra
el Área de Libre Comercio de la Américas (RECALCA) comentó,
"Esta situación de falta de transparencia y la decisión de
mantener el secreto, revelan la magnitud del atentado que se va
a cometer. Reclamamos que se divulgue el contenido del borrador
norteamericano, de las posiciones del equipo negociador
colombiano y se suprima la confidencialidad."
"La gente tiene razón de estar preocupada," dijo Karen Hansen-
Kuhn del Development GAP, una ONG basada en Washington, DC.
"Todo indica que este tratado tendrá las mismas políticas
erradas sobre inversión, trabajo, medioambiente y otros temas
que forzó a la Administración Bush a demorar su voto sobre el
TLCEUCA hasta después de las elecciones."
Javier Diez Consejo, un congresista peruano, también expresó
serias preocupaciones sobre los resultados potenciales de las
pláticas. "Tenemos por delante meses de ardua negociación con
los Estados Unidos, una superpotencia cuyos intereses no son los
nuestros - a menudo son contrarios- y que usara su influencia y
fuerza para conseguir un acuerdo a su favor."
Las cláusulas en el TLC Andino dramáticamente liberalizarían el
comercio en bienes y servicios entre Estados Unidos y los
países, a lo mejor con fuertes protecciones para la inversión
extranjera y los derechos de propiedad intelectual (patentes),
pero solamente con disposiciones débiles para apoyar los
derechos laborales y el medioambiente. La información sobre las
posiciones estadounidenses publicada en el periódico colombiano
El Tiempo el 2 de junio, por ejemplo, indica que Estados Unidos
busca patentar plantas, animales y procedimientos quirúrgicos
bajo el tratado, disposiciones que van mucho más allá de lo
negociado en otros acuerdos comerciales.
Actualmente Bolivia está participando en las negociaciones como
observador, aunque podría entrar oficialmente en las
negociaciones en alguna fecha futura. Pablo Solón, un líder del
Movimiento Boliviano Frente al Libre Comercio, dijo, "Los
movimientos sociales en Bolivia nos oponemos al TLC Andino con
Estados Unidos porque este acuerdo se negocia a espaldas de la
población, sin tomar en cuenta que la insurrección popular de
Octubre en Bolivia que derrocó al gobierno neoliberal de Sanchez
de Lozada pide un cambio sustancial en la política económica
para recuperar la propiedad de nuestro gas y nuestros
hidrocarburos arrebatados por empresas transnacionales. Nos
oponemos al TLC con Estados Unidos porque no queremos ser
despojados de nuestra identidad y riqueza cultural, porque
estamos en contra de la mercantilización del agua, la salud, la
educación y la biodiversidad, porque creemos que antes que el
libre comercio están los derechos de los humanos y de todos los
seres vivientes."